MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Sigue Morena con lo mismo

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Se vive en un mundo al revés. México necesita, y es de vital importancia hoy más que nunca, educar y politizar a la masa proletaria. La clase laboral, clase productora de la riqueza, necesita darse cuenta de su poder.

En las recientes elecciones presidenciales quedaron los mismos: un proyecto que no tiene pies ni cabeza hasta donde vamos. Hubo una manipulación de proporciones inconmensurables para que la gente votara por los incólumes, esto desde el mismito foro de las mañaneras presidenciales, arguyendo que ellos, el proyecto de regeneración nacional, la mal llamada cuarta transformación, está al servicio de los más necesitados, de los pobres de México.

La brecha enorme que separa a ricos y pobres en México es muy marcada; tan indignante es la desigualdad entre ricos y pobres, que no se ha reducido con el Gobierno de la 4T: al contrario, ha crecido.

Yo, amable lector, discúlpenme, pero no veo a qué pobres se refiere. ¿Cuáles son esos seres de carne y hueso que han abandonado la miseria después de ser favorecidos por los apoyos directos?

Y los que no, que son muchos ya que no pasan los filtros expuestos por los servidores de la nación, claro, de acuerdo a sus reglas para ser incorporados a dichos programas y dejar la pobreza en la que viven. No, no los veo.

Yo lo que veo es más miseria y ricos más ricos, y vámonos a los hechos que no pueden ser desaparecidos como por arte de magia. Por más que se quiera tapar al sol con un dedo, eso es materialmente absurdo e inverosímil.

Se habla de repartir más dinero, pero ¿de dónde se sacará ese dinero? La legislación vigente de México como país tiene un presupuesto de ingresos que para el año 2024 ascienden a la nada despreciable suma de 9 billones 66 mil 045.8 millones de pesos.

Y si esta noble suma no le alcanza para cubrir los egresos programados, es un hecho que derivará en deuda para todos los mexicanos y como siempre, siendo los perjudicados la mayoría de los mexicanos.

“Hechos son amores”, como reza el dicho popular, no palabras. A estas se las lleva cualquier ventisca, por pequeña que sea, y la realidad, tan terca como la gravedad, que en la tierra no deja que ningún cuerpo flote en el aire sin algún tipo de impulso natural o artificial. Este cuerpo será, como quiera, atraído al centro de la Tierra. 

Así la miseria, la pobreza; ahí están, saltan a la vista de todos, pero no la quieren ver. México vive dentro del proceso capitalista de producción y en su momento inicial significó vanguardia al dejar atrás el sistema feudal. 

Si no del todo, sí en su gran mayoría, esto llevó al ingreso de México al capitalismo dependiente pues, dada la carencia de recursos financieros y tecnológicos en esa época, fue necesario basarse en la inversión de capital y tecnología que los empresarios de países industrializados hicieron en México.

Y aún seguimos dependientes de los grandes países desarrollados que cuentan con sistemas de educación vanguardista que nuestro país no tiene.

El modelo neoliberal vigente se fundamenta en el postulado de que la economía de mercado es el camino más efectivo para promover el desarrollo económico de un país y el bienestar de su población.

En teoría, el papel del Estado consiste en promover la creación de un ambiente económico que conduzca a la operación eficiente de mercados competitivos que beneficien a toda la población, cosa que a la fecha no ha sucedido.

Y en ausencia de un Gobierno sensible y verdaderamente comprometido con la clase laboral, es así que el modelo ha servido a unos cuantos y maltratado a la mayoría de los mexicanos. Esto nos deja ver sin lugar a dudas que es necesario cambiar el modelo económico vigente, pero el proyecto que promueve el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con su lema “Sigamos Haciendo Historia”, no es su preocupación. 

Desafortunadamente, el modelo neoliberal continúa. El nuevo Gobierno recién electo, que encabeza Claudia Sheinbaum, sigue pensando en repartir dádivas, “pan con lo mismo”, al menos es lo que se deja ver.

No existe un plan de recaudación visible donde paguen los que más tienen; no se ve un programa de recaudación progresiva que esté destinado a programas que beneficien a corto, mediano y largo plazo a los necesitados, un proyecto enfocado a la creación de empleos para que vivan una vida mejor, preferentemente a largo plazo, donde estos empleos, una vez generados, sean suficientes para abastecerse de lo necesario para el diario vivir de forma decorosa.

La brecha enorme que separa a ricos y pobres en México es muy marcada; tan indignante es la desigualdad entre ricos y pobres, que no se ha reducido con el Gobierno de la 4T: al contrario, ha crecido.

Datos espeluznantes y realidades escalofriantes muestran la desigualdad. Según datos de Forbes este 2024, las diez personas más adineradas del país alcanzan un monto conjunto de 176 mil 800 millones de dólares, lo que representa un incremento de 45.2 %, si se le compara con los 121 mil 700 millones que alcanzaron sus fortunas en 2018.

En un Gobierno que dice abogar por los pobres, triste realidad. Y mientras en estados de progreso como Nuevo León, colonias sin un sistema de salud eficiente, sin servicios elementales como la energía eléctrica, drenajes sanitarios, agua potable, pavimentaciones, alumbrado público, seguridad, centros recreativos, y nuestra próxima presidenta, preocupada por repartir dinero y cómo generarlo.

El Movimiento Antorchista Nacional ha caminado en el sentido correcto de la historia, buscando verdaderamente acabar con la pobreza, proponiendo un cambio de modelo económico.

Nosotros vamos con el pueblo, marchamos al son de la voz del pueblo y somos su eco. Por eso tarde o temprano la victoria será nuestra, en unidad indisoluble con el pueblo trabajador. Ganaremos.

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