La desigualdad social que impera en México ha crecido a niveles alarmantes, pues según datos públicos, el 1.2 % más rico del país concentra casi la mitad de la riqueza nacional, mientras que el 98.8 % de mexicanos carece de los medios para asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas de alimentación, vestido y calzado. Lo anterior nos obliga a pensar en que es necesaria una reforma fiscal progresiva, es decir, que el gobierno cobre impuestos de acuerdo a los ingresos de las personas de tal forma que paguen más quienes ganan más y viceversa.
La fórmula planteada tiene lógica, sin embargo, no ocurre así. La idea de gravar más a los que más tienen no es nueva, economistas como Joseph Stiglitz han demostrado que el concepto del “goteo” económico, donde los beneficios otorgados a los ricos supuestamente llegan a las capas más pobres, no ocurre sin una intervención estatal intencionada, a la que tampoco están dispuestos los gobiernos mexicanos que le tienen respeto a los magnates y les dan todas las facilidades para hacer negocios y acrecentar sus fortunas a cambio de que los dejen gobernar y hasta despilfarrar los recursos del erario, mientras no les toquen su riqueza.
La influencia del poder y dinero está presente en todos los órdenes del gobierno, de tal manera que los ricos se suman a los aplausos porque continúa la política centrada en la entrega de transferencias monetarias, que ya son parte de la estructura gubernativa que al parecer les conviene a todos los ricos y gobierno, porque ha creado dependencia, conformismo y agradecimiento de los beneficiarios hacia la 4T, que no son más que representantes del empresariado nacional e internacional que explota la fuerza de trabajo de los mexicanos con un pago miserable, pero que hace sentir a los asalariados que pertenecen a una clase social privilegiada por estar en la nómina de una empresa explotadora; y no se diga si se pertenece a la burocracia, que en su mayoría defiende a los gobernantes como seres iluminados a los que hay que rendirles tributo eterno por su supuesta benevolencia.
Sin embargo, las cosas no son así, si se revisan las cifras del Instituto de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), ser parte de la clase media en México requiere ingresos superiores a los 22 mil pesos mensuales, un umbral que la mayoría de la población no alcanza. Aun así, muchas personas creen erróneamente estar más cerca de las élites económicas que de la pobreza, lo que dificulta construir un consenso en torno a políticas progresistas que nos convienen a todos.
Hay elementos de sobra para afirmar que los gobiernos de Morena están impedidos para cambiar el modelo actual porque eso sería echarse encima a los ricos de México y de todo el mundo, de tal forma que siguen priorizando una mayor recaudación con los esquemas actuales, que recae por igual en todos los ciudadanos, cuando por los ingresos no somos iguales. Esto sólo perpetúa un sistema en el que la carga impositiva recae principalmente sobre las clases trabajadoras, mientras que los sectores más privilegiados encuentran formas de evadir o minimizar su contribución y en consecuencia crece su fortuna como ocurrió con la de Carlos Slim, Ricardo Salinas y otros.
Pero el cobro progresivo de impuestos no es todo, el modelo económico nuevo debe incluir la generación de nuevos empleos, con salarios remuneradores y una inversión superior en infraestructura social. Conscientes de la situación actual y en el marco de la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 (PEF), el Movimiento Antorchista Nacional y zacatecano se unió a la denuncia nacional por el recorte de recursos que afectará al total de estados y municipios de México, que sufrirán un recorte de más de 76 mil millones de pesos.
Con una denuncia a través de redes sociales y con el hashtag #PEFAumentaDesigualdad los zacatecanos consideraron como inaceptable el recorte del presupuesto federal 2025 a Zacatecas por 4 mil 500 millones de pesos, lo que impactará en diversos aspectos sociales de la entidad.
Para el caso de Zacatecas, el bajo presupuesto se verá reflejado en rubros como el Ramo 33 de Aportaciones Federales para Entidades y Municipios, con una disminución del 6.2%, equivalente a 358 millones de pesos, esto de acuerdo a lo dado a conocer por legisladores de la oposición en la Cámara de Diputados federal.
En total son 14 los representantes populares de Zacatecas en la Cámara de Diputados, que por cierto presumen mucho peso político en el partido oficial Morena y deberían exigir la reasignación de recursos en el PEF 2025 y no ser complacientes con la federación que afectará áreas como salud, campo, seguridad e infraestructura carretera.
Cabe destacar que la frase #PEFAumentaDesigualdad alcanzó el primer lugar como tema del momento en la red social X, donde se colocaron leyendas como: “El PEF 2025 que será aprobado por la mayoría de Morena y aliados en la Cámara de Diputados, será sin análisis profundo ni debate maduro por las políticas neoliberales de la 4T, que favorecen el gasto en tarjetas del bienestar”.
Los recortes en PEF 2025 anuncian más pobreza y marginación, menos obras públicas, aumento de enfermedades y desatención médica y mayor deterioro del sistema educativo nacional, mientras los legisladores federales de la 4t permanecen callados ante la evidente necesidad económica de municipios, para el arreglo de carreteras, seguridad y educación, lo que favorecerá el incremento de los problemas sociales de todo México y desde luego a Zacatecas.
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