Quisiera iniciar mi análisis con la premisa de que la educación es la base del desarrollo de cualquier sociedad. Es el motor que impulsa el crecimiento económico, la innovación y el progreso social. Sin embargo, en México, la educación enfrenta una crisis profunda que afecta a todos los niveles del sistema educativo.
Desde la educación básica hasta la superior, la calidad de la enseñanza es deficiente, lo que tiene consecuencias graves para el futuro del país.
México enfrenta uno de los mayores desafíos en materia educativa en su historia. La mala educación es un problema que afecta a millones de estudiantes y compromete el futuro del país.
Debemos cambiar el rumbo de nuestra nación, pues la gran mayoría de estudiantes mexicanos son de escasos recursos y pierden la oportunidad de estudiar por falta de apoyo económico.
Considero indispensable brindar un espacio al análisis de las causas y consecuencias de esta problemática, sin dejar de lado la parte de la búsqueda de soluciones, pues uno de los objetivos de mi intervención es mostrar cómo una federación estudiantil bien constituida y dirigida puede llegar a ser la vanguardia de los estudiantes.
Paso enseguida a enumerar algunas de las causas de la decadencia del sector educativo, como lo son la falta de inversión, pues la inversión en educación es insuficiente, lo que se refleja en la falta de recursos y materiales en las escuelas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2020, la inversión en educación representó solo el 3.5 % del PIB, muy por debajo del promedio de la OCDE; segundo, la infraestructura es deficiente, ya que las escuelas en México enfrentan problemas de infraestructura, como falta de aulas, baños y equipo.
Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), en 2020, el 30 % de las escuelas carecían de acceso a Internet. Desigualdad: la educación en México es desigual, con grandes brechas entre las escuelas públicas y privadas.
Los estudiantes de escuelas privadas tienen acceso a recursos y oportunidades que no están disponibles para los estudiantes de escuelas públicas.
He de decir que el verdadero problema de la educación en México es su carácter clasista. Al pueblo humilde se le educa por todos los medios al alcance del sistema para que se inserte con mayor éxito al aparato productivo, y este pone en desventaja tanto a los maestros como a los alumnos para competir en este sistema y para salir adelante del mismo.
Consecuencias de la mala educación en el país:
1. Analfabetismo: la mala educación conduce a un alto índice de analfabetismo en México. Según el Inegi, en 2020, el 6.5 % de la población mayor de 15 años era analfabeta.
2. Pobreza: la mala educación perpetúa la pobreza y la desigualdad social. Según el Banco Mundial, en 2020, el 40 % de la población mexicana vivía por debajo del umbral de la pobreza.
3. Inseguridad: la falta de educación puede contribuir a la inseguridad y la delincuencia. Según el Inegi, en 2020, el 70 % de los delincuentes no había completado la educación secundaria.
4. Estancamiento económico: la mala educación limita el crecimiento económico y el desarrollo del país. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2020, la economía mexicana creció solo el 1.5 %, muy por debajo del promedio de la región. Esto provoca que no se tenga un crecimiento e inversión en la educación, para mejoras de infraestructuras, etcétera.
Las propuestas para mejorar la educación en México son:
1. Desarrollar programas de apoyo para estudiantes con discapacidad.
2. Establecer un sistema de evaluación y seguimiento de la calidad educativa.
3. Desarrollar un sistema de educación integral que incluya la educación emocional y social.
4. Implementar un modelo de educación basado en competencias.
5. Crear programas de becas y apoyo financiero para estudiantes de bajos recursos.
Estas propuestas buscan abordar los principales desafíos que enfrenta la educación en México y sentar las bases para un sistema educativo más equitativo, inclusivo y de calidad. Ya que la mala educación en México es un problema complejo que requiere una solución integral, es necesario abordar las causas profundas de esta problemática y trabajar todos unidos para mejorar la calidad educativa.
Antorcha las conoce de pie a cabeza y por ello tiene un proyecto educativo concreto que busca formar al hombre nuevo, culto, científico, crítico, honrado, con capacidad laboral, pero, sobre todo, apegado a las causas más justas y populares de este país.
Por ende, la exigencia de Antorcha es correcta, porque los estudiantes mexicanos deben recibir una educación de calidad y asistir a escuelas con buena infraestructura. Debemos cambiar el rumbo de nuestra nación, no por algo la frase: “los jóvenes son el futuro de México”. En nuestro país hay muchos jóvenes talentosos que pierden la oportunidad de estudiar por falta de recursos económicos, y esto debe ser prioridad del Gobierno federal.
Son los estudiantes quienes van a darle ese cambio que tanto necesita nuestro país. Ahora, la situación por la que atraviesa el sector educativo es grave, por la deserción escolar en México, sumado a que la gran mayoría de estudiantes son de escasos recursos.
La lucha estudiantil no la deben encauzar solamente los estudiantes. Ahora los padres de familia deben sumarse a esta lucha emprendida y exigir en una sola voz no solo educación de calidad, sino darle prioridad al sector educativo para que, de esta manera, los mexicanos logren terminar su preparación académica y profesional, y, a su vez, mejorar su calidad de vida.
Esto es tarea de todos los antorchistas, pero, sobre todo, la debemos encauzar los jóvenes estudiantes, porque nuestro país nos necesita ahora más que nunca. Dejemos de ser un país tercermundista y demostremos que México puede ser un país potencia en todos los sentidos. Conste.
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