La cuenta electoral regresiva ya casi comienza; faltan cerca de 15 días para la elección más grande de la historia del país, y, creo que también es la más competida por el número de participantes, en el estado de Colima. Tan sólo para el caso de la gubernatura, son siete los candidatos y candidatas quienes se disputan este preciado botín. Hace unos días, los vimos y escuchamos por casi todos los medios en un publicitado debate organizado por el Instituto Electoral del Estado (IEE) y, todos y todas, a cuál más, se declararon triunfadores y listos para arrasar en la competencia que se avecina.
No entraré en detalle aquí acerca de todo lo que se dijo en el debate mencionado. No lo haré, porque considero que bastante de lo que se dijo ahí, dista mucho de la realidad que vivimos los colimenses, y, porque vi que fueron pocas, o casi nulas, las garantías que ofrecieron los y las disertantes para llevar a la realidad sus propuestas y promesas de campaña. Si los gobiernos que ofrecen no son capaces, mínimamente de ofrecer a los colimenses medidas concretas para garantizarles la seguridad laboral, es decir, la garantía de que tendrán empleo, y de que podrán vivir dignamente con el ingreso suficiente de su trabajo, todo lo demás no es más que un vil discurso electorero.
Bajo el gobierno de la 4T las tragedias para todos los mexicanos siguen apareciendo por doquier. Ayer, leí en los medios locales una nota que está circulando también por todo el país: “Aumenta pobreza laboral en México; llega a 39.4% de la población: Coneval”. Se sabe por el portal mexicocomovamos.mx, que la pobreza laboral es una situación en la que el ingreso laboral (se entiende que de los que tienen empleo), de un hogar, no es suficiente para alimentar a todos sus miembros, se entiende que esto es así, porque no completan para comprar lo que se conoce como la casta básica. Es por esta razón, que los hogares con pobreza laboral tienen que alimentarse con ingresos no laborales, es decir, con ingresos por remesas, transferencias o acceso a programas sociales. O sea (esto lo afirmo yo), muchas veces se alimentan con limosna oficial.
La nota que refiero arriba, dice que la pobreza laboral aumentó en 26 de las 32 entidades federativas. Que, el aumento pasó de 36.6% de la población, a 39.4%, entre el primer trimestre de 2020 y el mismo periodo del 2021. Los factores que atribuye Coneval al aumento, son: la disminución anual de 4.8% en el ingreso laboral real, y el aumento de las líneas de pobreza extrema por ingresos (valor monetario de la canasta básica), de 3.7% en zonas urbanas y de 4.0% en zonas rurales.
Aquí, a casi tres años del morenismo de López Obrador, ya es fácil darse cuenta del erróneo rumbo que ha tomado este Gobierno, mismo que se pretende implantar en Colima. Destinar la mayoría de los recursos públicos de que disponen los gobiernos, a los Programas de Transferencia Monetaria Directa, descuidando la obra social y los ingresos de todos los trabajadores, es un fatal error. Esto es una vacilada del gobierno federal. Equivale a darle dinero a unos pobres con una mano, mientras se lo quitan a otros pobres con la otra.
Pero la nota que refiero dice más: “La disminución del ingreso laboral real promedio, se concentra en el primer y segundo quintil de ingreso [es decir, en el 40% de la población total], con una disminución del 40.8% y el 11.5% respectivamente; mientras que en el 20% de la población con mayores ingresos (quinto quintil), esta disminución es de 1.5%.” Y aquí vemos ya cómo, cuando menos en lo que se refiere a ingresos laborales, en el Gobierno de la 4ªT no son primero los pobres. Pero los colimenses, como diré más adelante, no estamos exentos de este trágico desastre gubernamental.
Que lo que yo digo como conclusión de esta nota, es cierto, lo dijo en una de sus intervenciones, luego de los miles de millones de pesos que dice que repartió entre los pobres de Colima como “súperdelegada” del Bienestar, la candidata de Morena a la gubernatura en el reciente debate que referí ya líneas arriba. Dijo así la candidata: […] la pobreza se ha incrementado en 3.5%; se han perdido más de 3 mil empleos, y alrededor de 80 mil familias no cuentan con casa propia […]. Luego de esto, como si no meditara correctamente la realidad nacional, afirmó que su proyecto representa el cambio verdadero para los colimenses. ¿A qué cambio se refiere la candidata de la 4ªT en su intervención, después de que conocemos ya lo que pasa en el país?
En Colima, según datos de Coneval, el ingreso promedio laboral per cápita disminuyó en 6.4%, entre el cuarto trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020, al pasar de 2 mil 386. 93 pesos mensuales, a 2 mil 233. 91 pesos constantes. Los analistas del periódico La Jornada, afirmaron en una nota del día 15 de enero de 2020, que el costo de la canasta básica para una familia promedio, había aumentado en 99.47 pesos en los primero días de ese año, al pasar de 2 mil 680.81 pesos mensuales, a 2 mil 780.28 pesos. Si ya vimos de cuanto es el salario promedio de los colimenses que tienen trabajo, y luego lo comparamos ahora con el costo de la canasta básica promedio, podemos ver bien que en Colima también estamos ahora en pobreza laboral.
Ya esta cada vez más cerca el momento de elegir nuevos gobiernos en Colima, y puede ser este el momento de promover un verdadero cambio para todos, pero, conforme a lo que ya sabemos de la tragedia nacional, no nos conviene el cambio que prometen los candidatos de la 4T. Necesitamos otro cambio, uno más equitativo y justiciero para todos los trabajadores en general. Ya es tiempo de que la política sirva a la gente. Todos atentos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario