Se viene cuestionando la veracidad de las cifras que se informan todos los días por el gobierno federal sobre el número de contagios y decesos por la covid-19 en nuestro país. El cuestionamiento lo han hecho especialistas, analistas e incluso gente del mismo partido gobernante, como el Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien dijo: "Mienten ellos o mentimos nosotros". Creemos que hay muchos elementos que nos llevan a sostener que la 4T ha mentido y sigue mintiendo sobre el estado que guarda el desarrollo de la pandemia en nuestro territorio, lo cual es muy grave. Mencionaré dos hechos:
Primero: En ningún momento, desde que inició la pandemia, se han hecho el número de pruebas o test necesarios para identificar si una persona es o no portadora del covid-19. Mientras otros países como Corea, China y Venezuela (en este último 272 mil) se han hecho miles de pruebas, en nuestro país se han realizado relativamente pocas. Y es que realizar estas pruebas en cantidades significativas es lo que debió permitir, cuando iniciaba el contagio, llevar la cantidad real de casos y su ubicación para ponderar la magnitud del contagio, y de ahí tener una estrategia basada en la realidad y no en conjeturas. Segundo: Durante las primeras semanas de la pandemia se nos manejaron cifras día a día, cifras moderadas para que no "panda el cúnico", diría el personaje del Chapulín Colorado. Pero, de repente, sin más ni más en una de sus conferencias, López-Gatell, nos habló de que en relación a los contagios deberíamos multiplicar dichas cifras por un factor (8.2, sino me equivoco), hasta el momento en que estoy escribiendo estas líneas, el número de casos verificados es de, el número de casos verificados es de 8 772, entonces la cifra de infectados "en realidad" es de ¡71,930 casos! ¿Qué nos dice esto si usamos la lógica más elemental? Que nunca se ha tenido claro la cantidad de casos, y la magnitud del problema, lo cual es consecuencia inevitable de la irresponsabilidad y torpeza del gobierno federal.
Y es que no se puede esperar otra cosa, en un tema tan delicado, como este de la pandemia, de un partido que desde que llegó al poder ha usado sofismas (una mentira con apariencia de verdad) de manera recurrente en temas económicos, políticos y ahora en materia de salud, mostrando que se basa una concepción nefasta de ejercer el poder. Las "mañaneras" de AMLO son sinónimo de mentira y engaño al pueblo; las conferencias de Hugo López-Gatell son un remedo de las mañaneras.
La 4T le miente al pueblo de México porque antepone su interés político como grupo en el poder, a la preservación de la salud de la población en general, y, particularmente de la más vulnerable. El querer conservar y acrecentar el poder político e impedir que nada lo mine, lo mengue; que la oposición, que crece, día a día, contra éste gobierno fallido, no se fortalezca en las cada vez más cercanas elecciones intermedias del 2021 para el control del Poder Legislativo, necesario para mantener sus reformas y seguir impulsando otras para reforzar el poder absoluto a que aspira AMLO y su grupo. Esconder las verdaderas cifras de contagios y muertes con el fin de dar a entender que el gobierno está teniendo "éxito" para controlar la pandemia y evitar de esta manera amainar la crítica de la oposición que se desencanta, con la consiguiente caída de la popularidad de López Obrador.
AMLO, ha buscado a toda costa concentrar más poder basado en la actitud sumisa y servil del poder legislativo, quien no se concibe, por convenir a sus intereses mezquinos, como un poder autónomo y de contrapeso al ejecutivo. Los diputados han dejado de ser representantes de sus electores para convertirse en servidores obsecuentes a lo que diga "el dedito" de ya saben quién. Ahí está la imposición de la titular de la Comisión de los Derechos Humanos que en medio de una verdadera rebatinga en el Senado fue investida como titular de esa Comisión. Y ahí está la reforma que hace legal la reelección de diputados y senadores, permitiéndoles permanecer en sus cargos, reforma que fue aprobada en una sesión de la Cámara de Diputados ¡en plena cuarentena!, y en la que no estuvieron las fuerzas políticas de oposición. Y lo sucedido ésta misma semana cuando los senadores morenistas y sus aliados aprobaron la llamada Ley de Amnistía por el que se permitirá la liberación de presos por razones "humanitarias" por el covid-19. Y si no basta lo dicho, ahí está también, lo hecho por el morenista Miguel Barbosa, Gobernador de Puebla, quien manipula a instituciones supuestamente autónomas, como lo son el Instituto Estatal Electoral y el Tribunal Estatal de Puebla para, torcer el derecho electoral, y negarle el registro como partido estatal al Movimiento Antorchista Poblano. Lo anterior no muestra más que a los morenistas sólo les interesa el poder por el poder, y para ello, no se detendrán para mentir, para torcer la ley y para poner en práctica, los demás recursos propios de un régimen de forma y contenido dictatorial.
El gobierno de la 4T miente por no representar los intereses del pueblo trabajador, ya que es un gobierno que dentro de su "austeridad republicana", donde demuestra ser más neoliberal que los más neoliberales en lo relacionado al "adelgazamiento del Estado" por oneroso, donde quitó programas, que incidían, aún y con sus deficiencias, en el bienestar de la población humilde como el Seguro Popular, PRóSPERA, entre otros. Corrió a médicos, redujo presupuestos como el del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). No está interesado en promover verdaderamente la ciencia y la tecnología, las cuales son una carga para su régimen. Y es que hay que tener claro que en un problema de salud pública de la envergadura, como la que enfrentamos, la participación de cientos de científicos, de especialistas, de médicos, de matemáticos es vital. La inversión de recursos ilimitados para hacer las centenas de miles de pruebas o test del SARS-CoV-2 que se tengan que hacer para tener un diagnostico científico, que nos arroje la cantidad de casos reales, de dónde se ubican y de ahí tomar las medidas correctas para detener su propagación, debería ser preocupación de un gobierno humanista. Un derrotero científico, aplicado a la salud, a la economía, a la educación, que nos lleve a buen puerto. Pero desgraciadamente estamos gobernados por los políticos ambiciosos, pragmáticos e ignorantes, que sólo buscan incrementar su peculio personal adornándose con el atuendo de redentores del pueblo. Eso es Morena.
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