Hace algunos días, cuando apenas iniciaba el presente año 2022, un grupo de personas, organizadas en el Movimiento Antorchista en Aguascalientes, acudimos a hacer entrega de un pliego de peticiones (muy necesarias y elementales), ante las dos instancias de gobierno estatal y municipal que se encuentran en la capital, el documento fue recibido y sellado por las dos instancias, y los ahí reunidos nos retiramos con la promesa de que serían revisadas nuestras necesidades y atendidas en la medida de lo posible para ser resueltas. En el transcurso de estos dos primeros meses, nos hemos acercado a la presidencia municipal y al gobierno del estado, para dar seguimiento a las cuestiones planteadas, hemos de reconocer que se nos ha atendido y escuchado, tanto por el secretario general de gobierno, como por el mismo alcalde de la capital hidrocálida, y se nos han dado muestras de querer solucionar varias de las necesidades en el documento planteadas.
Nuestras peticiones no son de ninguna manera cuestiones individuales ni de carácter egoísta, o poco necesarias, son carencias realmente justificadas, como son la falta de servicios básicos como agua potable, drenaje, pavimentación de caminos, electrificación de colonias, apoyos alimenticios, apoyos educativos, etc., son todas de carácter necesario para quienes las hemos planteado y documentado en varias ocasiones, y como lo he dicho en esta colaboración, los funcionarios que nos ha atendido han dado muestras de que tienen la disposición para apoyarnos, el problema está en que no todo depende de ellos. Los recortes presupuestales han pegado en los programas de apoyos a los que nosotros, los antorchistas accedíamos por medio de gestiones, las despensas, útiles escolares, cobijas, y demás, disminuyendo la cantidad de los mismos, y en consecuencia dejando a varios ciudadanos sin el posible alimento.
Las obras de infraestructura que se han planteado, en colonias y comunidades requieren de una inyección de recursos económicos que los municipios lamentablemente no tienen o dicen no tener en cantidad suficiente, pues es de todos sabido que el gobierno federal, que dirige el Lic. Andrés Manuel López Obrador, desde el inicio de su mandato fue disminuyendo las aportaciones para infraestructura municipales y estatales, han disminuido o casi desaparecido programas de apoyo de infraestructura para dichas entidades, y no se diga de los programas que antes apoyaban la salud, como el seguro popular, la alimentación, como los programas de SEDESOL, oportunidades, programas para el campo, para la vivienda que antes entregaba SEDATU, etc., ahora lo único con lo que cuentan las presidencias municipales y los gobiernos estatales es con la recaudación que realizan en sus entidades, y lo poco de participaciones federales que el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T), les designa.
Ante tal panorama de falta de oportunidades en nuestro país, ante la falta de apoyos sociales y de obras de infraestructura en pueblos y colonias marginadas, ante la falta de apoyos a la salud, educación, vivienda, deporte, cultura, economía familiar, etc., uno se pregunta, ¿qué opción tenemos los mexicanos para hacer frente a la pobreza en la que nos encontramos casi el 70% de la población? Con salarios raquíticos, con una inflación que vino para quedarse del 7% o más, con la poca o nula esperanza de que esta situación vaya a cambiar en un futuro cercano, los mexicanos no tenemos más opción que organizarnos, en un frente único, donde trabajadores del campo y la ciudad, estudiantes e intelectuales, unidos por un mejor futuro para nuestro país, podamos hacer frente a la desigualdad, a la pobreza de las mayorías, con acciones concretas que ataquen los problemas de raíz y en un tiempo no muy lejano, se empiecen a ver los resultados. La idea se lee y se escucha un tanto cuanto hipotética, pero no es imposible de realizar.
El Movimiento Antorchista Nacional, desde hace ya varias décadas ha insistido en las 32 entidades del país en que el pueblo pobre debe organizarse; y no solo se ha dedicado a insistir, ha luchado codo a codo con los campesinos pobres para obtener fertilizantes, semillas, tractores, instrumentos o herramientas para la siembra; ha luchado con los colonos de la ciudad para obtener servicios básicos como agua potable, drenaje, pavimento, electrificación; ha emprendido luchas por la creación de escuelas, casas de estudiantes, obtención de plazas para maestros; se ha unido a los trabajadores de la salud para exigir la construcción de hospitales, centros de salud, clínicas, obtención de medicamentos; ha logrado la construcción de canchas, unidades deportivas, material deportivo; en la promoción y difusión de la cultura y el arte se lograron auditorios, creación de escuelas dedicadas a formar artistas de alta categoría, y eventos de gran magnitud donde todos los ciudadanos que desean hacer muestra de sus habilidades artísticas pueden acudir, sin costo alguno de inscripción a participar, desde el más humilde campesino, hasta el más preparado ballet, o grupo de música.
Todo esto lo ha logrado el Movimiento Antorchista, gracias a que desde un inicio la idea de organizar al pueblo fue la tarea primordial para luchar contra la desigualdad, contra la pobreza y todos sus males congénitos, y esa idea en nuestros tiempos no ha perdido vigencia ni importancia, al contrario, se ha convertido en una cuestión casi de vida o muerte, pues ante un gobierno como el actual en la presidencia de la república, que ataca, reprime y acusa a quien se atreve a exigirle mejores condiciones de vida, ante un gobierno que no destinada recursos para infraestructura en las comunidades y colonias marginadas, ante la falta de apoyos alimenticios, al pueblo no nos queda de otra más que unirnos más, hermanarnos como un solo hombre y como un solo ideal, y dar la lucha por mejorar nuestras condiciones de vida.
En el estado de Aguascalientes, se han realizado obras de infraestructura de agua potable, electrificación, pavimentación, etc., con el apoyo económico en parte de los ayuntamientos, en parte del gobierno del estado y en parte de todos y cada uno de los ciudadanos organizados en las comunidades y colonias en cuestión. Lo logrado hasta el día de hoy a servido para disminuir las carencias de los ciudadanos de dichos asentamientos, pero no es suficiente, seguiremos en nuestra lucha y gestión diaria, seguiremos organizando al pueblo, porque es la única alternativa que tenemos para hacerle frente a la crisis en la que nos tiene sumido el actual gobierno de la república. Debemos hacer conciencia entre la población, y unidos todos luchar por un proyecto de nación donde las capas más pobres, los intelectuales y empresarios progresistas, nos unamos en torno al Movimiento Antorchista Nacional, pues es la única organización que hasta el día de hoy a demostrado (en los hechos y científicamente) que su proyecto de nación es la mejor y me atrevo a decir, única opción de salir adelante como nación.
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