Dentro de las muchas dificultades y deficiencias que ha sacado a la luz la pandemia del covid-19, la mas notoria es la falta de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, pues mientras a nivel federal se manejan uno datos con argumentos como “llueva, truene o relampaguee, todos vamos a regresar a clases el 30 de agosto”, en el estado de Nuevo León el gobernador dice que “el inicio del ciclo escolar es el 30 de agosto, eso no está en duda. Pero el regreso presencial o no depende del control que se pueda tener de la pandemia en estos días”.
Entonces como ciudadanos hacia que lado debemos inclinarnos, si justamente quienes debieran de darnos la dirección correcta con base en la ciencia y en los resultados de la pandemia, con la finalidad de buscar nuestro bienestar no se puede poner de acuerdo. Como ciudadanos no tenemos más opción que la procurar la integridad física y emocional de nuestros amigos y familiares. La realidad es que en esta tercera ola gran parte de los afectados son los niños y adolescentes pues son el nuevo grupo vulnerable, lamentablemente el deficiente proceso de vacunación hay dejado a una gran parte de la población en manos del destino, lanzar a los estudiantes al ruedo sin tener un plan de contención en caso de que surjan contagios es una burla para todos los mexicanos que buscamos la salud y la seguridad. El presidente en reiteradas ocasiones ha mencionado que "Hay un pequeño rebrote afortunadamente de contagios, pero ya tenemos más vacunación y por lo mismo hay menos riesgos de contagios y ya no podemos seguir con las escuelas cerradas, necesitamos abrir, de modo que el reinicio a clases se va a dar y vamos a dar aquí para la semana próxima una propuesta para que con tiempo nos preparemos todos, madres, padres de familia, autoridades”
Es fecha en la que el presidente ni su secretaria de Educación han podido mostrar la propuesta que prepararon para el regreso a clases, al menos no una bien estructurada y fundamentada, pues salvo una carta responsiva donde se deslindan de cualquier problema y que después el mismo presidente dijo que era opcional, que el que quisiera la llenara o no pues el regreso de daría de igual forma en plena tercera ola no se ha explicado nada más. Por su parte el gobernador de nuevo león dicen “no es lo mismo abrir o cerrar un estadio que una escuela. si la mayoría de los padres tienen desconfianza (de enviar a sus hijos), es fácil culpar al maestro, (si algún alumno se contagia), cuando la primera responsabilidad es de los padres de familia (verificar que sus hijos no presenten síntomas de covid-19); si vamos a ir al riesgo, vayamos todos”.
Las medidas que toman las autoridades no tienen estructuras que sostengan su regreso a clases, es verdad que la calidad educativa va en decadencia, pero esto sucede desde mucho antes de la pandemia, esperar un mes o lo necesario a que baje la tercera ola no determinara el éxito o el rezago académico que puedan tener los estudiantes, pero si marcara la diferencia en el frente de la salud, evitando contagios y las saturaciones hospitalarias.
Regresar al aula ahora con estudiantes no vacunados es una amenaza para la salud, el país no está listo para un regreso obligatorio y los estudiantes se apresuran sin analizar las consecuencias, se puede provocar un resurgimiento. Debe regresar al aula, pero todas las medidas de seguridad son necesarias, incluidas las vacunas. Es por ello que el Gobierno y la secretaria de Educación deben enfocarse en diseñar programas escolares y de vacunación para mejorar todo lo anterior y analizar todos los aspectos que afectan la educación y la salud. Completado para satisfacer todas las necesidades socioeconómicas, emocionales y educativas de los estudiantes, así como aquellas que el sistema educativo considera una educación que no se centra únicamente en la cantidad, conocimientos que debe tener una persona Los planes deben ser desarrollados y atendidos. Los estudiantes deben estar vacunados para regresar a la escuela.
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