"Lo que se llama opinión pública está estrechamente vinculado con la hegemonía política, o sea que es el punto de contacto entre la sociedad civil y la sociedad política, entre el consenso y la fuerza. El Estado, cuando quiere iniciar una acción poco popular, crea preventivamente la opinión pública adecuada, esto es, organiza y centraliza ciertos elementos de la sociedad civil”
Antonio Gramsci
En este momento nuestro país padece varias crisis, entre las más agudas están la crisis económica, la crisis social y la crisis sanitaria, que es la que abordaré en el contenido de mi argumento; estas nos afectan sobremanera porque todas van ligadas una con la otra, pero la situación de salud se complica cada día más, los contagios siguen en aumento, en tan sólo los últimos días de la pandemia hemos tenido más de 65 mil 586 casos, solamente en la segunda semana de diciembre.
La crisis sanitaria, económica y social derivada del coronavirus afecta la salud de la gente más pobre, a la clase trabajadora que vive del salario mínimo para poder subsistir, a los campesinos que no tienen dónde vender sus cosechas, a los vendedores ambulantes que acorralados por la falta de empleo, buscan qué vender, por otro lado, miles de locales fueron desocupados, debido a que los arrendatarios ya no pudieron cubrir las rentas y, por último, el bienestar y el aprendizaje de más de 40 millones de niñas y niños de México, pero esta situación se agudiza aún más para quienes ya vivían en situación de vulnerabilidad pues el ejercicio de sus derechos está en mayor riesgo y con menos oportunidades.
En el caso concreto de Puebla, cierra la semana con un ascenso en nuevos casos de coronavirus, este viernes las autoridades locales informaron de un aumento en pacientes hospitalizados por covid-19. Se reportaron 326 nuevos infectados, para el viernes 11 de diciembre se registraron 214; es decir, 112 menos que los del jueves en tanto que el acumulado es ya de 43 mil 970 casos. Asimismo, el secretario estatal de Salud, José Antonio Martínez, explicó que van 501 pacientes hospitalizados, nueve más en comparación de los de un día anterior, de los cuales 77 requieren ventilación mecánica, respecto a las defunciones, dio a conocer que se tiene un acumulado de 5 mil 526 personas que han perdido la vida, en las que se contabilizan siete defunciones más en 72 horas. En general, indicó que quedan mil 241 casos activos, entre ambulatorios y hospitalarios, distribuidos en 59 municipios de la entidad y desglosó que hasta el momento se han procesado 75 mil 897 muestras en el laboratorio estatal.
El gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, refirió esperar un cambio en el comportamiento social de la capital poblana, ya que, de los 326 nuevos casos, 277 fueron detectados en la ciudad. "Esperemos que mañana la curva baje, esperemos una reposición en nuestro comportamiento social en la capital. Lo estamos diciendo desde hace dos semanas, que el comportamiento social de la capital nos puede llevar a una crisis fuerte de salud&rdquo, comentó durante su acostumbrada videoconferencia. Y esperar es la única respuesta de Barbosa a estos días críticos y a la alerta de contagios que vive nuestra entidad, está claro que hacer llamados no es la solución, el Gobierno debe tomar medidas concretas, reforzar nuestro sistema de salud y lograr que su administración esté atenta realmente para combatir verdaderamente la covid-19. ¿O que cada quien apele a su conciencia?
A nueve meses de que se presentara el primer caso de covid-19 en Puebla y a una semana de haber regresado a Semáforo naranja en la entidad, la situación está peor de lo que vivimos en los meses anteriores, la curva epidemiológica ha comenzado a ascender nuevamente, se registraron 326 nuevos contagios, la octava cifra más alta en los últimos seis meses que presentó el acmé de la epidemia en Puebla, por debajo de los 630 casos informados el domingo 28 de junio. Luego de haber mantenido una meseta -a partir de la segunda reapertura comercial que se realizó el pasado 22 de septiembre-, de acuerdo con la gráfica de monitoreo del Periódico Oficial del Estado de Puebla, la tendencia empezó a ir en aumento a partir de la décima edición del Buen Fin que se realizó del 9 al 20 de noviembre de 2020.
El Buen Fin para los grandes capitalistas, amantes del poderío y de la acumulación, empresarios que lejos de cancelar estos eventos, hicieron acuerdos con el gobierno para acaparar más las ganancias de la pobre gente que, atraída por la publicidad mediática salió a buscar ofertas para sus familias. En ese momento el mensaje no fue quédate en casa, y ahora que hay más defunciones el lema es, quédate en casa, otra vez; visiblemente los intereses de las clases en el poder cambian de un momento a otro en plena pandemia y son convenientes de acuerdo a lo que quieren para su provecho, los únicos perjudicados siempre son los más pobres de esta sociedad.
En este sentido, los datos oficiales de la dependencia de Salud apuntan que a partir del 21 de octubre inició un ligero incremento de casos, mismo que se acentuó a mediados de noviembre y cuyo crecimiento comenzó justamente quince días después del tan esperado Buen Fin, temporada en donde los comercios, las plazas y los centros comerciales reportaron más visitas en lo que va del confinamiento, mientras que el comercio informal acrecentó, he aquí las dos caras de la moneda de nuestro país, por un lado los consumidores que parecen hipnotizados y poseídos por compras compulsivas de bienes y servicios totalmente prescindibles, fomentando sin querer (o no) la explotación laboral de personas que trabajan mucho más para hacer posibles esas ventas, y por el otro, los trabajadores que buscan vender lo que sea, aún a costa de su salud, pues quedarse en casa para el es un día sin comer.
Según el gobierno, el relajamiento social ahora es el problema, irónicamente a los que debía proteger ahora son la amenaza, mientras la gente espera se registran los mayores casos de contagios en la historia, la esperanza en la futura llegada de la vacuna a México persiste. La temporada decembrina, que es comercialmente la más fuerte de todo el año, ha sido uno de los principales factores que han provocado que los ciudadanos se olviden de seguir las medidas de restricción que por varios meses se habían acatado para evitar la propagación del virus. La epidemia de covid-19 está creciendo todos los días, en tanto, atendamos al llamado a permanecer en casa si no se realizan actividades esenciales, evitar fiestas y reuniones, mantener las medidas de prevención, como uso de cubrebocas, lavado de manos y sana distancia, pues por el momento es la única vacuna que tenemos disponible los más necesitados.
El plan de reactivación económica presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de marzo debe profundizarse para que sea pertinente a un país donde más de 100 millones de personas viven en pobreza y que se agudiza cada vez más por el confinamiento al que ha obligado la situación por contagio de covid-19. De no implementarse las políticas públicas adecuadas, el aumento será de 12 millones de pobres, aproximadamente 112 millones de personas en nuestro país entrarían en situación de pobreza, según datos de la OXFAM. Los grupos más vulnerables están en riesgo ante esta crisis.
El presidente debe desplegar un plan integral emergente para asegurar el bienestar y la protección de todos los mexicanos ante los impactos socioeconómicos por la pandemia de covid-19, a fin de impedir fenómenos destructivos en la sociedad, es urgente demandar a los poderes Legislativo y Judicial, gobernadores y cámaras empresariales, desarrollar un plan sistémico inminente con los recursos necesarios, para asegurar que las clases más desprotegidas cuenten con acceso a la protección social. Es obligación del gobierno garantizar el bienestar para que todos tengamos un presente y un futuro digno y libre.
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