MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Morena y su “no somos iguales”

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Basta recordar solo un poco sobre la historia política de este país para darse cuenta que los que hoy dicen y predican el dicho de que “no somos iguales”, en realidad sí lo son, incluso son peores porque no solamente hacen lo mismo y con mayor intensidad, sino que pueden negarlo sin ningún tipo de remordimiento de conciencia.

Pero vayamos despacio. ¿Se acuerdan que los que no son “iguales” criticaban la compra de votos en las elecciones? En estos días el presidente de Morena Mario Delgado, el mismo que pagó la pésima obra de la línea 12 del metro de la CDMX, declaró que “Morena no compra votos ni ofrece tarjetas”.

Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, Morena está comprando votos a través de su estructura electoral pagada con los impuestos de todos nosotros, es decir, a través de los “servidores de la nación” quienes ofrecen 500, 1,000 o hasta 1,500 pesos para que la gente vote por todos sus candidatos, sin importar que muchos de ellos sean verdaderas fichitas. Es decir, se trata de un abuso de la pobreza de millones de mexicanos.

¿Se acordarán que cuando los morenistas de ahora eran oposición se quejaron infinidad de veces sobre el uso electoral de los programas sociales? Ahora resulta que son ellos mismos los mayores delincuentes de este delito, pues los casi 23 mil servidores de la nación que hay en todo el país son los responsables de generar la idea de que los programas sociales prácticamente salen de la bolsa del presidente.

Pero hay más, estos programas sociales se usan electoralmente también porque de ellos son discriminados grupos sociales que no muestran una sumisión o simpatía hacia el mal llamado proyecto de la 4T, lo cual ha quedado completamente documentado en varios medios de comunicación.

También se acordarán que hace algunos años se quejaron de la entrega de tarjetas que hicieron Peña Nieto (tarjetas de Soriana) y Alfredo del Mazo (la tarjeta rosa). Es más, hasta el mismo presidente se quejó de que el candidato del PRI a la gubernatura de Nuevo León está entregando tarjetas cometiendo así un delito que ya es investigado por la Fiscalía General de la República.

Sin embargo, la propia candidata de su partido Clara Luz Flores, de ese mismo estado y quien hace 5 minutos era una priista de hueso colorado, también está entregando tarjetas a cambio de que la gente vote por ella, lo cual también está documentado por los medios de comunicación.

¿Se acuerdan también que se quejaban de las campañas negras que los partidos viejos pagaban contra ellos? Pues son ahora ellos los que hacen acuerdos millonarios con medios de comunicación o empresas digitales de bots para desprestigiar a sus adversarios y generar tendencias artificiales que oculten los pésimos resultados de sus gobiernos. 

1.Pero eso no es todo, igual que los partidos viejos, también hacen pactos con bandas delincuenciales, con narcotraficantes, también se alían con organizaciones gremiales sin escrúpulos pero que les garantizan votos, reciclan candidatos corruptos, violadores, delincuentes, etc. Esos son los que se llenan la boca de “no somos iguales”.

Ahora bien, la última pregunta: ¿Cómo se puede ser un partido diferente si los integrantes de ese partido son los mismos políticos corruptos, mentirosos y vividores que había en otros partidos? La respuesta es sencilla: no se puede. No basta que una persona llena de defectos los logre erradicar si lo único que hace para “cambiar” es solo cambiar de gorra según le convenga. En síntesis, sí son lo mismo, incluso peores.

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