En nuestro país, la riqueza de unos cuantos es la pobreza de la mayoría. De acuerdo con datos del Inegi, en 2020, la cantidad de mexicanos en condición de pobreza fue de 55.7 millones,más o menos cuatro millones más en comparación al año 2018. Esto, a pesar de los discursos trillados del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en los que no deja de mencionar que lo importante es acabar con la corrupción para así acabar con la pobreza.
Pero como ha dicho, desde hace varios años atrás, el Movimiento Antorchista, el problema de la desigualdad en el país no es producto de la corrupción, como pregona López Obrador, sino un problema económico que está en la base de la sociedad. Cómo se explica que durante la pandemia millones y millones de mexicanos enfermaban y morían y otros perdían sus empleos, unos cuantos mega millonarios aumentaban sus fortunas en un 33 por ciento.
Uno de los mexicanos más conocidos y famosos en todo el mundo, es el hombre más rico de México, de América Latina y el Caribe, Carlos Slim Helú, quien concetra más riqueza que la mitad de la población mexicana, es decir, más o menos 65 millones de personas juntas y, durante la pandemia su riqueza aumentó en un 42 por ciento. Esto significa que Slim gana, por hora, un millón de dólares.
¿Cuánto gana un obrero promedio en nuestro país? El sario minímo en México es de 207 pesos y aunque el Gobierno federal anunció como un gran logro el aumento del salario, esto es una tomada de pelo si consideramos que así como se elevo el salario mínimo se elevaron los precios de productos de la canasta básica; es decir, de nada sirve un aumento al salario si al mismo tiempo suben los costos de los productos y, con ello, se pierde el poder adquisitivo de la gente.
Si comparamos el millón de pesos por hora que gana Carlos Slim, con los 207 pesos que gana un mexicano promedio, la diferencia es tremendamente abismal, de ahí que, durante la pandemia, miles de mexicanas hayan perdido su empleo y hayan quedado en la pobreza.
De acuerdo con el Inegi, las personas con una economía vulnerable destinan el 47 por ciento de sus ingresos al consumo de alimentos, bebidas y tabaco, esto significa que aquellos que perciben un ingreso de cinco mil 190 pesos mensuales, destinan alrededor de dos mil 439 pesos solo en alimentación.
La canasta básica integrada por 30 productos, tiene un costo promedio de 897 pesos y un máximo de mil 184 pesos por semana, por lo que su costo mensual mínimo corresponde a tres mil 588 pesos y el máximo a cuatro mil 736 pesos. Para el grueso de la población mexicana llega con lo justo a final de mes. Mientras, Slim que gana 24 millones de doláres en un día y no tiene ninguna preocupación por si llega con dinero o no a fin de mes. Aquí se observa claramente como la riqueza de unos cuantos es la pobreza de la mayoría.
“En México la desigualdad es grande pero escurridiza. Los ricos viven en espacios separados, cerrados y aislados. Su México es un gueto protegido por seguridad privada donde sus niños se conocen en las mismas escuelas privadas y sus ancianos son velados en las mismas funerarias”. ( El País)
El diario El País publicó en su portal un trabajo especial que dice que “de un lado, del otro, así se vive la desigualdad en México”, realizado por Viri Ríos, en el cual detalla que los ricos no saben cómo viven los pobres porque, sencillamente, no los conocen. La clase alta mexicana, es decir, los grandes magnates y sus familias, habitan en un territorio estimado de 1.467 kilómetros cuadrados que representa apenas el 0.07% del territorio nacional. Y desde ahí controlan el 47% de la riqueza nacional.
Insisto, la riqueza de unos cuantos es la pobreza de la mayoría. Mientras los magnates tienen acceso ilimitado y de calidad a servicios básicos como agua potable, drenaje, electrificación, seguridad y además cuentan con una alimentación superior a cualquier otro mexicano promedio.
Hoy, con el Gobierno federal morenista la desigualdad en nuestro país se ha incrementado; es más López Obrador se atrevió a declarar que “se ayuda también a los de arriba, yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito. Al contrario, les ha ido bien”.
Como si fuera un máximo logro mantener e incluso aumentar la fortuna de los más ricos mientras millones de mexicanos se mueren de hambre, pierden sus empleos, no tienen acceso a servicios básicos como lo es el acceso a la salud. Y es que el problema de esta desigualdad no es la corrupción como menciona trilladamente el presidente, sino es un problema de una mala distribución de la riqueza nacional.
Pero mientras sigamos manteniendo en el poder a un gobernante que su discurso es que la pobreza y la desigualdad se reduce a la corrupción, y le da prioridad a los ricos y a obras gigantescas que solo beneficiarán a unos cuantos como el Tren Maya u otras obras que son inservibles como la Refinería de Dos Bocas o el Aeropuerto Felipe Ángeles, los ricos seguirán acumulando riqueza y los pobres continuarán acumulando pobreza.
Recuerda que tu pobreza es la riqueza de unos cuantos y, si no quieres seguir por el mismo camino, es momento de organizarnos para construir un partido que nos represente y llegue al poder político del país para que gobierne para beneficio de los millones de mexicanos que hasta hoy viven grandes dificultades por culpa de la pobreza; necesitamos emprender la lucha por un país diferente, un gobierno diferente para ti, para tus hijos y para todos los mexicanos.
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