MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Vigencia de Emiliano Zapata y su lucha por una sociedad más justa, equitativa y democrática

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A propósito del 104 aniversario de la muerte del Emiliano Zapata Salazar, conmemorado el pasado 10 de abril, recordado por todos los mexicanos, sobre todo por los morelenses, como uno de los luchadores más destacado de la Revolución Mexicana. 

La ideología de Zapata ha trascendido en la historia mexicana y endurece los ideales para los verdaderos luchadores sociales que, al igual que él, tenemos la visión de transformar nuestra patria por una más justa y equitativa para los más pobres de México.

Emiliano Zapata Salazar nació el 8 de agosto del año 1879 en Anenecuilco, Morelos, a la edad de 17 años, con sus creencias revolucionarias, alimentadas por sus vivencias y sus creencias de libertad a la población agraria, libra su primer enfrentamiento ante las autoridades mexicanas; acciones que le obligarían a desertar y abandonar el estado de Morelos y vivir en el anonimato en un rancho de familiares cercanos, durante la dictadura de Porfirio Díaz, el 10 de noviembre en 1910 estalla la revolución mexicana. Para marzo de 1911, durante las fiestas de cuaresma en Cuautla, se alzaron en armas él y 60 campesinos dirigiéndose al sur, ya que eran perseguidos por el ejército de Porfirio Díaz, después de arduas batallas en Chinameca, Jojutla, Jonacatepec, Tlayecac y Tlaquiltenango se dirigió a Huehuetlan, Puebla.

Una vez concluidas estas incursiones contra las fuerzas porfiristas, se le pidió a Zapata y a sus hombres que se afiliarán al ejercito de Madero; Zapata se negó, a menos de que a cada hombre de su ejército se le asegurara tierra para sembrar, a lo que Madero le ofrece una hacienda en Morelos por sus servicios a la revolución, Zapata, molesto por la respuesta, amenazó a Madero y le dejó claro que él no buscaba beneficio individual, sino de todo el pueblo. Nunca se pudo tener un acuerdo con Madero.

Zapata y sus hombres no se unieron al ejercito de Madero al no encontrar solución verdadera al problema de los campesinos la cual era la expropiación de las tierras para los campesinos, continuaron con su lucha incansable. Zapata fue asesinado el 10 de abril en una emboscada realizada en la hacienda de la Chinameca emboscada, que fue diseñada por la cúpula del poder y ejecutada por el coronel Guajardo.

El movimiento iniciado por Zapata continuó durante un tiempo, pero tras su asesinato, el Ejército de Liberación del Sur acabaría disolviéndose y la soñada reforma agraria de Emiliano Zapata se quedaría inconclusa.

En el marco de este contexto histórico, hoy en día, la situación política y económica que vivimos en este país, nos invita a reflexionar sobre la importancia de una lucha seria y enérgica por la justicia social, la igualdad y la democracia, como lo pretendió Emiliano Zapata, pues en estos tiempos la lucha de Zapata sólo está en el baúl de la historia, lejos de cumplir su legado. En estos tiempos con el gobierno de la Cuarta Transformación, la justicia social sigue siendo una deuda histórica y si no veamos los siguientes datos.

Recordemos el discurso de primero los pobres dado por nuestro actual presidente Andrés Manuel López Obrador quien dijo – “vamos a atender y a respetar a todos, vamos a gobernar para todos, pero les vamos a dar preferencia a los vulnerables y a los desposeídos por el bien de todos los pobres...”, pero esto solo ha quedado como como frase emblema, como estandarte para cooptar votos y consciencias, priorizar a los más desposeídos como lo propuso Zapata está lejos de cumplirse, la situación por ejemplo de los campesinos hoy en nuestros días se ha agudizado.

El campo en nuestros días está abandonado; fueron eliminados los pocos programas que existían en administraciones pasadas como apoyo a pequeños productores, programa de sanidad e inocuidad agroalimentaria, apoyos a la comercialización de los productos agrícolas, apoyo a los sectores pesqueros y rurales, rehabilitación y modernización de presa y estructuras de cabeza, seguro y reaseguro agropecuario, entre otros. Existían 29 programas federales destinados al campo y fueron eliminados en cuatro años por este gobierno de Morena.

No debemos olvidar cuando el presidente López Obrador también dijo que ayudaría a productores del campo con subsidios y precios de garantía, así como vender a un precio justo la canasta de alimentos básicos para combatir la desnutrición y el hambre- dijo que bajaría la gasolina, el gas, pero la realidad es que está sucediendo todo lo contrario, hoy en día la canasta básica esta carísima, la tortilla, el huevo, la carne. 

Los campesinos han sido abandonados y traicionados por este gobierno, la situación del campo es aguda, no tienen solvencia para comprar las semillas y fertilizantes, los precios de estos están por los cielos, no pueden pagar una maquinaria para sembrar sus parcelas, porque la hora les cuesta más de 500 pesos, cuando los campesinos apenas y tienen para comer.

López Obrador dijo también que el programa de fertilizante se ampliaría, que habría fertilizante gratuitos para dos millones de productores y, sobre todo, para aquellos campesinos que tienen pocas hectáreas, y, nuevamente escuchamos discurso y discursos, porque en la realidad los apoyos al campo no llegan a quien verdaderamente los necesitan, los que reciben los apoyos son los grandes latifundistas, los terratenientes que tienen más de 30 o 50 hectáreas, pero el jornalero y al campesino no tienen algún apoyo efectivo por parte del gobierno, sobre todos los pequeños productores, los más necesitados. 

En Morelos, por ejemplo, de acuerdo con las estadísticas del Gobierno federal, solamente se ha apoyado a 32,923 hectáreas con fertilizante de 165, 332 hectáreas, 120 mil hectáreas no son tomadas en cuenta a pesar de la inflación en nuestro estado y a nivel nacional. 

Los pocos programas sociales para el campo, en la actualidad, son operados por afiliados a Morena mismos que condicionan a los campesinos para poder recibirlos, como el programa “sembrando vida” que consta de 6000 pesos mensuales para los propietarios o poseedores de dos hectáreas y media disponibles para ser trabajadas en algún proyecto agroforestal, solo lo reciben los más allegados a las administraciones morenistas.

Este programa, de acuerdo con los datos de investigadores y analistas, como el Dr. Abel Pérez Zamorano, nos explica que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) , encontró un serie de deficiencias en este programa; como el reparto de plantas deficientes, problemas para el cobro de los apoyos, faltas de reglas de operación claras para pertenecer a este programa, la falta de supervisión y que no existen metas fijas, dice que para el 2019 se habían sembrado 80 millones de arbolitos y solo se  lograron 40 millones de los árboles, es decir se pierde la mitad de los árboles que se plantan y este dato de por si es alarmante, pues es claro que este programa no está funcionado. El programa Sembrando Vida, es el que más rezago tiene en el cumplimiento de su objetivo el cual fue orientado para incrementar la producción, productividad y competitividad agroalimentaria y pesquera del país.  

Ante esta situación de injusticia social que vivimos los mexicanos, obreros, amas de casa, comerciantes, estudiantes, los campesinos como uno de los sectores más importantes de la producción en nuestro país, el recuerdo de la lucha de Emiliano Zapata, un hombre valiente y determinante, que supo ver más allá de sus propios intereses, supo luchar para llevar a cabo un cambio verdadero, debe servirnos para seguir inspirando a todos los Mexicanos, y sobre todo a las generaciones jóvenes a luchar por un México mejor,  la mejor manera de honrar el legado de Emiliano Zapata es seguir organizados, luchando para transformar a esta sociedad.

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