se nos olvida que la vida nos enseña con severidad, que hay que poner más atención a los hechos que a los dichos. Que no es cuantos pesos recibes, sino cuanto puedes comprar con ellos. Cuando somos jóvenes, deseamos tener dinero inmediatamente para darnos gusto comprando lo que deseamos. Desestimamos la educación y empujados por la necesidad empezamos a trabajar, para empezar a ganar y apoyar así a nuestros padres, empieza como un buen propósito, trabajar y estudiar, sin embargo, al paso del tiempo, la escuela queda abandonada y la o el joven, aún solteros empiezan su vida laboral, se incorporan a la estadística de la Población Económicamente Activa (PEA), pero sobre todo, se incorporan a la población que vive en pobreza.
Todos sabemos, pero como dice el dicho, “nadie escarmienta en cabeza ajena” y hacemos caso omiso de la terrible pobreza, de la falta de empleo, de la mala calidad de vida manifiesta en hacinamiento (carencia de vivienda digna), mala nutrición, que por consiguiente provoca enfermedades. Y así, en este contexto de miseria, se forman las nuevas familias, aparecen las necesidades, pero cuando llegan los hijos, la tragedia envuelve a las nuevas familias; no alcanza el salario, aunque trabajen los dos padres, no alcanza para la guardería y tampoco para una correcta educación y se repite el circulo vicioso de la pobreza, crecerán los hijos y abandonaran la escuela para ponerse a trabajar. Los padres buscaran un empleo mejor remunerado, buscando mejorar su ingreso salarial, es lógico. La inflación exige más dinero para poder adquirir la canasta básica, cuando menos. Sin embargo, también ya lo sabemos, al acudir a un empleo nuevo, con estudios truncos, para la vacante de Gerente, Director, Jefe o cualquier puesto que refleje mas salario, pedirán, cuando menos los documentos de bachillerato, cuando menos, porque para un puesto bien remunerado pedirán estudios universitarios o de posgrado y entonces la condena se hará presente encadenando al joven trabajador a una vida de limitaciones, por que será rechazado para un mejor empleo o un mejor salario.
No es casual, el gobierno lo sabe desde hace mucho, por eso usa las nuevas tecnologías para adormecer o corromper los sueños de la juventud. La educación principal (informal, pero así aprendemos) se da por las redes sociales, juegos, memes, influencers, tutoriales, fake news, series, rumores, etc. Todo ello al servicio de las ventas y la explotación laboral. Pasa el tiempo y el gobierno (AMLO), cínicamente reconocen “benditas redes sociales” que vuelven más manipulable la conciencia de los mexicanos. Incluso se convierte en evidencia que el mismo gobierno está al servicio de los empresarios (Productores de mercancías y demandantes de mano de obra barata para su producción). Andrés Manuel firmó el nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos, el TMEC, el mismo que firmó su igual Carlos salinas de Gortari, pero con nuevo nombre. Firmó por los mexicanos, para que cuando lleguen los capitales norteamericanos de Canada y USA, aceptemos los bajos salarios. AMLO nos vendió, porque la mayoría de los mexicanos estamos en pobreza, no tenemos capital para montar grandes fabricas o maquiladoras, lo único con lo que contamos es con nuestra fuerza de trabajo y eso nos toca poner, para recibir salarios bajos, salarios de hambre. Siendo esto importante, los nuevos chayoteros de Morena, han estado manipulando con mercadotecnia que “vamos a estar mejor”, pero la realidad es que, aun con el incremento “histórico” al salario mínimo del 22 % no alcanzara para comprar la canasta básica que sigue subiendo.
La educación es un arma muy poderosa para salir del atraso económico; pero, al obrero, al campesino, al mismo estudiante se le cortan las alas y se le aleja de ella. Es decir, el pueblo pobre se aleja de un modelo económico que le ayude a incrementar su calidad de vida. No estudia, no analiza, no exige que el Artículo 3° constitucional sea cumplido por el gobierno. No hay para material didáctico menos para aseo, los padres tienen que cooperar “voluntariamente” de su miserable salario y el gobierno se hace de la vista gorda. Pero, no es que se haga de la vista gorda, más bien está usando esa arma poderosa, pero en contra del pueblo trabajador. El gobierno crea los planes de estudio (a su conveniencia), debiera construir las escuelas, contratar y educar a los maestros y debiera defender y hasta contratar profesionistas, con buenos salarios; pero no lo hace. Tenemos una secretaria de educación Delfina Gómez, que confunde Sonora con Jalisco. Es decir, el gobierno de la 4T, por error, ignorancia o estrategia, al final el resultado es el mismo, ha tomado decisiones que afectan terriblemente al pueblo de México. No se da mantenimiento a las escuelas, y no crea nuevas, y como no hay escuelas nuevas, egresan maestros sin plazas, sin trabajo. No se combate la deserción escolar (5.2 millones de estudiantes no se inscribieron al presente ciclo escolar). Y no se estimula la formación científica. Por el contrario, quiere desaparecer el CIDE, se ataca a la UNAM y a la Universidad Pública. En fin, este gobierno es enemigo de la educación pública a favor de los hijos de los trabajadores. La conclusión salta solita, AMLO, Morena y la cuatrote quieren producir obreros baratos, están alejando la educación de calidad a la mayoría de mexicanos con el fin único de prepararse para recibir las inversiones extranjeras y generar el crecimiento económico de México para los dueños del capital a costa de condenar a los bajos salarios y por tanto a la pobreza al trabajador mexicano, el futuro de la juventud está en peligro.
Es terrible la política educativa de AMLO y sus seguidores. Imponer las cadenas de la pobreza a la juventud, trayendo inversiones que seguirán saqueando la riqueza de México, pero con salarios de hambre para los trabajadores. Queda ahora claro que las famosas becas “Benito Juárez”, que dicho sea de paso, solo les puso el nombre, porque becas ya había, en varias modalidades, como el Prospera que recibían las mujeres y que ahora eliminó, sirven para comprar la voluntad de la juventud, que no se dan cuenta hacia donde los dirige el actual modelo educativo. Recortó el presupuesto educativo, porque es más fácil engañar con unos pesos a los jóvenes que crear nuevos centros educativos, crear y contratar plazas para nuevos docentes, construir universidades de calidad, laboratorios, etc. Si al llegar los capitales extranjeros, tuviéramos los científicos para crear la tecnología de punta, los profesionistas calificados y por tanto, los salarios bien remunerados y los puestos gerenciales serian para los mexicanos, así estaría bien y mejor aún, si el pueblo de México tuviera los capitales para realmente tener una industria nacional que conquistara con mercancías mexicanas los mercados globales, pero, que triste es ver que con Morena nos tocara producir la riqueza y ser todavía más pobres.
Actuemos con dignidad y valentía, Morena te quiere de limosnero, pobre y sin dignidad, son los causantes directos de la pobreza actual, que no te distraigan cuando avientan la piedra para otro lado mientras te roban. Tenemos que estudiar, jóvenes y no jóvenes, solo con educación veremos que la organización es un derecho y también un arma para cambiar y mejorar el destino del país. Quien ve como un delito la organización de los pobres es porque esta contra ellos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario