Por donde se le quiera ver, nuestro sistema de salud está en una severa crisis. Seguimos arrastrando deficiencias de muchos años y, lastimosamente, nuestras autoridades no han resuelto de raíz la problemática por la que atraviesa y que afecta a miles de ciudadanos.
Para constatar esta triste y lamentable realidad, basta con darse una vuelta por los hospitales, los centros de salud o las clínicas de cualquier localidad para corroborar la terrible situación que viven las familias: falta de especialistas, médicos insuficientes, personal de salud malencarado, farmacias sin medicamentos, instalaciones en deterioro, pacientes atendidos en los pasillos y un sistema burocrático saturado. Todo esto es inhumano. Los mexicanos, todos, merecemos un servicio diferente.
México enfrenta un grave retroceso en materia de salud pública, con recortes presupuestarios, falta de infraestructura y millones de ciudadanos sin acceso a atención médica.
La promesa de nuestros gobernantes siempre es mejorar cada uno de los aspectos del sistema de salud. Desde que son candidatos, esa es una de sus banderas de lucha, y la usan porque saben que es una de las necesidades más apremiantes de la ciudadanía. Es un reclamo que lleva años, pero pocos se atreven a hacer cambios sustanciales para mejorar el servicio.
Según el informe “Estudio sobre el derecho a la salud 2023-2024” emitido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), persiste la percepción entre los mexicanos de que hay un déficit en la disponibilidad de medicamentos, ya que no se entregan de manera regular a los pacientes.
Después de la desaparición del Seguro Popular y el posterior fracaso del Insabi, así como la incertidumbre relacionada con el IMSS-Bienestar, las cifras de medición de la pobreza presentadas por el organismo arrojan un aumento significativo en la cantidad de personas que carecen de acceso a servicios médicos.
En 2018, esta cifra era de 20.1 millones de personas, y lamentablemente ha aumentado a 50.4 millones para 2022, lo que representa un incremento de 30.3 millones de individuos sin acceso a la atención médica adecuada.
Así, el porcentaje de personas con falta de acceso a la salud se disparó del 16.2 % al 39.1 % entre 2018 y 2022, y esta tendencia se mantiene en 2025.
Además, el informe destaca que, con la creación del IMSS-Bienestar en abril de 2023, ante el fracaso del Insabi, no se ha producido un cambio que redunde en beneficios para la población desprovista de seguridad social.
La problemática en la atención médica persiste sin resolverse, ya que no se han asignado recursos adicionales para la creación de nuevas unidades médicas ni hospitales.
Históricamente, el gasto en salud ha mantenido una brecha presupuestaria de más de tres puntos del PIB. A nivel internacional, la sugerencia de inversión mínima en el sector salud es de 6 % del PIB, y México invierte menos de la mitad de ese porcentaje.
En 2025, el presupuesto del sector salud sumaría 918.4 mil mdp, lo que representaría un recorte de 11.0 % respecto a 2024. La inversión para el sector salud sería equivalente a 2.5 % del PIB, y la brecha presupuestaria para avanzar hacia la Cobertura Universal Sanitaria (CUS) se ampliaría; ahora se requieren, al menos, 3.5 puntos del PIB adicionales.
En el IMSS, todos los programas presentarían incrementos, a excepción de: Actividades de apoyo administrativo, con 14.9 mil mdp menos; Proyectos de infraestructura social, con 3.9 mil mdp menos, e Investigación y desarrollo tecnológico, con 0.04 mil mdp menos.
También destaca el incremento en el Issste con 2.8 %. En cambio, Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) tendrían recortes de 8.2 %, 20.0 % y 7.7 %, respectivamente, según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C. (CIEP).
Para la población sin seguridad social, la Secretaría de Salud presentaría un recorte de 34.0 %, equivalente a 34 mil 420.9 mdp, mientras que el aumento en el OPD IMSS-Bienestar sería de 31 mil 207 mdp.
Aunado a estos recursos, los estados recibirían menos aportaciones para el fortalecimiento de sus sistemas estatales de salud a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa), con un recorte de 60 mil 134 mdp.
Mentira que tendríamos un sistema de salud como en Dinamarca. El expresidente una y otra vez mintió al respecto, jugó con la salud de los mexicanos. Sin duda, la 4T está llevando al colapso a este sector tan importante.
Actualmente, el panorama no es nada alentador para el sistema de salud mexicano. Por eso, la sociedad debe manifestarse, debe exigir que se apliquen los recursos que recomiendan los organismos internacionales.
La salud no es un lujo, y el gobierno debe atender el llamado de millones que requieren atención médica de calidad. Esa es su responsabilidad, y deben hacerlo antes de que nuestros hospitales colapsen.
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