Un jornalero es aquél que trabaja por un salario, principalmente en el campo, reconocido principalmente que trabaja por temporadas, que además tiene alguna parcela con la que complementa con algún sembradío de maíz, también se va al corte de melón a Torreón o a la naranja en la zona citrícola de Tamaulipas o Nuevo León, principalmente realizado por gente del sur del país.
Ahora con la tecnología y con la pandemia, han surgido y aumentado un nuevo tipo de trabajadores, que realizan trabajos por temporada, que realizan encargos por pedido a través de las aplicaciones. Y muchos han tenido que entrar en este tipo de empleo por su flexibilidad, aunque también es precario porque no cuenta con los servicios de seguridad social. Ahora con las aplicaciones móviles, uno de los trabajos más extenuantes es el de repartidor de comida. ¿Cuántos de ellos arriesgan su vida corriendo por las calles atestadas de automóviles?
Según un informe de la OXFAM, “Este Futuro no aplica”, los repartidores de Uber, Didi, ganan en promedio 53 pesos por hora. Y que no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. El reporte concluye que repartidores viven en condiciones de precariedad laboral y hace un llamado a regular a socios como trabajadores para otorgarles prestaciones sociales sin perder los beneficios de flexibilidad.
Se realizaron mil encuestas a repartidores de diferentes aplicaciones. “Las personas repartidoras viven excluidas del ejercicio pleno de sus derechos sociales”. Sufren acoso, discriminación, etc. Ahí se indica que con un promedio de 46.3 horas semanales laborales, llegan a ganar 53 pesos por hora. Si se le reducen los costos asociados a la realización del trabajo, la utilidad de una semana laborada de seis días es de 2085 por semana, con una mediana de 1700 pesos. Además “cada repartidor es responsable de su medio de trabajo (bicicleta, moto, vehículo), tiene que pagar su propio seguro, sus impuestos y su equipo de trabajo”. Una mochila de repartidor cuesta entre 700 y 1200 pesos.
El reporte también indica que no todos quieren prestaciones sociales, porque eso implicaría ver reducidos sus ingresos por pagar cuotas. A decir de los encuestados, esta debería ser opcional. Ya que la conclusión del reporte es que los repartidores tienen desconfianza no solamente hacia las empresas, sino también para con el gobierno, porque consideran que es una “institución lejana que no garantiza derechos y captan rentas a través de los impuestos que les cobran.” Lo que implica que se revisen las políticas actuales de aseguramiento, “ideas de política pública innovadora que tome en cuenta como punto de partida las relaciones entre trabajadores, empresas y gobierno y cómo ellas han sido modificadas por la tecnología”
Sufren discriminación por parte de los restauranteros, guardias y clientes. Y tienen ellos que asumir las culpas que le competen al restaurante o a otro factor. Además, deben de llevar cambio o no les dicen el método de pago. Del 2016 al 2021 aumentó la proporción de las personas que entran a esas aplicaciones por el desempleo del 40 al 44 %, los hombres entran por desempleo y las mujeres por la flexibilidad de horarios.
La promesa de ser tu propio deja mucho que desear, “el oasis”, prometido no es tan real como lo anuncian en los comerciales, ya que si no trabajas algo mínimo, pierdes derechos en la aplicación o ves mermados tus ingresos, debido a que si no te conectas de forma casi permanente, no adquieres el nivel diamante, por ejemplo y no puedes reservar lugares, etc.
El espacio es breve y no alcanza para decir que estos nuevos jornaleros están en la mima posición que los jornaleros agrícolas, muchos de ellos sin prestaciones sociales y sin garantía en caso de un accidente, ahí están los repartidores que día tras día sufren accidentes perdiendo la vida o quedando en el desamparo para siempre.
En este sentido el fallo que la corte suprema del Reino Unido en la que declara que los trabajadores de las aplicaciones deben de ser considerados como trabajadores y que debe contar con todas las prestaciones, nos debe servir de ejemplo, a lo que pueden pelear los trabajadores de las plataformas. Es necesario unirse para exigir un gobierno más justo, y más transparente en los beneficios a los trabajadores y ellos deben de unir para defender sus intereses. No deben ser como empleados “autónomos”, o socios que pagan los costos que debería asumir la empresa (Xataka.com.mx 29/02/21).
0 Comentarios:
Dejar un Comentario