Los continuos errores, desaciertos e injusticias del presidente municipal de Othón P. Blanco, Otoniel Segovia Martínez, quedan como hierro marcado en la memoria del pueblo, porque es la ciudadanía quien paga el desatino de elegirlo como alcalde; sin embargo, el tiempo da la oportunidad de recomponer las cosas y no quepa la menor duda de que el pueblo le cobrará factura en las próximas elecciones.
Miles de othonenses se sienten defraudados, ofendidos y lastimados porque el morenista les dio la espalda, Segovia Martínez demostró incompetencia por su mal manejo de los servicios públicos como la recolección de basura, alumbrado y seguridad pública, así como falta de obra e infraestructura, e indiferencia por el abandono a los sectores más vulnerables de municipio, a quienes no tendió la mano siquiera en estos tiempos de pandemia. Mostró su insensibilidad y terrible desprecio para los que menos tienen o no tienen nada.
Al crecimiento de la pobreza en el municipio de Othón P. Blanco hay que agenciarle una gran parte a la incompetencia del alcalde morenista, pues no emprendió acciones para apaciguar la crisis económica, mucho menos para frenar el desempleo, no inició programas efectivos de vivienda, lo que se traduce en más pobreza y desigualdad.
Sin temor a equivocarme, existen muchos problemas que son del conocimiento de la autoridad municipal, pero que son ignorados, por ejemplo, innumerables deficiencias del alumbrado público, agua potable, no hay ningún tipo de obra pública de calidad, porque de las escasas obras que se pensaban hacer ya fueron ejecutadas, la mayoría están hechas de mala calidad y además con piquete de ojo, por corrupción, pero de eso no se dice nada, a pesar de que existen investigaciones que exhiben el delito.
En un reciente informe del Programa Anual de Inversión 2020 del ayuntamiento de Othón P. Blanco, se detectan deficiencias en la información y hay reportes de que se ocultan los montos de los contratos de obra con las empresas que ejecutan los trabajos. Por ejemplo, en la comunidad de Nicolás Bravo la obra asignada a la empresa "Servicios y Materiales Constructivos” para la construcción de pavimentos, el contrato reporta un avance físico del 20 por ciento, pero no aparece el monto de lo que se invierte en la obra. Suma, y sigue, en la construcción de pavimentos en la comunidad de Sac-Xan, otorgada a la empresa "Pavimentos, Maquinarias y Proyectos de Quintana Roo” que tiene un avance del cero por ciento y no se informa tampoco cuál es el monto a invertir.
Caso aparte son las obras de construcción de techos firmes y cuarto dormitorio en la localidad Sabidos, donde tampoco se tienen registro de los recursos presupuestados y la obra no presenta avance alguno, se encuentra al cero por ciento.
éstas son solo algunas de las irregularidades del Gobierno municipal morenista que desde el año pasado arrastra señalamientos por falta de transparencia y procedimientos inadecuados en la licitación y pago en las obras. En esa situación se encuentran 86 obras del ejercicio fiscal 2020 que presentan mínimo o nulo avance en su construcción. En total son 86 obras que se menciona y todas tienen como fuente recursos federales por lo que ante las inconsistencias en su aplicación se pone en riesgo alrededor de 83 millones de pesos porque presentan de cero a 30 por ciento de avance físico lo que conlleva que, al no entregarse en tiempo y forma, repercutirá seriamente a los thonenses.
Sin duda, es decepcionante los malos resultados de la administración morenista, para colmo de males, ahora el edil pretende imponer a su secretario particular, Luis Gamero Barranco, como candidato de Morena para la presidencia municipal, de ser así, sería un grave error, pues sin duda seguirían con su incompetencia, además de seguir aplicando su política corrupta y de mentiras. La ciudadanía tiene la mejor calificación de sus gobernantes, hasta el momento, Otoniel Segovia tiene un cero por la forma en que está administrando, es decir está haciendo mal las cosas, prometieron acabar con la corrupción y en los hechos hacen lo mismo que critican, y prueba de ello es que existen elementos suficientes que indican que en efecto sí hay corrupción.
Así el panorama, de cero empleos y obras básicas, pésimos servicios públicos, altos índices de delincuencia e inseguridad y de proyectos de mala calidad por "irregularidades financieras” es el resultado del gobierno de Otoniel Segovia y Morena.
Su estigma queda también de manifiesto al dejar en el abandono a miles de familias de las colonias y asentamiento de la ciudad, ya no digamos de las comunidades del municipio, que han clamado ayuda alimentaria para enfrentar los embates de la pandemia y no han recibido más que el desprecio y el maltrato del munícipe. Cabe recordar al alcalde que también el pueblo tiene bien claro qué ignorar y desproteger al desvalido no te hace más grande o poderoso, por el contrario, te hace una mala persona. Queda de manifiesto que Otoniel y Morena no saben gobernar. Conste.
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