Hace 29 años, falleció el biólogo Wenceslao Victoria Soto, o maestro Wences como cariñosamente le decían sus compañeros de lucha y amigos. él fue el impulsor del Movimiento Antorchista en Michoacán, y debido a una mala cirugía de corazón, en abril de 1991 su luz se apagó para este mundo.
El maestro Wences se caracterizó siempre, desde su juventud, por luchar y defender a los más desamparados de nuestra patria; en Michoacán fue el impulsor de la creación de muchas colonias populares, mismas que sirvieron a miles de familias para que pudieran tener un lugar de calidad para poder vivir; digno ejemplo de ello es la colonia Tierra y Libertad, (hoy llamada "Wenceslao Victoria Soto", en su honor); esta colonia ha alcanzado un desarrollo importante desde su fundación, pues a la fecha cuenta con todos los servicios básicos; todas las casas pudieron construirse con materiales de calidad, pero eso no es todo, esta colonia cuenta con una de las unidades deportivas más grandes y mejor equipadas del estado. Este gran complejo deportivo cuenta, entre otras instalaciones, con canchas de básquetbol y de futbol, estadio de futbol con pasto sintético, una pista de tartán y una alberca semiolímpica, y al lado de esta impresionante unidad está a punto de inaugurarse el Complejo Cultural "La Antorcha".
Todo este desarrollo evidentemente es el resultado de la lucha de miles de antorchistas que siguieron el camino que Wences les enseñó; su luz se apagó, pero en cambio prendió la de miles de michoacanos más. Cada año nuestro evento multitudinario da fe de eso; se reúnen, cada 13 de abril más de 40 mil michoacanos que rinden homenaje y conmemoran la vida del fundador del antorchismo, pero también siguen festejando los logros que su lucha les ha brindado.
Este año, debido a la contingencia por la que atraviesa nuestro país y el mundo, es imposible realizar esta concentración, pero su ejemplo de lucha, sigue siendo tan vigente como antes. Hoy existen ya 52.4 millones de mexicanos que sufren de pobreza, 9.3 millones de ellos en pobreza extrema, cifras que constantemente tienen un crecimiento aceleradísimo, y que dejan cada año a miles de familia en la calle, lo que provoca entre los mexicanos la incertidumbre de si podrán comer al día siguiente.
Este pueblo fue por el que durante muchos años luchó el maestro Wences, y hoy, ante la pandemia que azota a todo el mundo, la división de clases, entre los pocos que tienen mucho y los millones que no tienen nada, se hace más notoria, los miles de rostros desencajados de las personas que transitan por las calles desde antes de que salga el sol y después de que la noche ya cayó, se incrementan; en los cruceros cada vez se ven más niños a quienes la pobreza ha robado su infancia y alegría; disfrazados de payasos, con sonrisas pintadas que ocultan la tristeza de su alma, lanzan pelotas al aire o venden chicles y cigarros pues deben llevar sustento a sus familias, ¡niños de 7 años que deben ayudar ya a mantener a una familia!
La situación de los pobres, que de por sí ya era grave, se ahondará muchísimo más. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, prevé que para cuando pase la pandemia provocada por el Covid-19, los pobres de América Latina incrementarán su número en 35 millones; esto quiere decir que serán 35 millones de personas las que caerán en la pobreza, esto debido a que la contingencia los ha condenado al desempleo, sin contar con que los pagos de los servicios básicos, al menos en México, no han sido suspendidos, y los apoyos alimentarios tampoco se han entregado a los mexicanos.
Es por estos millones de mexicanos que viven en situación tan precaria, mismas que se agravarán, que los antorchistas luchamos, día con día, para poder ofrecerles mejores condiciones de vida; este sector es por el que el maestro Wences nos enseñó a luchar, y hoy, más que nunca, la nobleza personal que le caracterizó y que inculcó en el corazón de miles de michoacanos y mexicanos sigue viva. El camino que nos marcó sigue vigente, seguimos luchando por sus ideales y los seguiremos llevando a todos los rincones del país, hoy y siempre.
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