2023, como todos los años pasados, no fue el mejor para los millones de mexicanos; es más, la pobreza y sus lacerantes consecuencias se hicieron más notorias ante la falta de un verdadero capitán de este gran país, pues lastimosamente a unos meses de que acabe el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y su gobierno autollamado Cuarta Transformación (4T), los mexicanos vivimos con más inseguridad, con un sistema de salud precario, con educación a modo del partido en el poder, con más corrupción, con más desaparecidos y con un país lleno de enfrentamientos y muertos gracias a la estrategia de “abrazos, no balazos”.
La realidad nos muestra los verdaderos datos, no los datos fantasiosos de AMLO que, aunque en todas las mañaneras nos trate de vender su verdad, son los miles de familias quienes padecen todos los días las burlas y malas decisiones del inquilino de Palacio Nacional, pues es en este Gobierno donde el malo se convierte en bueno y el bueno es criticado, señalado, denostado, perseguido, es decir, es el malo de la historia.
Aunque la Cuarta Transformación trate todos los días de maquillar la realidad, las amas de casa desmienten lo dicho por el oficialismo al momento de ir a comprar la canasta básica la cual todos los días está más inaccesible para miles de familias, los usuarios del sistema de salud también desmienten el mundo maravilloso de AMLO: los niños y maestros que no cuentan con escuelas dignas; los agricultores a quienes les dieron la espalda ante la intensa sequía; las madres buscadoras a quienes el Gobierno tacha como enemigas de la transformación; los niños con cáncer a quienes se les trata como golpeadores del estado; los transportistas que padecen las malas vías de comunicación; las organizaciones sociales, los periodistas y los más de 160 mil homicidios desmienten el México feliz y lleno de bienestar.
Realmente quienes viven en Amlolandia son las organizaciones criminales, los amigos de los hijos del presidente, los aplaudidores de la 4T: ellos son los que gozan de este gobierno abiertamente.
Realmente quienes viven en Amlolandia son las organizaciones criminales, los amigos de los hijos del presidente, los aplaudidores de la 4T: ellos son los que gozan de este gobierno abiertamente.
Por todo lo anterior, es urgente que los mexicanos sigamos unidos, sigamos estudiando para entender mejor nuestra realidad y poder transformarla; es necesario formar un partido verdaderamente del pueblo, que luche por la conquista del poder político, ahora más que nunca, el esfuerzo debe ser porque el pueblo tome en sus manos las riendas de sus localidades, municipios, estados y el propio Gobierno federal para iniciar la creación de una sociedad más justa para todos, todo esto sin dejar de luchar por la solución de las demandas elementales como tener acceso a los servicios básicos, apoyo a la vivienda, apoyo al campo, por más y mejor educación y todo aquello que haga falta en nuestras localidades.
Compañeros antorchistas de Chihuahua y del país entero: la realidad nos está demostrando que estos casi 50 años de lucha no han sido en vano y cada día nos da la razón de que lo que estamos haciendo es lo correcto, pero también nos está exigiendo que debemos redoblar el paso; debemos acelerar la creación de una verdadera vanguardia social que haga frente a las locuras del partido en el poder. Hoy más que nunca debemos seguir unidos, crecer y luchar por un mejor país para todos.
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