Nuevamente en esta semana, la montaña de guerrero vuelve a ser noticia nacional. Ahora los protagonistas que provocaron este escándalo lamentable, fueron precisamente quienes se ostentan ser los encargados de guardar el orden y proteger a la ciudadanía, unos como policías municipales, los otros llamados autodefensas o policías comunitarios. Los primeros dependen del ayuntamiento municipal y se encontraban, en el momento de los hechos, concentrados en el palacio Municipal donde el cabildo en pleno discutía asuntos de seguridad; los segundos, la policía comunitaria, por todos los hechos delictivos que se dan a diario en todo el estado, ya no queda claro, a estas alturas, a que órganos de seguridad pertenecen, pero lo que sí es seguro es que ni defienden a la comunidad y tampoco dependen de ella. Por el contrario, el ciudadano común, siente desconfianza cuando en su camino encuentra un destacamento de esta “policía”.
Xalpatlahuac, es el municipio donde el día lunes 25 de octubre fue escenario de un hecho violento, que dejó como saldo dos personas heridas, ocasionada por las armas de la comunitaria de ese lugar, este grupo se posesionó del ayuntamiento, de las armas de la policía y literalmente corrió a la presidenta. Es el municipio que hace poco menos de dos décadas, fue famoso porque de aquí es originario el entonces popular, Erasmo Catarino González, ganador de la cuarta generación de la Academia con el tema de “La Manzanita”. La empresa televisiva de este reality show, difundió la cultura, gastronomía, costumbres, artesanías y las tradiciones del municipio, así como su fiesta patronal que es muy concurrida y se celebra el cuarto viernes. En el 2004, Xalpatlahuac también fue noticia, su presidente municipal había sido asesinado por líos de faldas con un sacerdote en una fiesta en Cualac, otro municipio de la Montaña. Ahora, lamentablemente es otro el hecho violento por el que, el nombre del municipio aparezca en las redes sociales y en los noticieros de nuestro país.
Es un municipio que queda a unos quince kilómetros de la ciudad de Tlapa, tiene cerca de 12 mil 240 habitantes, el 83% de la población se encuentra en pobreza, de estos el 33% están en pobreza moderada y el 55% en pobreza extrema. Hay un rezago educativo que afecta al 49% de la población, las personas que no tienen acceso a la salud representan el 25%; las familias que habitan viviendas sin los servicios básicos representan el 92%, y el 54% de sus habitantes carecen de alimentación. La actividad económica es la agricultura de temporal y el tejido de la palma en la elaboración de sombreros. Como podemos ver, el nivel de vida de sus habitantes no es diferente a cualquier municipio de la Región Montaña de Guerrero, también es una población indígena que habla el náhuatl. Aquí, como en muchos municipios y comunidades del estado, nada tiene que hacer la policía comunitaria, porque para justificar su presencia no se debe a la defensa de los intereses indígenas, sino al servicio de intereses políticos que se disputan el control del ayuntamiento, es decir el control político, pues la idiosincrasia de los indígenas hace que le tengan un respeto casi sumiso a la autoridad, y de esto, los políticos se aprovechan.
La policía comunitaria en Guerrero surge por primera vez en la montaña, en la zona indígena, concretamente en el municipio de Malinaltepec y en San Luis Acatlán. En los años ochenta del siglo pasado, era una zona productora de café, también de mango, plátano, caña, y otras frutas tropicales se daban en abundancia, los indígenas eran objeto de abusos, no solo de las autoridades locales, también de los coyotes e intermediarios que acaparaban la cosecha y les pagaban una miseria, pero también sufrían el acoso de grupos delincuenciales. Los pueblos cansados de tanta humillación y de la nula ayuda de las autoridades estatales, crearon sus propios medios de defensa, surgiendo la policía comunitaria, pero esta tuvo un desarrollo histórico. Primero la profunda injusticia social y los abusos y violaciones de sus derechos, la marginación y falta de justicia los orilló a buscar refugio en la religión, y después, a crear un sistema de seguridad que incluía funciones de procuración y administración de justicia interna, esto no es otra cosa que la evolución de los usos y costumbres, algo valioso y único que se debe de rescatar y no tergiversar como lo está haciendo el sistema. Esa ley de usos y costumbres de las comunidades Na´ Savi, Me’Phaa y Nahuas el gobierno estatal la está degenerando al permitir que surjan grupos llamados autodefensas, pero con intenciones y prácticas muy alejados de los intereses de los indígenas, desgraciadamente en estos “nuevos” grupos participan indígenas renegados que traccionan a su raza, esta ley digo, la están convirtiendo en abusos y costumbres contra los grupos originarios.
En la estructura de la organización social de los indígenas, “el topil” o “comisión,” en la cadena de mandos, es el responsable de la seguridad en las comunidades, un servicio sin sueldo y obligatorio. Cuando un ciudadano haya cumplido los 18 años, o antes si ya es jefe de familia, este servicio a la comunidad es obligatorio durante un año, aquí es donde tiene sus raíces la policía comunitaria, cumplían su función, y no necesitaban de ningún tipo de arma para hacerse respetar. Pero ahora hasta en las ciudades mas importantes del estado vemos grupos armados que instalan retenes en las carreteras y se hacen llamar autodefensas, creando inconformidad y molestia entre los automovilistas.
La inseguridad es un problema social derivado la falta de oportunidades legitimas para que los individuos tengan el ingreso seguro para resolver sus necesidades elementales de su familia, y que sus hijos puedan estudiar y prepararse. Sin embargo, el gobierno no crea esas condiciones, a pesar de que es su obligación, y ha permitido la creación de grupos que asumen las funciones de las instituciones policiacas muy alejadas de los propósitos que dieron origen a la auténtica policía comunitaria de los indígenas de Guerrero; con esa actitud de solapamiento, el gobierno ha puesto al pueblo a pelearse y a enfrentarse entre el propio pueblo como una manera de controlarlo y de distraerlo para que no piense en los problemas sociales, eso es lo que sucedió en esta semana en Xalpatlahuac, pero continuamente en el estado, hay enfrentamiento entre los grupos de los llamados autodefensas que terminan en tragedia, provocados por el control de otros intereses, muy ajenos a la defensa y seguridad de los indígenas.
Para acabar con la inseguridad y otros males de la sociedad, es necesario que se combata de raíz el origen, la pobreza. El Movimiento Antorchista desde hace 47 años ha estado luchando contra la pobreza en México, es decir, de manera pacífica y dentro del marco de la ley ha estado exigiendo al gobierno que resuelva las necesidades mas apremiantes del pueblo, sin embargo ha llegado el momento de cambiar, de hacerle claridad a la clase trabajadora que para erradicar la pobreza es necesario cambiar el sistema político y económico que nos está gobernando, para ello necesitamos organizarnos en torno a un partido político, auténticamente popular, y dar la lucha democrática para conquistar el poder, a eso invitamos al pueblo guerrerense a que se sumen al proyecto de país del Movimiento Antorchista. Solo la clase trabajadora, unida y organizada podrá cambiar a este país, hacer de México un país, libre, fuerte y soberano distribuyendo con equidad la riqueza social, producto del esfuerzo de los trabajadores de nuestro país.
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