MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Morena: el rostro de la antidemocracia

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En días recientes, el diputado local y coordinador del Grupo Legislativo del Partido Morena de la Sexagésima Legislatura del Congreso del Estado de Puebla, presentó una reforma al artículo 35 constitucional y al código de instituciones y procesos electorales del estado con el objetivo claro de garantizar que en las próximas elecciones de 2021 su partido pueda asegurar la superioridad en este organismo.

En primer lugar, la reforma al artículo 35 constitucional busca eliminar la posibilidad de tener diputados por el principio de primera minoría, es decir, que aquellos candidatos que realizaron campaña y no ganaron ya no podrán acceder a un escaño en el Congreso, reduciendo considerablemente así la posibilidad de que haya representantes de oposición. Esta acción puede interpretarse como la aspiración de Morena de hacerse nuevamente con la mayoría absoluta para seguir siendo, como hasta hoy, el recadero y escribano del gobierno en turno, que casualmente, también está en manos de Morena, personificada en Barbosa Huerta.

Así pues, el Congreso del Estado dejaría de ser una expresión del poder legislativo capaz de hacer contrapeso al poder ejecutivo, como en teoría debiera funcionar de acuerdo a la democracia moderna. Sin embargo, esto busca tan sólo institucionalizar el enajenamiento de las facultades de los diputados al gobernador en turno, dejando así no solamente a los sectores sociales más empobrecidos, sino a toda la sociedad poblana en general a merced de la voluntad de quien ejerza el poder en turno.

¿Dónde queda pues, el verdadero sentido de representantes de la ciudadanía? ¿Quién evitará que se materialicen "las locuras del emperador? Nadie, absolutamente nadie, y eso debemos tenerlo presente y claro todos. Es muy peligroso, pues comenzaríamos a andar en el camino que tiene por destino la dictadura disfrazada de democracia.

Pero no sólo eso. Vamos tan sólo en el principio. Esta reforma busca también, entre otras cosas, prohibir que los partidos políticos, nacionales o locales, que participen por primera vez en una elección local, puedan formar alianzas ni postular candidaturas en común. Los beneficios de esta acción los conoce de sobra Morena, pues fue así como llegó al poder, a través de alianzas con otros partidos, pero ahora que la posibilidad de mantenerse en el poder está en vilo, busca asegurarla a como dé lugar, no importa si para ello hay que torcer la ley de forma soez y descarada.

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En nuestra democracia podemos entender la práctica de coaliciones como un factor común al que pueden o no recurrir las distintas fuerzas políticas para acceder al poder, sean de la misma corriente o no (en otra ocasión ahondaremos en ese aspecto), es decir, hablamos de una opción permitida y legal. Con estas -dice Salvador Mora Velázquez, politólogo de la Universidad Autónoma de México-, la oposición puede cambiar el equilibrio del poder en la política local y nacional, es decir, las alianzas expresan un entorno competitivo que obliga a los partidos políticos a buscar acuerdos que garanticen resultados y posiciones en las áreas de representación.

En otras palabras, estos acuerdos entre fuerzas políticas incrementan las expectativas de éxito en donde la población electoral está fragmentada en partes bien definidas y esto es precisamente a lo que los representantes de Morena le temen, pues significaría su salida del ejercicio del poder en los cargos y organismos a disputarse. ¿Será que su temor está bien fundamentado? ¿Por qué no confían en los resultados que han dado los gobiernos morenistas? ¿Por qué violar tan flagrantemente la democracia?

Decíamos líneas arriba que la propuesta de Biestro implica varias modificaciones al artículo 35 constitucional y al código de instituciones y procesos electorales del estado, además de las ya mencionadas están la posibilidad de presentar Juicios para la protección de los Derechos político-electorales del Ciudadano (JDC) ante el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), ya que actualmente esto no se contempla a nivel local.

También elimina la facultad que tiene el presidente del Instituto Electoral del Estado (IEE) de proponer una terna para elegir al titular de la Unidad Técnica de Fiscalización y de la Contraloría Interna y contempla como causa para iniciar un Procedimiento Especial Sancionador cuando se denuncien casos de violencia política contra las mujeres en el ámbito político en el derecho de votar y ser votada.

Todos estos cambios pudieran, a simple vista, parecer simples reformas y modificaciones como las que todos los días se presentan y aprueban en el Congreso del Estado, sin embargo, debemos estar atentos a las acciones de los morenistas, pues han visto el descontento popular de la sociedad, sientes pasos en la azotea, como se dice coloquialmente, y es deber elemental de nosotros, consolidar esa gran alianza, no solamente entre fuerzas políticas, sino entre todos los sectores sociales para echar a Morena de donde nunca debió haber llegado.

Morena se aprovechó del gran descontento social que cultivaron durante años los anteriores partidos políticos en el poder, y los más de 120 millones de mexicanos hemos sufrido las consecuencias de los 30 millones de incautos que creyeron en los cantos de sirena de Morena, pero la verdad siempre sale a la luz, y el verdadero rostro de Morena también lo ha hecho ya. Con toda seguridad podemos afirmar que Morena es el rostro de la antidemocracia, y para hacerle frente, debemos organizarnos en una gran fuerza social que haga respetar nuestra ya de por si endeble democracia, que mucho le ha costado al pueblo mexicano conquistar.

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