Este 20 de enero toma protesta como presidente de Estados Unidos de Norte América el empresario Donald Trump, un hombre que es representante en el poder de la clase empresarial de aquel país, misma clase que ha puesto la mira en México porque nos ve como su “patio trasero”, como su colonia económica, como un país que le debe hacer caso en todo lo que ellos quieran que hagamos, que quieren que sigamos sus órdenes sin rechistar.
El gobierno que va a entrar en funciones ha centrado sus ataques hacia nuestro país desde tres vías: primero, exigiendo el freno total del ingreso de los migrantes mexicanos y latinoamericanos para Estados Unidos. Para ello, ha desplegado ya una serie de acciones contra los migrantes y ha desatado una guerra mediática contra nuestros paisanos. Si no hay un freno en México de los migrantes, Estados Unidos va a poner duras sanciones económicas a nuestro país. En segundo lugar, en el marco de la guerra económica que Donald Trump tiene contra China, ha obligado al gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum a tomar acciones para interrumpir los lazos comerciales con las empresas chinas. Y el gobierno mexicano le ha hecho caso y ha tomado represalias contra las importaciones de productos de aquel país asiático. En tercer lugar, el gobierno que entrará con Donald Trump ha desatado serias amenazas de que sus fuerzas armadas entrarán a México para acabar con los cárteles del crimen organizado que, según ellos, desde aquí les mandan drogas muy poderosas que consumen millones de estadounidenses.
En este punto, quien será el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha iniciado “ofensiva legal y judicial que está tomando forma en Washington para acusar al expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de haber hecho pactos con el narcotráfico, y buscar que comparezca ante las autoridades estadounidenses”. Una columna de Salvador García Soto, de El Universal, dice lo siguiente: “Fuentes del equipo cercano del próximo secretario de Estado [Marco Rubio] confirman que sí se está trabajando en integrar un caso en contra de López Obrador, a quien Marco Rubio acusó varias veces y públicamente de tener “acuerdos con los cárteles mexicanos de la droga” y de cederles autoridad y territorio a las organizaciones criminales del narcotráfico. Se están reuniendo elementos, a partir de las declaraciones de capos mexicanos en poder del Departamento de Justicia y se busca integrar un caso sólido que documente los acuerdos ilegales que empoderaron a los cárteles mexicanos que producen y exportan drogas letales como el fentanilo que están matando a ciudadanos estadunidenses”. ¿Las acusaciones contra El Peje serán ciertas? Eso lo definirá un análisis serio de los hechos recientes en el país.
Pero, sea que sí o sea que no, yo creo que las amenazas legales contra López Obrador son una forma del nuevo gobierno de Estados Unidos para lograr que la presidente de México, Claudia Sheinbaum, se someta a las órdenes de los empresarios gringos y que, si no lo hace, entonces habrá soldados estadounidenses entrando a México a la fuerza para demostrar que al imperio nadie se le debe oponer.
Si entra el ejército de los gringos a México, es falso que vayan a entrar para acabar con los cárteles de la droga. No, claro que no. Los empresarios de Estados Unidos lo que quieren son los recursos naturales, marítimos y terrestres de México, así como la mano de obra barata que hay en el país. Eso es lo que ellos quieren. Quieren nuestra riqueza, pero no quieren a los mexicanos. Ellos se quieren apoderar de México y de América Latina.
¿Qué debemos hacer? Hablarle a la gente y politizarla, en primer lugar. Pero también con eso hacer que crezca nuestra organización a pasos acelerados. Recuerden que tenemos la tarea del 1 x 1 x 1 para ser la fuerza organizada más importante del país que, en el momento correcto, pueda tomar el poder el país y podamos gobernar al país para convertirlo en una potencia económica que sea soberana que no le tenga que hacer caso a ninguna potencia, como Estados Unidos.
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