Esta semana comenzaré este pequeño escrito con una pregunta: ¿Es posible que el pueblo cante? Sí, lo es y debe hacerlo.

Por eso en el Movimiento Antorchista nos hemos propuesto la tarea de que el pueblo cante, no solamente en fiestas familiares o en las fiestas de los pueblos, sino que el pueblo cante  como una forma de expresión ante los problemas que le suceden y le duelen.

Históricamente, el pueblo ha cantado sus problemas, sus alegrías y sus triunfos, eso lo podemos constatar en el canto cardenche, este tipo de canto que lleva su nombre de una cactácea que se caracteriza porque al penetrar en la piel es muy dolorosa y lo es mucho más al tratar de extraerla, pues sus filamentos se abren. Así es el canto cardenche, con mucho dramatismo y melancolía. Este tipo de canto, en la actualidad, está en peligro de desaparecer porque solo se canta en algunas regiones, como Sapioriz, Durango y la Comarca Lagunera.

La labor que realiza la Comisión Cultural Nacional del Movimiento Antorchista es de gran relevancia porque se preocupa porque las bellas artes lleguen a todos los rincones del país; además de ello, busca que chicos y grandes practiquen las diferentes disciplinas artísticas, y lograr que varias generaciones hayan compartido, rescatado y tomado como bandera a la danza, la poesía, el teatro o la música.

Contrario a ello, lo que hace la 4T es nada, nulo apoyo a la cultura y a la educación del pueblo; no hay eventos culturales a los cuales el pueblo pueda acudir, conocer  y disfrutar de las tradiciones nacionales; no hay espacios públicos en buenas condiciones en los cuales  pueda alguien presentar sus obras, para ello es necesario un sinfín de trámites y pagos que  prácticamente un mexicano sencillo no puede pagar.

Por eso antorcha ha tomado como una tarea el rescate y difusión de la cultura de México, llevarla a todos los lugares del país, que el pueblo trabajador pueda disfrutarla y deleitarse con las geniales obras que autores importantes crearon para todos nosotros.

Antorcha desea que el pueblo tome conciencia de su realidad y esa tarea es hoy más importante que nunca por las circunstancias en las que vivimos y que nos demuestran que  es necesario comprender lo que sucede a nuestro alrededor; debemos denunciar las injusticias que vivimos, denunciarlas a través de la música, a través del canto, a través de la voz del pueblo trabajador.

Queremos que el pueblo de México siga cantando, que siga denunciando sus problemas y que, si no encuentra  soluciones en sus gobiernos,  el pueblo debe saber que Antorcha es la opción que le queda, organizarse y luchar de manera fraterna es la forma en que  se podrá liberar.