La noticia todos los días de la muerte de hombres, mujeres y niños es el reflejo de un Estado errado en el combate contra el crimen organizado. Son ya muchas las voces de expertos analistas, en el extranjero como en el país, que comentan que al Estado mexicano perdió el control, el problema de la inseguridad y la violencia ya desbordo al gobierno de la 4T, su política de “abrazos y no balazos”, los comentarios del presidente a favor de la delincuencia han provocado incertidumbre hacia el exterior como al interior del país, sobre todo al gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) Joe Biden.
El gobierno de EE. UU. preocupado se vio en la necesidad llamar al presidente Andrés Manuel López Obrador a cuentas, jalarle las orejas y pedirle que deje su política herrada de “abrazos y no balazos” y comienza inmediatamente a actuar contra la delincuencia organizada. Tubo que decir adiós a su política al verse obligado por el gobierno gringo a entregar a Rafael Caro Quintero. Ya había señales en el gobierno, el tema de Camarena Salazar, ha sido motivo de preocupación desde hace varios meses. Al presidente no le gustó la captura de Caro Quintero, que fue requerido particularmente por Kamala Harris. Su captura, la primera del gobierno de 4T, contradice todo lo que venía declarando el presidente, lo curioso es que se dio 4 días después de su reunión con Joe Biden.
Dando señales a quien le sirve el Estado mexicano obedece a los intereses del gran capital. Este descontrol está afectando a todos, mientras no se vieron afectados los intereses de EE. UU., AMLO dijo, hizo y deshizo, pero su alianza con la delincuencia pone el riesgo los intereses norteamericanos y nos pone en riesgo a todos nosotros, porque ya no se puede vivir en nuestras comunidades ni transitar por las carreteras nacionales sin ser asaltados. Co esta política México lleva mas de 120 mil homicidios dolosos en este sexenio, además son miles los desplazados por la delincuencia y regione4s enteras entregadas a los grupos criminales. Al parecer para los americanos el problema principal en México es la inseguridad y la violencia, sumado al problema de la inflación, la crisis sanitaria ocasionada por la falta de prevención y atención por el Gobierno federal, el desempleo, el crecimiento de la pobreza y colapso de las finanzas públicas dan como resultado lo que ya muchos dicen “México es Estado fallido”.
La pobreza en México está peor en esta administración a pesar de que el presidente diga en sus mañaneras que los pobres son su prioridad, México fue la única economía que no aumentó el gasto para mitigar los estragos de la pandemia, pero los efectos de la pandemia, junto con la falta de apoyos por el Gobierno federal hicieron que otros 3.8 millones de personas, cayeran en la pobreza, según el propio Gobierno federal “ahora 56 millones de personas están en situación de pobreza”.
En México 1.5 millones de estudiantes abandonaron la escuela durante la pandemia, para ayudar a sus padres porque ya no les alcanzaba el dinero para adquirir la canasta básica. Además 3.6 millones se quedaron sin apoyo sin comida porque el gobierno eliminó las escuelas de tiempo completo. Para corregir esta situación el gobierno necesita de dejar de esconder la verdad, ya no mentir al pueblo, dejar de inventar delitos, realizar un análisis serio, con un objetivo autocrítico, los problemas no se van a resolver con puros engaños, se necesita hacer un proyecto económico, que en lugar desmedido a fan de ganancia de unos cuantos, coloque en el centro de su interés la solución de las necesidades de las grandes mayorías nacionales, un proyecto que ponga a la economía al servicio del honren y no al hombre al servicio de la economía; es decir, que oriente su actividad a la producción de los satisfactores básicos para cubrir la necesidades de toda la población y la creación de fuentes de empleo requeridos, para que la población cuente con los recursos necesarios. Lo que se requiere es estar unidos, contar con el concurso de las grandes mayorías, de los ciudadanos de las principales fuerzas políticas, separados no arreglaremos nada, necesitamos la unidad nacional para competir con las mejores potencias del mundo y no estar esperanzados a que nos den, nosotros mismos podemos enderezar el barco, siempre y cuando dejemos de creer en falsos mesías en líderes de relumbrón inflados por los medios sin resultados prácticos, necesitamos líderes honestos emanados del pueblo trabajador, congruentes con lo que dicen y hacen. Los problemas del país no los resolverá una persona sola por muy iluminada que sea, necesitamos ponernos de acuerdo, unirnos y organizarnos.
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