Se terminaron las fiestas decembrinas y por fin llegó el nuevo año 2025, en el que todas las familias tienen nuevos retos, expectativas y buenos deseos. Sin embargo, persiste uno de los problemas sociales más graves en muchos sectores de la sociedad: la pobreza que afecta a un gran porcentaje de la clase trabajadora del país, cuyo salario no les alcanza para adquirir los productos de la canasta básica.
El salario recién acordado entre el gobierno federal, los empresarios y quienes se ostentan como representantes de los obreros mexicanos tuvo un “incremento” del 12 %. Esto significa que, en este 2025, el salario mínimo general será de 278.80 pesos diarios.
El poder adquisitivo de los trabajadores sigue desplomándose mientras el gobierno oculta la crisis con aumentos salariales insuficientes.
No obstante, este aumento queda prácticamente anulado por la inflación que ya se siente en estos días con la compra de la despensa familiar. El fenómeno, temido y mejor conocido como “cuesta de enero”, afecta a muchos ciudadanos desde la compra de la canasta básica y se complementa con el pago de impuestos que año con año aumentan o se actualizan cuotas que, como mexicanos, estamos obligados a cubrir, tales como el predial, refrendo, replaqueo, agua, etcétera.
En Morelos, con la llegada del año nuevo, también se hicieron presentes los nuevos precios en los productos de la canasta básica. Ya en estos primeros días del año se registra un aumento en diversos servicios y, sobre todo, en productos esenciales como verduras, carne, frijol, arroz, azúcar y huevo.
Aunque los de la 4T digan que la economía de los mexicanos va viento en popa, hemos visto que año con año todos los productos aumentan un 10 %, un 15 % o hasta más. La gasolina también subió un 4.5 %, a pesar de que la Cuarta Transformación aseguró que bajaría.
A toda esta situación se suman las deudas de las compras navideñas o el pago de algunas tarjetas de crédito, lo que provoca que muchos ciudadanos enfrenten dificultades económicas en estos primeros días del año.
Además, no se debe olvidar que, durante el 2024, el poder adquisitivo de los trabajadores se redujo considerablemente, pues la canasta básica tuvo un incremento del 100 % desde el 2018 hasta la fecha.
Indudablemente, se vislumbra un panorama económico difícil para los morelenses y los mexicanos más pobres.
Estas circunstancias se reflejan año con año en los pueblos, comunidades y colonias de la periferia de las ciudades. Las familias no tienen para comer, para ir a la escuela ni para recibir atención médica, lo que les impide garantizar una vida digna.
Sin embargo, a las autoridades de Morena no parece importarles, ni se nota que estén dimensionando la catástrofe económica que le espera al país si no se aplican políticas que garanticen el desarrollo económico de México y combatan la pobreza de raíz. Si esto no cambia, México seguirá más pobre que nunca.
El aumento al salario mínimo es ridículo y sigue siendo una cortina de humo para esconder la realidad de los mexicanos, además de justificar la gran explotación que padecen los trabajadores, misma que es posible por la falta de claridad, dispersión y manipulación que sufren los obreros mexicanos desde hace décadas.
Los salarios siguen siendo insuficientes para adquirir la canasta básica, lo que continuará condenando a los trabajadores y sus familias a la pobreza.
Para enfrentar esta situación y lograr que las familias mexicanas alcancen una mejor estabilidad económica que elimine la desigualdad social, se requiere un poderoso movimiento de la clase obrera en México, que se proponga la construcción de un partido revolucionario capaz de redistribuir la riqueza desde el poder político.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario