Es de conocimiento público que la Secretaría de Educación Pública, en voz de su titular Delfina Gómez, anunció en días pasados la cancelación de las Escuelas de Tiempo Completo en los niveles de educación de primaria y secundaria, el único argumento que esgrimió fue que había necesidades más urgentes que atender, como rehabilitar la infraestructura educativa, que fue muy dañada durante la pandemia.
Este anuncio desató en todo el país una ola de protestas, sobre todo porque las Escuelas de Tiempo Completo (ETC), aún con sus deficiencias, realmente sí contribuían a mejorar la formación educativa de niños y adolescentes porque tenían más horas de clase, practicaban algún deporte o actividad artística, recibían una comida que, en algunos lugares del país, era la única que tomaban durante todo el día.
Además, la permanencia en la escuela por más tiempo les permitía a las madres trabajadoras, tener a resguardo seguro a sus hijos, mientras ellas cumplían su horario laboral.
En todo el país, existían 27 mil escuelas de esta modalidad que beneficiaban a 3.6 millones de estudiantes, y que también les permitían a los maestros obtener ingresos mayores.
En Sinaloa existen 1036 Escuelas de Tiempo Completo que benefician a 128 mil estudiantes. Pues bien, todo esto fue echado, de un plumazo, al bote de la basura por un gobierno que se precia de ser defensor de los pobres de México, pero que, con esta medida, condena precisamente a este grupo social a tener menores oportunidades de calidad educativa, en un futuro menores oportunidades de empleo.
México es un país, al que la OCDE ha catalogado como uno de los que menos recursos destina a la educación, comparado con los países que son miembros de este organismo Alemanias, Francia, Estados Unidos, Canadá entre otros.
Lógicamente esto nos coloca en una permanente dependencia tecnológica y económica con los países desarrollados.
Al gobierno de la 4T, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no le interesa que México alcance mejores niveles educativos, en pocas palabras, que los hijos del pueblo trabajador reciban una educación mejor y completa, integral, como estas escuelas lo daban con sus problemas y deficiencias.
Al presidente y a su partido Morena, tal parece que quieren un pueblo ignorante para manipularlo mejor, que solo se conforme con las migajas que el sistema está dispuesto a darle vía programas sociales, y que siga votando en elecciones por el partido del presidente.
Y no hacer de México un país que, mediante la buena educación de sus niños y jóvenes, alcance la verdadera independencia económica, aplicando cada día mejor los avances científicos y tecnológicos en todas las ramas de la producción y demás aspectos de la vida social.
En Sinaloa, después de manifestarse la inconformidad de miles de padres de familia, maestros, y opinión pública en general, el gobernador, Rubén Rocha Moya, manifestó que su gobierno hará un esfuerzo por mantener las Escuelas de Tiempo Completo, si es así, demostrará que efectivamente reconoce la gran importancia que tiene preparar bien a los niños y jóvenes.
Llamo a mis compañeros antorchistas de Sinaloa y a la población en general, a vigilar que este compromiso público del gobernador se cumpla en breve, y de no ser así, continuar manifestándonos hasta que lo haga realidad. El presente y futuro de México está en peligro, todos debemos alzar la voz en defensa de las Escuelas de Tiempo Completo, tal y como lo están haciendo en todo el país los jóvenes estudiantes de la FNERRR.
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