A dos meses de ocurrida la masacre en el municipio de San Miguel Totolapan, el pasado 10 de diciembre; se registró un nuevo episodio de violencia que cimbró a pobladores de El Durazno, comunidad del municipio Coyuca de Benítez, ubicado también en la región Tierra Caliente de Guerrero, donde siete personas, entre ellas, un niño de 11 años, fueron ejecutadas a balazos, presuntamente por integrantes de conocido grupo delincuencial que opera en la zona.
Según pobladores, el grupo delincuencial los obligó a trasladarse a la Escuela Primaria “Ignacio Zaragoza” y ahí los ejecutó. El Durazno es uno de los ejidos que pretende separarse de Coyuca de Catalán para conformarse en municipio, además. Los pobladores de allí denunciaron que continúan sitiados por pistoleros y han solicitado al presidente Andrés Manuel López Obrador que envíe a las fuerzas militares, lamentablemente, las autoridades acudieron 24 horas después de la masacre.
A dos días de la ejecución de siete personas, pobladores de la comunidad serrana El Durazno, bloquearon la carretera Acapulco- Zihuatanejo, a la altura del poblado Santa Rosa de Lima en exigencia de justicia por la masacre y garantías para las familias que continúan en la localidad; tras aproximadamente cinco horas y después de dialogar con autoridades de los tres niveles de gobierno, liberaron la vía porque les ofrecieron dar seguimiento a los hechos violentos que dejaron siete muertos.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal a cargo de Evelio Méndez Gómez, mantienen atención y diálogo con pobladores de El Durazno, quienes señalaron que las víctimas fueron citadas para acordar la división de parcelas por acuerdos entre vecinos, pero al lugar llegaron hombres armados, sacaron a varias personas de sus casas para entablar un diálogo y posteriormente los llevaron a una escuela primaria, donde los asesinaron a sangre fría, una de las balas alcanzó a un niño de 11 años, quien falleció. Los pobladores lograron identificar a uno de los líderes de conocido grupo delincuencial, Jhony Hurtado, alias “El Pez”.
La comisaria Azucena Rosas denunció que, a casi 24 horas del ataque, ninguna autoridad se había presentado en el poblado; los pobladores exigen al gobierno morenista de Evelyn Salgado Pineda que expulse al grupo armado que el pasado fin de semana irrumpió en El Durazno y asesinó a siete personas; tiene miedo, sí, pero asegura que seguirá dando la cara por el pueblo que la eligió.
A una semana de la masacre, al menos 50 personas de El Durazno huyeron de la localidad por razones de seguridad, a pesar de la puesta en marcha de un operativo en el que participan fuerzas de seguridad federal y estatal para resguardar a los habitantes y detener a los responsables. Durante el éxodo, las familias dejan todo, sus casas, sus parcelas, sus animales, todo.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Evelio Méndez y la fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón también han visitado a la comunidad de El Durazno donde continúan los soldados, policías estatales y elementos de la Guardia Nacional recorriendo las calles del pueblo, pero no van al monte a detener a los delincuentes que están escondidos y listos para regresar cuando se vayan las fuerzas de seguridad.
Según la comisaria, la gente de El Durazno se dedica a la siembra de maíz, frijol, calabaza, chile y aguacate, pero no pueden ir a sus parcelas por miedo a ser asesinados. En este lugar se suspendieron todas las actividades, comerciales, agrícolas y escolares, la escuela tiene que ser rehabilitada porque está baleada, tiene agujeros de las balas calibre 50 en ventanas y muros.
La titular del DIF Guerrero, Liz Salgado Pineda llevó 200 despensas, que consideran una burla del Gobierno estatal. Las tiendas están cerradas, por tanto, las despensas alcanzan para dos o tres días; temerosos, exigen justicia y la detención de los delincuentes, que continúan asolando la localidad, donde los programas sociales anunciados por el gobierno federal, simplemente no llegan, como Sembrando Vida, puesto en marcha desde 2018 y no ha beneficiado a un solo campesino de El Durazno, tampoco hay becas para los niños que asisten a la escuela.
A los pobladores de El Durazno no les importa que hayan sido excluidos de los programas del Gobierno federal, ellos quieren seguridad para no dejar su pueblo por la inseguridad que impera en la Tierra Caliente, donde existen muchas comunidades desplazadas por la violencia, por el grupo criminal que sigue apoderándose del territorio, dejando claro una vez más, que la estrategia de seguridad pública implementada por la 4T, es totalmente fallida y sigue dejando una estela de muertes en Guerrero.
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