El problema de la vivienda en México es un tema añejo, tema recurrente en cada sexenio de nuestro país junto con el crecimiento poblacional que cada año demanda un mayor número de viviendas. México y el mismo gobierno de nuestro país, aún no cuenta con la experiencia necesaria y las políticas adecuadas para satisfacer este requerimiento básico para los que habitamos el CDMX.
Para conocer este problema hagamos un poco de memoria y remontémonos al Programa Nacional de Vivienda de 1990- 1994 en el que se desarrollan las propuestas y lineamentos que en materia habitacional establecen el Plan Nacional de Desarrollo 1989 – 1994, documento en el cual el gobierno federal expresa su compromiso de afrontar con responsabilidad y decisión las necesidades habitacionales de los mexicanos.
Sin embargo, los propósitos y objetivos de las instituciones cambian, influenciados por corruptelas, compadrazgos conducidos por beneficios económicos millonarios. El contraste está en los propósitos con los que se creó el programa de vivienda en México. En sus orígenes, el programa tiene o tenía el propósito de contribuir a elevar el bienestar social y de vida de la población de menores ingresos en función de interés social con el objetivo de dar soluciones al problema habitacional y a la recuperación económica del país y para rematar para contribuir a una mejor distribución del ingreso, todo esto en un marco de recuperación económica que se planteó hace ya más de 30 años.
En este escenario podemos percatarnos de que la realidad es una y el programa de vivienda es otra realidad alterna. El déficit de la vivienda a nivel nacional se estima en alrededor de 6 millones, de esta cantidad, la mayoría está conformada por viviendas que carecen de servicios y de un mejoramiento sustancial.
La necesidad de vivienda del país es consecuencia del elevado crecimiento demográfico registrado en décadas anteriores. En los noventas México tenía una población de más de 81 millones de habitantes. México cerró 2014 con una población de 119.715.000 personas, lo que supone un incremento de 1.318.000 habitantes respecto a 2013, en el que la población fue de 118.397.000 personas.
Con esas cifras parece que el tema de la vivienda es desalentador y si unimos a esto a que las grandes empresas inmobiliarias pagan precios ínfimos por terrenos destinados para proyectos de viviendas de interés social, donde los menos beneficiados son los que menos tienen, ya que –además de que los créditos hipotecarios para adquirir una vivienda son elevados–, el salario que perciben también es menor.
En los casos en que el trabajador sea beneficiado por un crédito de Infonavit, Fovissste, los inmuebles se encuentran lejos de los centros de trabajo lo que provoca un mayor gasto para el beneficiario y su familia.
Todavía en junio de 2006 se promulgó la Ley de Vivienda a través de la cual "se hace hincapié en que esta es un derecho de los mexicanos que debe ser cubierto mediante la acción del sector público, privado y social, así como de la importancia de esta como motor del desarrollo económico del país de acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en septiembre de 2012 – pese a la legislación, la realidad es que los mexicanos se ven orillados a alquilar viviendas lo que los lleva a vivir en hacinamiento, lo que provoca otros problemas sociales.
Es por ello que Antorcha Popular se ha hecho a la tarea de dar seguimiento a las necesidades de vivienda del pueblo mexicano en el país, en respuesta a la poca capacidad del gobierno federal por satisfacer la elevada demanda existente. Este seguimiento se da a través de programas puntuales de mejoramiento de vivienda, mejoramiento y pinta de fachadas, entre otras, siempre buscando nuevas oportunidades para exigir por este derecho básico apuntalando al futuro y por las necesidades del pueblo.
Ahora el escenario es nuevo y el Movimiento Antorchista evoluciona siendo consciente de que la nueva oferta de vivienda deberá contemplar los cambios en la demografía a mediano y largo plazo.
Tan solo hay que considerar que en el país se reportan más de medio millón de matrimonios cada año; se trata de 500,000 parejas que requieren una vivienda para iniciar una familia. Al mismo tiempo, las personas también envejecerán y requerirán espacios más orientados al descanso que al bullicio. El gran reto ahora será velar por las necesidades de esas nuevas familias y que tengan la oportunidad de desarrollo en el mundo actual.
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