En la última semana del mes de octubre, el Congreso del Estado de Puebla aprobó la Ley de Presupuesto y Gasto Público, iniciativa nada más y nada menos que del gobernador Miguel Barbosa Huerta, misma que dota de facultades a la Secretaría de Planeación y Finanzas para controlar el gasto en sueldos y prestaciones en organismos autónomos como el Congreso local, el Tribunal Superior de Justicia, la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía General del Estado, además de los 217 municipios, entre otros.
Sin duda alguna, se trata de una riesgosa y peligrosa chicana legislativa, cuyo objeto de fondo es centralizar el poder en la Secretaría de Planeación y Finanzas, la cual está subordinada al gobernador morenista, pero no sólo eso, con la aprobación de esta nueva ley, existe la posibilidad de que la medida atente contra el Artículo 115 de Constitución Política Mexicana que reconoce la autonomía de los municipios y quita sentido a la operación de organismo autónomos.
La aprobación de la Ley de Presupuesto y Gasto Público prevé que ahora las secretarías de Planeación y Finanzas y la de Administración autoricen la contratación de personal, creación de plazas, apertura de áreas, unidades o departamentos en las dependencias gubernamentales y el control del gasto aplicaría también para el Instituto Electoral del Estado, el Tribunal de Justicia Administrativa y el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública, además de los ya mencionados al inicio que, se supone, son constitucionalmente organismos autónomos.
Esto implica que toda esta gigantesca estructura del aparato del Estado quede a merced de una sola persona: el titular del Poder Ejecutivo.En este caso, Miguel Barbosa Huerta tendrá el control de este andamiaje para someterlo a su voluntad al arrebatarles su independencia económica, acción que pudo haber sido evitada por el propio Poder Legislativo; sin embargo, éste renunció a sus facultades al servir, en los hechos, como simple mozo del gobernador y no como un poder que hiciera contrapeso para evitar que caigamos en las fauces de un gobierno dictatorial y con poder unipersonal.
Sin embargo, aquí viene otra de las aristas del problema.Hace unos días, diversos medios informativos dieron a conocer que la Auditoría Superior de la Federación reveló que estados gobernados por Morena encabezan la lista de faltantes detectados en la Cuenta Pública 2019, y que suman irregularidades por 25 mil 748 millones de pesos.Falta de documentación comprobatoria del gasto, pagos improcedentes, recursos no ejercidos, devengados, comprometidos o sin ser integrados, forman parte de las irregularidades reportadas.
De acuerdo con el reporte, el ejecutivo de la Ciudad de México deberá justificar 7 mil 516.5 millones de pesos; Veracruz, 2 mil 413.4 millones; Chiapas, 2 mil 158.5 millones de pesos y Puebla, con Miguel Barbosa a la cabeza, no ha justificado el gasto de mil 136.6 millones de pesos.El mismo que ahora controlará los recursos de ingente cantidad de organismos "autónomos".
¿Será casual que esta jugada de Morena en Puebla se dé ahora, de cara al 2021 donde habrá un importante proceso electoral para renovar alcaldías y el Congreso local? ¿Será que el mandatario lopezobradorista esté pensando en cómo aplicar esos recursos para evitar que Puebla sea el cuarto estado con más muertes por covid a nivel nacional? ¿Será que Morena está buscando en qué aplicar esos recursos de tal forma que beneficie a los miles de familias afectadas por la contingencia sanitaria? ¿O será que está preparando el camino para conservar el poder por el medio que sea en este proceso electoral?
Cual sea la respuesta, nos queda claro que, en Puebla, Morena ha asumido el control de todo, se ha convertido en un monopolio del poder al que urge de facto un poder capaz de hacer un contrapeso para que recule en las malas decisiones que perjudican a nuestra sociedad, disponiendo de recursos, organismo e instituciones como si fueran de su propiedad personal.
En Puebla ya había ya de por sí un clima de terror gracias al gobernador, quien ha arremetido en contra de las organizaciones populares y de todos aquellos disidentes que se atreven a alzar la voz y denunciar sus errores; ahora, con el absoluto control de los organismos encargados de crear leyes, aplicarlas y sancionarlas, muy seguramente se enconará más el clima social.
ítem más.Esto nos revela la importancia de tener independencia económica, estrategia aplicada por el Movimiento Antorchista desde su nacimiento, así como lo acertada y valiosa que es su estructura financiera que nos ha dado absoluta independencia política y no ha evitado la tragedia de caer en infortunios como al que condenó el Congreso de Puebla a los municipios, organismos e instituciones autónoma.
Estos hechos, ponen de manifiesto la imperante necesidad de crear una fuerza social capaz de corregir el rumbo de nuestro estado.Hace falta que elijamos a representantes populares que verdaderamente estén identificados con los intereses del pueblo humilde y trabajador, que tengan el valor y la entereza suficiente para enfrentar la mezquindad de los gobernantes enquistados en el poder, que no se vendan ni se doblen ante el poder represivo y faccioso de las fuerzas coercitivas.Pues su cumplen con su papel, el pueblo organizado siempre estará con ellos respaldándolos, aun y en contra de las triquiñuelas de Barbosa.
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