MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

México, el abismo de una desigualdad social manifiesta

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"Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica... Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación. No hay tarea más grande delante de nosotros”.

 Pepe Mujica

 

La Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que el lunes comienzan las vacaciones invernales 25 millones 253 mil 306 alumnos y un millón 225 mil 341 docentes, de más de 230 mil planteles públicos y privados de Educación Básica. En Educación Superior, los más de 4 millones de alumnos y los más de 394 mil docentes atenderán los calendarios que tiene cada institución a la que pertenecen, ya sea pública o privada. También informó que el regreso a clases será el próximo lunes 11 de enero de 2021 y como se esperaba, será de manera virtual, a fin de salvaguardar la integridad y salud de todos los que forman el sistema educativo nacional, ante la covid-19.

Y a propósito del tema, viene a cuento que el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, deja la SEP y ahora será embajador ante Estados Unidos. Hablemos del trance en el sistema educativo que deja este año, con el cambio de un secretario u otro, seis años o menos, es típico de la política de nuestro país que se les da un cargo y se les quita cual piezas de ajedrez para acomodarlos a su conveniencia, ellos abandonan el barco y la situación sigue igual o peor. El gobierno ha utilizado el fallido sistema educativo producto de un sistema podrido, para manipular y controlar a la sociedad.

Desde el modelo económico que vivimos, la fragilidad de nuestro sistema político, económico y social y actualmente la pandemia de covid-19 dejaron al descubierto realidades que, si bien han estado presentes durante décadas, ahora se manifiestan de manera más cruda y directa. Las enormes grietas de la desigualdad y los momentos de crisis desnudan al gobierno actual, no es que hayan sido invisibles, pero en tiempos de "normalidad” suele ser más sencillo mirar hacia otro lado. Quienes tienen acceso a los servicios de educación son las personas que tienen los recursos y las posibilidades económicas, cuando hay un estado de emergencia queda al descubierto de manera descarnada y atroz la injusticia y la marginación; quedan en el olvido los socialmente vulnerados.

La educación en México tiene varias dificultades: es insuficiente, desigual y su calidad es incierta. En el país no sólo se presenta insuficiencia en la oferta educativa, también es carente en el personal docente, los materiales, la actualización de programas y planes de estudio y la infraestructura y servicios en las escuelas. Uno de los factores determinantes en el desarrollo social es la calidad educativa. Los altos retos que tiene nuestro país son bastante críticos, con una puntuación por debajo del mínimo en todas las áreas (matemáticas, ciencias y comprensión lectora) y uno de los peores puntajes en educación on line de todos los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), especialistas destacaron que a pesar de ser uno de los países que más invierte en este tipo de educación, México ha dado pocos resultados.

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El cambio en la dinámica de varias actividades en el mundo fue decisivo, una de ellas fue la educación que se vio obligada a migrar hacia una versión digital que permitiera a los alumnos terminar su ciclo escolar, mantener la cuarentena y evitar contagios. Sin embargo, un análisis sobre los países de la OCDE señaló que México es el país con peor calificación en educación en línea.

Entre los factores que llevaron al país a ese puesto están el alto costo de los servicios de internet y la falta de computadoras. Esta evaluación utiliza datos de varias instituciones internacionales y fue realizada por la consultora de educación Digital Preply tomando en cuenta a al menos 30 países de la OCDE. La evaluación arroja que se pagan cerca de 800 pesos por acceso a internet, lo que es una tarifa similar a Noruega o Australia, de acuerdo con datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Sobre esto, el análisis indica que entre más bajo sea el precio del internet, una mayor cantidad de población puede participar en las clases en línea. 

El porcentaje de computadoras que disponen los estudiantes mexicanos es del 44.3%, el menor porcentaje de los 30 países de la OCDE que fueron considerados para este ranking. Otros países como Chile, España y Países Bajos tienen los porcentajes más altos con 60, 78.4 y 97.6%, respectivamente. Además de coronar esa cifra como de la más bajas, México también es donde menos les pagan a los profesores, lo que es sumamente bajo comparándolo con lo que otros países da a sus maestros.

Estas características se profundizan entre más alto sea el nivel escolar y varían dependiendo de la región geográfica, de acuerdo con el informe diagnóstico del Derecho a la Educación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Uno de los problemas más grandes que ha tenido el sector educativo, y que la covid-19 solamente vino a acentuar más, son las brechas sociales y regionales con relación al acceso a la información. El acceso y ejercicio del derecho a la educación es menor para los grupos vulnerables, especialmente las regiones rurales.

Los resultados muestran una paradoja porque México es uno de los países que más invierte en este tipo de educación y es el que tiene peores resultados. El gobierno al no aplicar un plan estratégico de educación, ha tardado en desarrollar plataformas digitales y llevar la conectividad a las zonas marginadas por lo que tuvo que hacer un convenio con las televisoras para llegar a ellas ¡oh, vaya, qué conveniente!, todo es plan con maña, irónicamente hace convenios con Azcárraga y Salinas Pliego, pero en el sector académico e intelectual, AMLO propuso una limitación de debate público por medio del recorte presupuestal, algunas de las instituciones más afectadas han sido Centros de Investigación y Educación Superior, como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

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Evidentemente no ha habido en la política educativa la intención de compensar las desigualdades sociales, brindando mayores beneficios a quienes más lo necesitan. Las lecciones nos obligan a mirar hacia la realidad, el fenómeno antes descrito se replica y se acentúa en el campo educativo, lo que los representantes de los intereses económicos llaman "el monopolio de la educación pública” que han colocado al sistema educativo en una situación crítica: en una educación pública donde han demostrado que no hay diferencias sustanciales en los resultados educativos, un mercado donde el propio Estado prohijó el surgimiento de escuelas vinculadas con las televisoras cuyo único propósito es obtener beneficios económicos.

Estos tiempos actuales han puesto en el ojo del huracán algo que se sabe desde hace mucho: la política educativa de los últimos años nos ha heredado un sistema educativo débil y con grandes limitaciones para dar respuesta a las necesidades de la población, principalmente a los más desfavorecidos. Quienes cuentan con acceso a los medios electrónicos y a las herramientas digitales, de alguna manera han podido continuar con sus estudios y atemperar los estragos de una situación tan compleja, pero los marginados, los que no cuentan con los recursos mínimos, se han quedado como siempre a la zaga.

Está claro que la gente que no tiene derecho a la educación tiene menos probabilidades de acceder a otros derechos como el trabajo, la cultura, el deporte y el arte. Acceder dignamente al derecho a la educación está estrechamente ligado con otros derechos sociales en México. La alimentación, la salud, el vestido, el calzado, y ahora la conectividad son derechos determinantes en el desempeño académico de las futuras generaciones. La educación es, además, una de las vías más efectivas para lograr cerrar abismos de desigualdad y garantizar otros derechos sociales a los grupos vulnerables.

Debemos mirar críticamente nuestra realidad. Mirar los problemas que nos han heredado, no la covid-19, sino un sistema político-económico indolente e insensible ante las injusticias sociales, es necesario luchar por fortalecer los servicios públicos de salud y de educación. Tenemos el deber de luchar por la construcción de un sistema que garantice los servicios sociales básicos para toda la población, el deber de repensar nuestras opciones y trabajar por una patria más justa, humana y equitativa.

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