En Chimalhuacán, Estado de México, mediante redes sociales y a través de notas en la prensa, se ha estado acusando al actual presidente municipal, el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez, de haber supuestamente robado varios millones de pesos de las arcas municipales. Las acusaciones de ninguna manera están probadas y se trata de mentiras que buscan desacreditar el trabajo que durante 21 años de gobierno realizó el Movimiento Antorchista en Chimalhuacán.
La acusación es falsa, busca decir que el gobierno antorchista no cambió para bien a Chimalhuacán para preparar a la opinión pública local y estatal para que acepten que se persiga, condene y encarcele, sin pruebas de ningún tipo, a los líderes antorchistas en el Estado de México, en primer lugar, al biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez. Por esta razón, el Movimiento Antorchista en Puebla protesta y quiere hacer algunas reflexiones en defensa de nuestros compañeros.
En 1988, nuestro querido compañero Jesús Tolentino, “El Tole”, llegó a Chimalhuacán para luchar, junto con los ciudadanos, por los intereses de los desprotegidos de ese municipio. En esos entonces, a Chimalhuacán solo se le conocía por “La Loba”, que encabezaba al grupo de caciques que gobernaba, y por el basurero en que se hallaba. Los viejos chimalhuacanos saben que, hasta antes del año 2000, toda la zona baja y el cerro estaban sumidos en la miseria, saben que las escuelas eran pocas y malas, que la famosa avenida del Peñón era pésima, con lodazales, con perros muertos, con basura por todos lados y que tenía canales de drenaje a cielo abierto. A ese Chimalhuacán llegó Tolentino a trabajar.
Su primera batalla fue la lucha por una escuela: la Primaria Emiliano Zapata del barrio Alfareros. Formó el mercado 28 de marzo, el mercado de San Agustín, la Escuela Secundaria Francisco Villa y logró 80 lotes en el barrio de Fundidores para la gente humilde que llegaba de varios estados a vivir a este municipio. Durante 12 años, el trabajo, carisma, inteligencia y liderazgo del biólogo Tolentino logró organizar a decenas de miles de chimalhuacanos que, en el año 2000, lo perfilaron como candidato a la presidencia municipal. El triunfo del sector progresista del municipio fue contundente.
Y Chimalhuacán comenzó a progresar. En 21 años de gobierno antorchista pavimentamos cientos de calles, logramos bandera blanca en agua potable, drenaje y energía eléctrica, alfabetizamos a los adultos mayores, construimos decenas de escuelas y ocho universidades, como el campus de la UNAM, remodelamos parques completos e iglesias, construimos unidades deportivas, albercas, hermosos teatros y auditorios, reconstruimos y ampliamos la presidencia, construimos un planetario, museos de primer mundo, la plaza de la identidad, el recinto ferial, el parque acuático, bibliotecas, hospitales, el lago artificial, luchamos y logramos el Mexibús y el famoso paseo Chimalli con su gran estatua de 60 metros, que es un grito de identidad y tradición de los chimalhuacanos. Mucho logró el antorchismo y el ayuntamiento, pero nos faltaría tiempo para enumerar todo. Las mentes limpias saben que a Chimalhuacán lo transformó Antorcha por completo.
‘Chimal’ ya no es un basurero ni un municipio olvidado. Gracias al trabajo de todo el antorchismo, decenas de miles de vidas cambiaron para bien. Por todo eso, llamo a los chimalhuacanos serios y sensatos a defender a Jesús Tolentino contra cualquier acto de represión y llamo a todos los antorchistas poblanos a estar listos en la defensa de nuestra organización, porque la represión de Morena está cada día más cerca.
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