MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las inundaciones en Tabasco, una razón más para no votar por Morena

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Todos sabemos que, en los meses de octubre y noviembre del año pasado, Tabasco sufrió una de las peores inundaciones de los últimos 50 años. Es cierto que las condiciones geomorfológicas y climáticas que predominan en el estado lo hacen propenso a padecer precipitaciones constantes, pues en el territorio tabasqueño confluyen cuatro grandes cuencas hidrológicas: el río Tonalá, el río Mezcalapa-Grijalva –que es el que tiene las cuatro presas", el río Usumacinta –el más caudaloso de México y que no tiene obra de control–; y el río San Pedro.

Los primeros registros de inundaciones en Villahermosa datan del Siglo XVI. El agua fluye en la región desde siempre, una planicie en la que desembocan los dos ríos más caudalosos en el país, el Grijalva y el Usumacinta. Por lo anterior, no es responsabilidad del gobierno el hecho de que sucedan inundaciones, pero lo que sí es su responsabilidad son las medidas que debe tomar para mitigar la desgracia de los damnificados y para evitar futuras inundaciones, invirtiendo en infraestructura.

En ésta última inundación, según milenio.com, se reportaron 13 municipios, de los 17 que hay en el estado, con afectaciones severas, sobre todo en las regiones Centro, Macuspana y Tacotalpa, dejando más de 180 mil personas afectadas y 35 mil 982 viviendas en la entidad con inundaciones. Muchas familias tuvieron pérdida total de sus pertenencias, muebles, ropa, hasta los animales de traspatio que criaban para su consumo, y que, para aumentar la desgracia, días antes, la Cámara de Diputados aprobó la cancelación de los Fideicomisos, entre los que se encuentra el Fonden.

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La respuesta del Gobierno federal ante el desastre fue lenta e insuficiente. Los habitantes de las zonas afectadas tuvieron que vivir por más de 50 días con sus viviendas invadidas por el agua de los ríos desbordados; fue hasta el mes de diciembre que se empezó a liberar el apoyo a los afectados; dicho apoyo consiste en otorgar diez mil pesos a 200 mil afectados, según el censo que levantaron los "servidores de la nación”; pero, según las quejas de la población, no se tomó en cuenta a todos. El monto de lo destinado ascendió a dos mil millones de pesos, número que, comparado con los más de 45 mil millones de pesos aprobados para continuar con la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, exhibe la verdadera prioridad del Gobierno federal. 

Así pues, los tabasqueños siguen en el olvido, por eso es necesario que el pueblo se organice con dos objetivos. El primero es luchar junto con el Comité Ciudadano "Por un Nuevo Tabasco” para exigirle al Gobierno que se invierta en la infraestructura necesaria para que nunca más haya inundaciones. El segundo es que, en las próximas elecciones del 6 de junio, negar todo apoyo a los culpables del terrible desastre nacional que hoy vivimos: Morena y su "Cuarta Transformación", y votando por los candidatos de otros partidos que, de alguna manera, representen las esperanzas y aspiraciones legítimas del pueblo mexicano, y que hayan demostrado en los hechos que su prioridad es la atención de las necesidades de la mayoría de los ciudadanos.

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