Una de las características del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, es su nulo interés a la educación.
Esta es una de las explicaciones de la eliminación de apoyos federales que ha asestado al sector educativo y que comenzó con el cierre de estancias infantiles, hasta el golpe más reciente con la eliminación de las Escuelas de Tiempo Completo (ETC).
Esta última decisión afecta, tan solo en Jalisco, a 400 docentes y 90 mil alumnos, aunque en el país son 3.6 millones de estudiantes cuyos padres se encuentran, en su mayoría, ante la disyuntiva de meterlos a una institución privada o dejar de laborar, como consecuencia de la cancelación de los servicios de las ETC donde los estudiantes tenían un horario escolar extendido con comida incluida. Se estima que, a nivel nacional, serán más de un millón de niños que no tendrán acceso a alimentos ni educación por la eliminación de las ETC.
La tendencia de la 4T de otorgar cada vez menos apoyos a los educandos sigue. Para el caso de los estudiantes del nivel superior, en 2019 lanzó el programa Becas para el Bienestar Benito Juárez, que consiste en la entrega de apoyos mensuales de 2 mil 450 pesos a jóvenes que no excedan los 29 años para que sigan o culminen sus estudios superiores en universidades clasificadas como "de cobertura total". Sin embargo, abundan testimonios de que, en Jalisco, los estudiantes pasan por un verdadero calvario para obtener o cobrar la beca.
Debido al calvario de los estudiantes, sus papás son los que resultan mucho más afectados, pues los hacen dar vueltas y vueltas, lo que ha significado faltar al trabajo, todo por la falta de información y problemas con la plataforma al momento de imprimir la ficha.
Este tipo de dificultades, no son extrañas, ha sido señalado oportunamente que la 4T, desde sus inicios, se propuso entregar los apoyos mediante mecanismos mucho menos eficaces, política que se contrapone con el interés del presidente de asignar cuantiosos recursos a los programas asistenciales, sin reglas de operación, que no acaban con la pobreza, pero si compran votos.
Frente a este panorama resulta interesante lo publicado en medios de mayor circulación en el estado entre ellos el diario Mural del Grupo Reforma. En días recientes dieron cuenta que Jalisco retrocede lugares en Becas para el Bienestar. Las notas dicen. Mientras entidades como el Estado de México, Oaxaca y Veracruz se consolidan como las más beneficiadas del programa federal de Becas para el Bienestar Benito Juárez, Jóvenes Escribiendo el Futuro, Jalisco retrocedió pese a duplicar número de beneficiarios.
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez. Durante el primer periodo de la asignación de becas, entre enero y febrero de 2019, en el País se registraron 131 mil 635 becados, de los cuales, 4 mil correspondieron a Jalisco de acuerdo con reportes de la Secretaría de Bienestar. Esta cifra, en escala de mayor a menor número de beneficiarios, colocó al estado en la posición 12 de las 32 entidades federativas.
En el reporte referente al lapso de mayo y junio de 2021 se indica que se otorgaron apoyos a 379 mil 601 personas a través de Jóvenes Escribiendo el Futuro, entre ellos 8 mil 943 jaliscienses. Sin embargo, pese a que Jalisco registró un incremento de 123 por ciento en cantidad de becados, descendió a la posición 15 considerando número de beneficiarios por entidad federativa.
En materia educativa, es evidente que a la 4T no le interesa la educación, ni la ciencia, menos el conocimiento. Todos los fondos extraordinarios que se programaron para mejorar la calidad de la educación nacional han desaparecido o están a punto de desaparecer y los sustituyen con los programas sociales o de bienestar pese a que la Auditoría de la Federación ha encontrado serias irregularidades y quedan seriamente cuestionados por su opacidad y mal manejo.
Tras el cierre de las estancias infantiles, el cierre de las Escuelas de Tiempo Completo, a las que ahora se suma el retroceso de las Becas para el Bienestar Benito Juárez, ha llegado el momento en que todos los padres y madres de familia interesados en defender la educación y la alimentación de sus hijos, a que mediten bien los discursos y las promesas del presidente y a que no se no se confíen porque nadie conseguirá nada con darse cuenta del engaño y protestar cuando las cosas ya no tienen remedio.
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