El trabajo infantil es un problema que afecta a nivel nacional, pero en el estado de Guerrero, la situación es particularmente preocupante. Con un índice de trabajo infantil del 24.5 por ciento, Guerrero ocupa el segundo lugar a nivel nacional, solo por detrás de Chiapas con un 28 por ciento. Estas cifras son alarmantes y exigen una acción inmediata por parte de las autoridades y la sociedad en general.
Durante un evento de firma del Decálogo Contra el Trabajo Infantil, las autoridades gubernamentales reconocieron la gravedad de la situación en Guerrero. Xochlit Sosa Rumbo, secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado (Sipinna), señaló que el trabajo infantil priva a la niñez y adolescencia de su derecho a la educación, a la salud y al juego como infantes. Es fundamental comprender que el trabajo infantil no solo afecta el presente de estos jóvenes, sino que también compromete su futuro y desarrollo.
Es inaceptable que Guerrero tenga una tasa de empleo de menores de edad más alta por arriba de otros estados. Esto refleja la urgencia de abordar este problema en la región. De acuerdo con el DIF en Acapulco, más de 50 menores de edad han sido identificados realizando trabajos en avenidas concurridas de la ciudad. Estos niños y adolescentes, cuyas edades van desde los 7 hasta los 17 años, merecen un entorno más seguro y oportunidades para crecer y desarrollarse adecuadamente.
El informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que el trabajo infantil ha aumentado en 21 entidades del país, contribuyendo a un incremento nacional del 14% entre 2019 y 2022. Sin embargo, el problema es particularmente grave en Guerrero, donde la tasa de trabajo infantil se disparó del 9 al 24.5 por ciento en ese período. Este es un aumento catastrófico que afecta a casi una cuarta parte de los niños y adolescentes en la entidad.
El informe del Inegi también destaca que la mayoría de los trabajadores infantiles tienen entre 5 y 14 años, lo que indica que los niños siguen siendo las víctimas preferidas de un sistema que permite la explotación laboral de los más jóvenes. Esto es inaceptable y requiere medidas inmediatas para garantizar que estos niños tengan acceso a una infancia segura y una educación de calidad.
En 2019, las tres entidades con más trabajo infantil fueron Oaxaca, Puebla y Chiapas. Sin embargo, la situación cambió en la nueva medición, y Chiapas fue la única que permaneció en el grupo. Guerrero pasó del lugar 25 al primer puesto en términos de trabajo infantil, lo que demuestra la magnitud del problema en la región.
Es esencial abordar las causas subyacentes del trabajo infantil en Guerrero, que incluyen la pobreza, la falta de políticas públicas efectivas y el abuso de empresas que aprovechan la vulnerabilidad de estas familias. El trabajo infantil no solo se trata de ocupaciones no permitidas, sino también de quehaceres domésticos peligrosos. Ambas formas de trabajo infantil son perjudiciales para el desarrollo de los niños y deben erradicarse por completo.
Es crucial comprender los motivos por los cuales los niños se ven obligados a trabajar, ya sea por necesidad o por elección. Estos motivos pueden incluir la necesidad de pagar la escuela, los gastos personales, aprender un oficio o el apoyo necesario en sus hogares. Sin embargo, ningún niño debería verse obligado a asumir la responsabilidad de mantener a su familia a costa de su educación y desarrollo.
El Movimiento Antorchista propone una serie de medidas para erradicar el trabajo infantil en Guerrero, entre las que se encuentran: 1) Garantizar el acceso a la educación gratuita y de calidad para todos los niños, impulsamos la construcción y rehabilitación de escuelas en las comunidades rurales y urbanas de Guerrero. También ofrece becas y apoyo a los estudiantes para que puedan continuar sus estudios. 2)
Promover el desarrollo económico y social de las comunidades para reducir la pobreza, nuestra organización impulsa proyectos productivos y de infraestructura en las comunidades rurales de Guerrero. Estos proyectos generan empleos y oportunidades económicas para las familias, lo que reduce la necesidad de que los niños trabajen. 3) Fortalecer las políticas de protección a la infancia, exige al gobierno federal y estatal que fortalezca las políticas de protección a la infancia. Estas políticas deben garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, incluyendo el derecho a la educación, a la salud y a un desarrollo pleno.
El trabajo infantil en Guerrero es un problema grave que exige una acción urgente por parte de las autoridades, las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general. Cada niño merece una infancia segura y la oportunidad de desarrollarse plenamente, y es responsabilidad de todos garantizar que esto sea una realidad en Guerrero y en todo México.
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