Han terminado de rendir su primer informe los alcaldes del estado de Querétaro, y ha quedado demostrado también, quién tuvo siquiera la disposición y amabilidad de firmar sus compromisos con el pueblo organizado en el Movimiento Antorchista. De los alcaldes que asumieron algún compromiso, firmando una minuta de trabajo, no quiero ahondar mucho, sólo diré que, es un deber que ellos tienen para resolver las necesidades de sus gobernados, y por tanto, una obligación tomar en cuenta a todos los grupos sociales, porque a final de cuantas todos son mexicanos. Ahora tendrán que cumplir lo prometido. Muy escaso, pero en algunos municipios ya han iniciado los trabajos.
Sin embargo, no es el caso de los alcaldes de Colón, Pinal de Amoles, Cadereyta y San Juan del Río. Sobre todo, de los tres primeros, quienes lejos de analizar a profundidad el motivo de las protestas y difusiones de volantes, colocación de lonas, que exigían la atención de sus demandas de obras básicas y elementales, las autoridades reaccionaron de inmediato intimidando a los manifestantes. En Colón, por ejemplo, el alcalde José Alejandro Ochoa Valencia, publicó en su cuenta de Facebook que él si está trabajando y que son muchas las obras que ya realizó, mismas que daría a conocer en su primer informe de gobierno. Por tanto invitaba a la ciudadanía de Colón a no creer en lo que difundían los antorchistas. Pues mientras difundían los inconformes sus volantes, la policía municipal y funcionarios del ayuntamiento, se la pasaron fotografiando a los difusores, con la clara intención de intimidarlos. Pues seguramente que algo ha hecho, pero para los antorchistas cero solución ha habido. En Pinal de Amoles, pasó algo parecido, los antorchistas difundieron en la cabecera municipal sus volantes, extendieron sus lonas donde decían que la alcaldesa Gloria Inés Rendón García, no cumple sus promesas de campaña, que no resuelve las necesidades de la gente de las distintas comunidades, organizadas en Antorcha, obras que de ejecutarse, beneficiará a la comunidad en general. De inmediato una réplica, salido del ayuntamiento fue difundida en la misma cabecera, que a mi parecer, lo único que vino a ser es confirmar que las demandas que solicitan los antorchistas son legítimas y urgentes, pero que la alcaldesa no ha querido comprometerse a resolver. El escrito decía que de la lista de nuestras peticiones, se cumpliría en un 55% en este 2016.
Bueno, es correcto que le haga saber a la comunidad pinalense sobre las obras que resolverá a los antorchistas, sin embargo, entiendo que fue una medida desesperada de la alcaldesa, para limpiar su imagen, debido a que ya tenía encima su informe. Yo creo que si las veces en que acudieron los antorchistas en comisiones pequeñas al palacio municipal para saber su respuesta sobre las obras, y hubiera respondido qué obras sí (de ese 55% que afirma su volante) realizaría, y cuáles no, no hubieran sido necesarias las protestas. Pues esperamos esa minuta de trabajo, para el bien del pueblo.
En Cadereyta, León Enrique Bolaño Mendoza, se ha burlado de la gente organizada en Antorcha, los ha citado una y otra vez, y simplemente no se presenta a la hora acordada; y lo peor, las pocas veces que ha atendido a los antorchistas ha dicho que no resolverá sus peticiones, porque él está atendiendo a los ciudadanos. Días previos a su primer informe, los antorchistas por hacer uso de su derecho a la libre expresión y difusión, fueron perseguidos por la policía municipal por haber denunciado públicamente al alcalde. Sus lonas les fueron arrebatados, por el hecho de denunciar la falta de compromiso del alcalde.
A pesar del fuerte operativo de seguridad implementado por los alcaldes en sus informes, los antorchistas se hicieron presentes en los informes, para denunciarlos y recordarles que antorcha es una organización legal y exige solución a las demandas de sus agremiados. El fuerte operativo de seguridad fue una muestra más de que no le han resuelto al pueblo, de lo contrario no sería necesaria tanta seguridad.
Pues bien señores, antorcha no busca prebendas personales, lo que exige son obras necesarias para los pueblo marginados, como de agua, luz, pavimentación de calles y caminos, alumbrados, etcétera; obras que mejorará las condiciones de vida de la gente humilde. Sin embargo la autoridad, lejos de ver así las cosas, lo que demuestra es su rabia, por el hecho de que el pueblo se organice y le exija cumplimiento. Pero ¿por qué se enrabian los funcionarios, si en campaña prometieron que ellos harían el cambio que exigía el pueblo? ¿Acaso ya se les olvidó que fueron elegidos para servir al pueblo en general, y no sólo a los de su filiación partidista? Pues mientras no veamos nada claro con nuestras peticiones, la lucha de los antorchistas continuará. A penas es el comienzo. La suspensión de estas dependerá de sus compromisos que haga con el pueblo organizado. Que quede claro.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario