Cinco años han transcurrido desde la llegada de morena al gobierno de México con López Obrador a la cabeza. A lo largo de este periodo de tiempo hemos tratado de analizar de manera objetiva cómo vemos la problemática en el país, que de acuerdo a cifras serias de organismos especializados, estudios y del propio sentir de una gran parte de la población, que expresa su desencanto, el país viene en declive por las políticas públicas mal aplicadas de la mal llamada 4T.
Cinco años parecieran poco, pero el daño es cómo de 80, justo el periodo de tiempo en el que gobernaron los otros, los que no servían para gobernar, según los cuentos de AMLO y su camarilla cuatroteista, aunque curiosamente la mayoría de estos individuos militó en estos partidos y gobernó con sus preceptos, hoy bajo otra bandera se encuentran encumbrados en la silla de gobierno y en muchos otros cargos públicos, gastando el erario a sus anchas y protagonizando una serie de escándalos de corrupción, a pesar de que su bandera para conquistar a las masas votantes fuera precisamente esa, la de acabar con la corrupción en el país, mal de que ha venido adoleciendo México y que en este sexenio se ha recrudecido.
López Obrador en su eterna campaña prometió combatir la desigualdad y la pobreza, pero estos males siguen peor que antes. Las filas de pobres han venido a engrosarse, generando que miles de familias sufran en medio de este flagelo, mientras los ricos, los de siempre, incrementaron sus fortunas.
No sólo de este mal está enfermo México, sino también de la inseguridad que en nuestro días preocupa mucho, porque miles de mexicanos han perdido la vida en crímenes violentos, demostrado con ello que López impuso una estrategia, si así se le puede llamar, de “abrazos no balazos”, propiciando con ello que los grupos delincuenciales adquieran más poder y hoy México, por este hecho tiene la vergonzosa cantidad de 162 mil homicidios dolosos y 120 mil desapariciones, miles de madres lloran la pérdida de sus hijos y no hay poder humano que detenga esta masacre.
Y lo más terrible es que el presidente de México, López Obrador, quien debería garantizar seguridad para todos los mexicanos, en vez de al menos avergonzarse ante estas cifras escalofriantes que preocupan a cualquier mandatario normal, no sólo en este tema pero también en este tema sólo se le ha ocurrido desacreditar a quienes exhiben las terribles cifras, como lo hizo en la mañanera del 13 de noviembre, en la que trató de desacreditar a la ex Comisionada Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, quien denunció que el gobierno de López Obrador oculta las cifras de personas desaparecidas, y agrego, tal como lo hizo con los miles de muertos en la pandemia por Covid-19.
Otra de las promesas vergonzosamente incumplidas de AMLO es la garantía del Estado de Derecho, con su conocida frase de “al margen de la ley nada”, pero bien sabemos cómo su gobierno pisotea la Carta Magna, y no respeta el Estado de Derecho, que con la 4T como gobierno sólo ha quedado en simple ilusión, incluso golpetea desde el gobierno a las instituciones tal como lo venía haciendo desde antes, cuando no era gobierno pero aspiraba serlo.
Y qué decir del descarado gasto del erario para comprar votos, dinero que su destino debería ser el crear infraestructura y servicios para toda la población mexicana, y éste sólo llega a un grupo de mexicanos con la idea de comprar su conciencia, propiciando con ello corrupción y que en el país no haya construcción de obra pública.
López Obrador tanto ha criticado el autoritarismo presidencial, sin embargo protagoniza este mal en todo su esplendor.
En el tema de la salud estamos peor, pues a cinco años del gobierno fallido de AMLO, no digamos que tengamos el servicio público a nivel de Dinamarca, sino aunque sea lo básico para que todos los mexicanos puedan acceder a los servicios de salud, pero ni eso, peor aún, los servicios de salud se vienen deteriorando por culpa de lo que mencioné renglones más arriba, no hay inversión pública porque todos los recursos se están yendo a las transferencias monetarias compra votos y como consecuencia en los hospitales ya no hay medicinas ni insumos, el personal de salud trabaja en condiciones deplorables, prueba de ello es la serie de manifestaciones que continuamente médicos y enfermeras han protagonizado para alzar la voz por esta situación tan complicada, ah, por cierto, también han sido atacados por AMLO, quien en su afán autoritario no resuelve pero sí trata de desestimar a quien le exige que cumpla con su deber.
En este rubro y según datos de la OCDE, se ubica a México como el país con los resultados más bajos en atención de salud pública, en especial en la destinada a combatir enfermedades crónicas de mayor riesgo e incidencia, como presión arterial, cáncer, diabetes, etc., incrementando con ello la mortalidad infantil, pues todos seguramente nos dimos cuenta de la serie de manifestaciones que padres de niños con cáncer tuvieron que realizar porque no hay medicinas en los nosocomios que tratan esta enfermedad, ah, y por cierto también fueron atacados por López Obrador y hasta por Gatell, personaje oscuro de la pandemia de Covid-19.
Y esto es sólo un pequeño recuento de los daños que la 4T ha hecho en nuestro país, pero podríamos llenar páginas enteras. Entiendo que la figura de partido está muy desgastada en nuestro país, por partido muchos mexicanos entienden a lo peor de la clase política, pero hagamos de lado ese apelativo y entendámoslo como un grupo, y entendamos también que los mexicanos, sobre todo los que han sido golpeados por la 4T con todos los problemas que se plantean, nos unamos para hacer frente a la problemática social, para exigir que las cosas mejoren, que los recursos públicos sean invertidos en obra social y no en caprichos amlistas, que la inseguridad y violencia cesen, que se respete el Estado de Derecho y que todos los mexicanos podamos vivir en armonía, con trabajo y salud. ¿Es mucho pedir?
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