México es uno de los países con mayor diversidad cultural sobre la muerte, la celebración del Día de Muertos en nuestro país ha cambiado, pero su intención es la misma: festejar la vida. Esta celebración no ha desaparecido a pesar de la intromisión de la cultura extrajera a nuestro país, pero la riqueza cultural de nuestras costumbres y tradiciones supera por mucho el “encanto” de celebrar el terror como lo es el Halloween al menos en el norte del país.
Esta celebración se lleva a cabo los primeros dos días de noviembre; el primero corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los fieles difuntos.
En este artículo, quisiera hablar un poco sobre las flores más usadas en estos días, y es que en el ejido de Villa Juárez, Monterrey, La Loma en el estado de Durango, están por cortar y comercializar el cempasúchil, la mano de león y la margarita blanca. Muy poco se sabe que en la comarca lagunera también se siembran estás flores que por lo regular se cultivan más en el centro y sur del país.
Desde los altos de los cerros se pueden apreciar los pequeños pedazos tapizados de amarillo, morado o blanco, el cempasúchil, la mano de ojo o la margarita. No son grandes extensiones, apenas manchones en las grandes tierras.
Este año con la incertidumbre de los productores en saber si podrían vender sus cosechas en los panteones de la comarca lagunera era mucha pues hace un año por la pandemia de la covid-19, no lo pudieron hacer, Gustavo Villegas López, productor de la flor en la localidad de Monterrey, sembró cerca de 2 hectáreas de la flor, él es que más flor siembra entre los productores de la región y el año pasado solo vendió 400 manojos de los 5 mil o 6 mil que acostumbraba a vender en años anteriores. Sin duda el 2020 fue un año muy duro, pues represento una gran pérdida para los productores de la flor, quien además no tienen apoyo del gobierno federal, pues están totalmente olvidados.
Tuve la oportunidad de conversar con el señor Gustavo Villegas, un señor de buen carácter y súper amable quien me contó que desde los 9 años se dedica a la agricultura, su padre le inculco y heredo el amor a la tierra. Además de cempasúchil siembran hortalizas, lechuga, repollo, cebollita, cilantro y coliflor.
Don Gustavo, asegura que, aunque le pierda seguirá sembrando las flores, comenta que el campesino tiene la costumbre de decir “aunque no gane, sacar la inversión”. Pero desgraciadamente refiere que muchas veces se pierde, como sucedió el año pasado que únicamente logro vender 400 manojos de los 5 mil o 6 mil que acostumbraba a vender en años anteriores.
La siembra de la flor es más por tradición que por negocio. “A veces le ganamos, a veces le empatamos y a veces le perdemos. Por eso decimos que si ya la empaté le gané”, dice como por consuelo.
El precio por manojo de flor en panteones y puntos de venta de ciudad oscilan entre los 40 a 50 pesos, pero ir al campo sale entre 15 a 25 pesos, es por ello por lo que el año pasado tuvieron una gran pérdida de dinero, derivado de la pandemia y que los panteones estuvieron cerrados y la venta de la flor no fue la misma debido a que la costumbre en esta zona del norte es llevar la flor a la tumba, muy poco se acostumbra poner los altares u ofrendas en las casas.
Desde que llegó la pandemia de covid-19 a nuestro país, el sector campesino ha estado “muy castigado”, por las pérdidas que tuvieron hace un año y sin apoyo de ningún Gobierno.
El actual Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador no ha hecho nada para ayudar a los más necesitados ni a la gente que depende del campo, al contrario, desde el inicio de su administración únicamente está difamando a las organizaciones y a quien se le ponga enfrente levantando calumnias y falsedades, antes de solucionar en sí los problemas de los más necesitados. En estos días de muertos es momento de consumir y apoyar a los productores al no regatear el precio.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario