Se acuerdan de esa hermosa canción de José Alfredo Jiménez que empieza: "que no somos iguales, dice la gente… que yo soy un canalla y que tú eres decente, que dos seres distintos no se pueden querer… yo no entiendo esas cosas de las clases sociales… vámonos dónde nadie nos juzgue, donde nadie nos diga que hacemos mal, vámonos alejando del mundo, donde no haya justicia, ni leyes ni nada, nomás nuestro amor”. Las canciones populares, lo son, porque hablan de la vida diaria de la mayor parte de la población. Parece, que habla de amor, pero tiene un contenido social importante… cuando habla de la justicia, de las leyes…el cantautor sabe que son las leyes de los poderosos.
Lo mismo sucede con los campesinos. ¿Y cómo se sabe eso? Hay campesinos, los llamados terratenientes, que tienen muchas hectáreas de tierra: más de 100 hectáreas, muchas cabezas de ganado, dos o tres hermosas casas o fincas, camionetas, caballos y muchos empleados. Otros, solamente tienen 10 a 30 hectáreas, tienen 1 o 2 tractores, pueden tener algo de riego, algunas cabezas de ganado cabras, ovejas y que pueden aún darse el lujo de tener algunos empleados. Otros más que tienen hasta 9 hectáreas, y que debido a su situación dependen de las lluvias de temporal, que muy apenas tienen una yunta de bueyes, muchas veces, tienen que rentar sus tierras y, después trabajar con los renteros.
Pero hay otro grupo, el mayoritario que no cuenta con tierra ni siquiera para tener una casita, ellos se ven obligados para sobrevivir, ya sea empleándose, por ejemplo, en las temporadas en que se siembra o cosecha, los llamados jornaleros agrícolas, o que, una vez terminada la temporada de papa, simplemente se encuentran sin trabajo y tienen que ir a las ciudades más cercanas a conseguir trabajo. El son la mayoría, los que no tienen tierra, los que tiene que buscar otra forma de sobrevivir.
Por supuesto, que cada uno de los diferentes tipos de campesinos, no piensan igual, piensan de forma diferente, porque tienen intereses distintos. ¿Qué piensa el campesino rico del pobre? "está pobre porque quiere, porque es flojo, borracho, sinvergüenza y demás”. El rico sólo se acuerda del campesino pobre cuando lo ocupa para algo, le palmea el hombro, le lleva a tomar unas cervezas, para que lo considere su amigo. El rico, siempre busca que más gente este a su servicio y busca todas las formas de lograrlo.
En cambio, los campesinos que tienen poca tierra, los que de plano no tienen nada, son los primeros que acuden a ti a echarte la mano cuando tienes un problema. Cuando se descompone la camioneta en el camino. Los que tienen la misma condición social, son los que te auxilian o te preguntan si necesitas algo. En cambio, los ricos pasan con sus camionetas del año y ni se acuerdan, como si no existieran esos seres. Cuando por casualidad, visitas la casa de un rico, casi siempre te deja esperando en la puerta, ni siquiera para atenderte. Cuando visitas la casa de un pobre, así tenga nada, te ofrece un café. te pasa a su casa, para que no estés afuera. Porque ellos saben los que es pasar hambre y se compadecen de la gente. Porque saben que algún día se puede ofrecer.
En fin, Antorcha Campesina nació para iluminar el camino del campesino, para enseñarle en primer lugar, que debe organizarse, pero no debe organizarse con cualquiera, primero debe aliarse con sus semejantes, es decir, con los que padecen los mismos problemas, los que sienten el dolor y que juntos, se puedan reunir y ponerse de acuerdo para resolver sus problemas que lo aquejan.
Ya lo hemos visto, sólo quien tiene los mismos problemas apoya a la gente que también tiene los problemas y los entiende. Es cierto, que hoy en día es difícil hablarles a los campesinos de organización, porque lamentablemente han pasado muchos líderes y muchos de el los han engañado y utilizado. A veces o casi siempre desalienta este tipo de engaños. Pero no queda de otra, es necesario organizarse, porque sólo juntos podemos hacer la diferencia. Los campesinos ricos están organizados y, en muchos casos tienen el poder político. Y a los campesinos pobres y jornaleros buscan dividirlos por todos los medios posibles, y, hasta el momento les ha resultado, porque ellos saben que si los campesinos pobres y los sin tierra se unen tienen los días contados.
Hay que hablarle claro al campesino y seguir trabajando de la mano con él, porque son los que producen los alimentos y son los que se mueren de hambre; podemos vivir sin celular, sin vehículo, sin internet, pero no podemos vivir sin comer. Y debe encauzarse la política para que se contemplen sus necesidades para lograr que se sientan orgullosos, para que produzcan no para sobrevivir, sino para darle de comer a miles de hombres y mujeres. Hay que unir a los que tienen los mismos problemas de injusticia e intereses en común, para que unidos y educados en un mismo ideal, se decidan y se logre un futuro mejor para las presentes y las siguientes generaciones que vienen detrás de nosotros.
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