La cultura maya es una de las más emblemáticas de México y también una de las más aguerridas. Su cultura y lengua aún prevalecen, en algunas comunidades más que en otras. Es muy amplia la región que comprende la zona maya, hablando de México, los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo son donde existen asentamientos de personas indígenas Mayas.
En el estado de Quintana Roo los municipios que comprenden la zona maya, son Felipe Carrillo Puerto, José María More Tulum y parte de Bacalar. De estos municipios por lo regular no se habla mucho, acerca de los problemas de la gente y el maltrato que sufren por parte de las autoridades que los gobierna.
Mi opinión el día de hoy, va enfocada en las vivencias de las personas que viven en la zona maya, tal vez no sea la misma situación en todas las comunidades, pero existe un factor que predomina en los pueblos más pequeños que se encuentran en el olvido, la marginación y discriminación que ahí impera.
Primero, la brecha de desigualdad que existe entre la ciudad y el campo es, no sólo evidente sino también desproporcional, por ejemplo, quien vive en la ciudad tiene el factor de poder conseguir un empleo ya sea en el turismo o en el sector de la construcción, mientras quienes viven en el campo dependen casi en un 70 por ciento del trabajo que ellos mismos realizan, entre los más importantes se encuentra, la apicultura, agricultura y los trabajos artesanales.
Este primer factor de empleo es variante y poco seguro para los ingresos de las familias mayas, pues no siempre la naturaleza está de buenas y la producción no es igual cuando hay mal tiempo. Aunado a esto, los recortes del Gobierno federal han afectado a los sectores productivos, tan solo hablando del seguro contra desastres naturales que el Gobierno federal anuló, dejando desprotegida la producción.
Quienes se dedican a la producción de artesanías o al bordado, la situación también es drástico, puesto que los artesanos ya no reciben los apoyos de los programas que impulsaban la producción de los diferentes artícu el programa de Peso a Peso, en años anteriores beneficiaba a más de tres mil productores, lamentablemente ahora, con los recortes del Gobierno federal, estos programas han sido casi suprimidos por el gobierno del Estado.
Una de las denuncias más sonadas son las irregularidades al momento de entregar apoyos, pues dichos beneficios, estuvo mal distribuido, y controlados por los delegados y sus familiares en algunas ocasiones. Dicho de otra manera, es mentira que ya se haya acabado la corrupción, puesto que ahora no solo no llegan completo los apoyos, sino que simplemente no llega nada.
Es poco el espacio para describir lo que sucede en la zona maya, pero es indignante que las autoridades de Quintana Roo no le den importancia a este importante sector, tan solo durante la pandemia, la mayoría de los apoyos como ejemplo las despensas, solo iban dirigidos a las ciudades importantes del Estado, como Cancún, Playa del Carmen y Chetumal, mientras que los municipio de la zona Maya, no recibieron casi nada, es el caso de Felipe Carrillo Puerto solo llegaron 20 mil despensas considerando que el municipio habitan aproximadamente 80 mil personas. Antes de finalizar el año, el gobierno del estado hizo el compromiso de darle celeridad a las demandas planteadas por el Movimiento Antorchista de Quintana Roo, entre ellas se encuentra la dotación de maíz de consumo y el fertilizante; entre otros y hace un par de días en una nueva audiencia el subsecretario de Gobierno, Joel Saury Galúe, indicó que si se resolverá cada uno de los acuerdos pactados para beneficio de 45 mil campesinos y colonos organizados en Antorcha. Esperemos que la autoridad estatal dé puntal cumplimiento a los acuerdos para beneficio de miles de familias humildes, los antorchistas dan nuevamente su voto de confianza.
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