La Universidad de Ciencias y Artes del Potosí (UCAP) surgió de la enorme necesidad en muchos jóvenes de familias con escasos recursos económicos que aspiraban a una educación superior que les permitiera acceder al sector laboral mejor calificado.
Esta institución es hija del Instituto Técnico de Gastronomía (ITG), fundado en 1988 por militantes del Movimiento Antorchista Nacional (MAN) en un edificio de la calle Xicoténcatl, en la zona Centro de la capital del estado de San Luis Potosí (SLP), con la finalidad de formar como profesionales en gastronomía a jóvenes de familias de las colonias marginadas de esta ciudad.
En 2002, un grupo de los miles de estudiantes rechazados por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) conformaron el Movimiento Estudiantil Potosino Camilo Arriaga (MEPCA) y se movilizaron para exigir a esta institución y al Gobierno estatal, la ampliación del cupo universitario; pero como no fueron escuchados, acudieron al MAN, que los atendió y les resolvió su problema.
Así fue como el ITG se convirtió en una universidad donde, desde entonces, se preparan miles de jóvenes en carreras de ciencias sociales, políticas y técnicas en el nivel de licenciatura –incluidas gastronomía y turismo– mediante el pago de colegiaturas muy accesibles para las familias de recursos limitados en la capital potosina y los municipios de las cuatro regiones de la entidad.
La creación de la UCAP acogió a un buen número de los estudiantes rechazados por la UASLP; y en agosto de 2003, la Secretaría de Educación Pública (SEP) le otorgó su registro y el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) para impartir las licenciaturas en Derecho, Contaduría Pública, Ciencias de la Comunicación, Psicología Industrial, Pedagogía, Informática, Administración de Empresas Turísticas y Gastronomía.
Dos años después, el edificio de Xicoténcatl se saturó con el alto número de los estudiantes y éstos, con el respaldo de sus maestros y el MAN, volvieron a la lucha callejera para demandar a los gobiernos municipal y estatal un edificio más amplio y suficiente para albergar su escuela. Finalmente, en 2005, el Ayuntamiento donó un predio ubicado en la colonia San Leonel.
El rector Alejandro Francisco Gutiérrez Carmona destacó que la UCAP es una universidad construida con el apoyo de los estudiantes y del MAN, integrada actualmente por 32 docentes, además del equipo directivo, administrativo y de apoyo.
“Es una de las mejores alternativas para continuar con una preparación profesional accesible a los jóvenes. Es una casa de estudios formadora de profesionistas competentes, analíticos y críticos, haciendo de ellos miembros valiosos de la sociedad. Además, ofrece bolsa de trabajo a sus egresados en diferentes áreas, colocando a los graduados en espacios del sector laboral; incluso estudiantes que aún no concluyen su carrera ya se encuentran dentro del sector productivo, fortaleciendo su aprendizaje y experiencia”, puntualizó.
Destacó que la educación es el mecanismo principal a través del cual México podrá dejar atrás la desigualdad social, como la pobreza, dado que es su función primordial.
La desigualdad, insistió, es un fenómeno complejo en el que México está inmerso y es cada vez más preocupante y crítico. Ante ello, la educación se constituye como el instrumento y mecanismo para dejar atrás este desgastante proceso social que puede llegar a consecuencias más delicadas y serias.
“La educación ayudará a México a tener un futuro, no lejano, de condiciones de mejor equidad, por lo que esfuerzos para alentarla, como la creación de centros educativos en apoyo a personas de escasos recursos económicos, resultan estimulantes y alentadores”, acotó.
Por todos estos aspectos, Gutiérrez Carmona, consideró que la UCAP no solamente es un orgullo para los formadores de esta institución, sino también para la sociedad potosina, ya que muchos de los profesionistas egresados de esta universidad ya laboran en el sector productivo con un buen desempeño y llevando en alto el nombre de esta institución del nivel superior.
En entrevista, el maestro Miguel Ángel Álvarez López, fundador tanto del ITG como de la UCAP, dijo que la construcción del nuevo edificio fue otra gran hazaña de los estudiantes y docentes, ya que comenzaron a levantar dicha construcción con grandes esfuerzos, consiguiendo materiales, el apoyo de diversas autoridades y sobre todo del pueblo.
“Los estudiantes salieron a las calles a realizar colectas para comenzar los cimientos de lo que hoy es la UCAP. También se dio la asesoría técnica para realizar la obra con todas las especificaciones que pedía la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la dirección de Protección Civil para que la universidad estuviera en óptimas condiciones para dar el servicio a los estudiantes”, señaló.
“Y poco a poco, a través de mucho esfuerzo y trabajo, se ha ido avanzando, teniendo ahora un edificio que cuenta con laboratorios de gastronomía, sala audiovisual, estudio radiofónico y de fotografía. Es una de las primeras universidades que cuenta con una sala de juicios orales para los alumnos de la carrera de derecho, laboratorio de informática”, concluyó.
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