“40 migrantes perdieron la vida de la manera más dolorosa y cruel, quemados vivos porque no los dejaron salir”
Quiero solidarizarme con los familiares y amigos de las víctimas del incendio en la estación migratoria que fungía como albergue provisional y que causó la muerte de 39 personas migrantes y 27 más resultaron heridos de gravedad, después de que las autoridades migratorias y la Guardia Nacional, realizaron una redada en la ciudad fronteriza y remitieron al centro de retención a los migrantes que fueron encerrados en las celdas bajo llave, siendo la causa por lo cual no pudieron escapar de las llamas y murieron quemados e intoxicados.
La tragedia latinoamericana, la mayoría de los calcinados y asfixiados, son 18 de Guatemala, siete de Venezuela, siete del salvador, seis de Honduras, uno de Colombia, entre 18 y 51 años todos eran masculinos, fue el resultado de la feroz redada y fueron reportados 71 migrantes, retirados de las calles, iglesias y hospitales, quienes estaban vendiendo dulces, limpiando parabrisas de los automóviles o pidiendo dinero y comida para subsistir, muchos de ellos con documentos para su estancia legal en México, varados mientras se definía su ingreso a Estados Unidos.
Al día siguiente de los trágicos sucesos, en la mañanera el presidente Andrés Manuel López, cómo es su costumbre, acusó y responsabilizó a los mismos migrantes, quienes, según el presidente, habían iniciado un acto de protesta con la quema de algunas colchonetas. Pero más tarde, se filtra un video de las cámaras de seguridad, del centro de retención migratorio, que se viraliza en las redes sociales, donde vemos, en vivo y a todo color, como los agentes de INM y el personal del grupo de Seguridad Privada CAMSA SA, de CV, (Grupo Tank) que brinda el servicio de seguridad, retirarse tranquilamente de las instalaciones migratorias, que funge como centro de retención y dejan a los detenidos en las celdas con las puertas cerradas con llave, mientras el incendio comienza a propagarse por todo el edificio y somos testigos, de la desesperación de los migrantes que intentan salvarse.
Todos los mexicanos esperábamos del presidente más humanista de la historia, la condena de los hechos y la exigencia inmediata de la renuncia de los responsables, tanto de del delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chihuahua, el Contraalmirante retirado Salvador González, del Canciller Marcelo Luis Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, y Adán Augusto López como Secretario Gobernación, responsables de la Política Migratoria desde 2018, que se ha caracterizado por agredir reprimir y criminalizar las personas que dejan sus hogares en sus países de origen, buscando mejores condiciones de vida para sus familias.
Pero nuevamente la corrupción, impunidad e indolencia, propio de la 4T, se impone, y los secretarios y el delegado del INM fueron exculpados de toda responsabilidad de la muerte de los 40 calcinados y asfixiados e incluso ni siquiera les exigió que se presentaran al lugar de la tragedia para ayudar, auxiliar a los damnificados por el incendio.
En su lugar, se mandó Rosa Ícela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quien carece de capacidad e inteligencia para la gravedad de problema migratorio, el alfil de AMLO, en su informe de la tragedia aseguró que se llegará hasta las últimas consecuencias y que no habrá impunidad para nadie, pero de los trabajadores de INM o de la empresa privada de seguridad, no dice nada, ni se les toca, ni con el pétalo de una rosa, a los verdaderos culpables de las 40 muertes; como el Cónsul guatemalteco, dueño de la empresa CAMSA, que presta los servicios de seguridad y del canciller Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, responsables de la políticas migratoria y menos aún del verdadero responsable del baño de sangre que vivimos todos los días mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.
Amnistía Internacional denunció en su informe anual sobre los derechos humanos, que los agentes mexicanos recluyeron al menos 281 mil 149 personas en centros de retención migratoria masificados y expulsaron unas 98 mil 299 mayoritariamente de Centroamérica, entre estos había miles de menores no acompañados, “A México le está tocando hacer el trabajo sucio, lo que paso en Juárez es una olla de presión de las políticas Migratorias de Estados Unidos” dijo; Eunice Rendón especialista en migración.
Pero el problema es más complejo y profundo tan solo en el año fiscal 2022 se contabilizaron 2,3 millones de arrestos y expulsiones, cinco veces más que en el año 2020, y la tragedia de Juárez es solo un capítulo más de la crisis migratoria agravada por la presión que Estados Unidos ejerce sobre México para contener masivos flujos de migrantes.
La tragedia es el costo que aceptó la 4T cuando decidió aplicar las políticas de Washington durante el Gobierno de Donald Tromp y que persisten bajo Joe Biden, de convertir las fronteras de México en un muro de contención para los migrantes.
Las muertes de los migrantes en Ciudad Juárez desnuda al régimen del obradorato que intenta engañar, manipular, presentándose como un gobierno del pueblo, sensible, humanista, progresista y preocupado por los pobres, pero la realidad se impone.
Hoy vemos al verdadero López Obrador, que no le importa bañarse de sangre, mentir, engañar, violar la ley y los derechos humanos, con un solo objetivo, conservar el poder país en sus manos, a pesar del fracaso de su administración y su Cuarta Transformación que se convirtieron en una verdadera tragedia para México y los mexicanos.
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