Aprended: ¡El progreso es para los libres,
para nosotros!
-Kostis Palamas (1859-1943).
El paso que le faltaba dar al gobernador Miguel Barbosa Huerta para terminar de hundirse en el cieno de la descomposición política, económica y sanitaria en que tiene a Puebla, se ha consumado: la persecución política de quienes piden pan y trabajo para los desamparados del estado.
El día miércoles 17 de junio del año en curso, día del inicio de la campaña de la 4T en Puebla, rumbo a las elecciones de 2021, lleno de rabia por las manifestaciones de colonos, campesinos y estudiantes que pedían alimentos para soportar la larguísima reclusión ordenada por el gobierno para contrarrestar la pandemia, Andrés Manuel López Obrador dio la orden tronante al gobernador Barbosa Huerta: ¡chíngalos, mételos a la cárcel, no permitas que se te salga de control el Estado! Y el balbuceante gobernador, en ese mismo momento, dio la orden de fabricarles delitos a los inconformes que pedían ser escuchados para plantear sus necesidades más apremiantes.Así, la respuesta del gobierno de la 4T a la demanda de trabajo y comida para combatir el hambre que azota los hogares de millones de poblanos fue la represión, la persecución política, el garrote vil, encarnado en la Fiscalía General del Estado de Puebla.Este instrumento del poder ejecutivo para reprimir al pueblo se dedicó inmediatamente a fabricar delitos para justificar órdenes de aprehensión contra los inconformes, como castigo por la insolencia de pedir alimentos y empleo para sus familias que se mueren de hambre y desnutrición.
Y, las primeras órdenes de aprehensión fueron giradas contra la destacada luchadora social Rosario Sánchez Hernández, dirigente antorchista de la zona norte en la ciudad capital, y dos activistas más.El delito: robo de despensas al gobierno del Estado de Puebla.El hecho que sirvió de cobertura para la fabricación del delito fue una distribución de despensas llevada a cabo semanas atrás en forma discriminatoria, por funcionarios del gobierno con el disfraz de Morena, en una colonia con fuerte presencia antorchista.En el lugar, la compañera Rosario Sánchez Hernández intervino a petición de la gente amotinada, para que los funcionarios morenistas distribuyeran de manera pareja los paquetes de alimentos, repartiéndolos hasta donde alcanzaran.Así se hizo, previa presentación por parte de los colonos de su credencial de elector.Pero el trabajo de distribución lo hicieron los funcionarios; Rosario no metió las manos ni tocó las despensas.Sólo ayudó recomendando orden para su repartición.No hay delito que perseguir.Sin embargo, ahora la Fiscalía del Estado le ha fabricado el de robo de despensas a Rosario, y, seguramente, también se han de estar animando a configurarle los delitos de asonada y motín, de acusarla de promover la rebelión contra el gobierno poblano.
Como es fácil imaginarse, lo acontecido en Puebla es lo mismo que sucedió en otras colonias y comunidades del Estado de Puebla, donde los enviados de Barbosa repartieron despensas, privilegiando la militancia en Morena: el amotinamiento de la gente no beneficiada.Así sucedió también en las colonias de Tehuacán, donde hasta la Guardia Nacional y las patrullas de la Policía Estatal intervinieron para proteger las camionetas que transportaban las despensas, para resguardarlas del pueblo hambriento que acudía en masa con el deseo de recibir una despensa.Y Barbosa, el cruel, no sólo no implementó el programa de alimentos que de muchas y variadas maneras el pueblo le pedía, sino que enseñó los dientes y puso como barrera a la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
Desde este momento le hacemos saber a ese aprendiz de dictador que es el gobernador Barbosa Huerta que nunca se han resuelto los problemas sociales con la represión política y, mucho menos, se ha satisfecho el hambre del pueblo con cárcel y persecución.Utilizar la fuerza del Estado para reprimir las demandas de pan y trabajo es echar dinamita a la hoguera de la inconformidad social.Los intentos del gobernador por apagar la lucha de los pobres están condenados al fracaso.
Para la compañera Rosario Sánchez Hernández es un honor ser perseguida por el tirano Barbosa Huerta; los pobres lo sabrán apreciar, cerrando filas y aprestándose para su defensa y para la lucha.Sus compañeros antorchistas estamos desatando ya una lucha nacional por la cancelación de las órdenes de aprehensión injustas y el respeto a los derechos constitucionales de organización y de gestión en favor del pueblo pobre. A la opinión pública le hacemos un llamado a sumarse al repudio nacional de los métodos dictactoriales de gobierno implementados por la 4T y por Andrés Manuel López Obrador.
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