En el 2024, la violencia en los centros educativos de México sigue siendo un tema preocupante. Según la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, las autoridades competentes deben propiciar las condiciones para crear un ambiente libre de violencia en las instituciones educativas.
Además, se enfatiza la importancia de fomentar la convivencia escolar armónica y la generación de mecanismos para la discusión, debate y resolución pacífica de conflictos, así como la elaboración de protocolos de actuación sobre situaciones de acoso o violencia escolar.
El informe muestra que la disponibilidad de información estadística sobre la violencia en las escuelas es limitada, especialmente en la educación preescolar y básica.
La violencia en los centros educativos no sólo afecta a los estudiantes, sino que también tiene un impacto en el personal docente y administrativo. Es crucial abordar este problema de manera integral.
Los registros existentes indican que las principales formas de agresión escolar son los golpes, patadas, portazos y las agresiones verbales. Se recomienda que las encuestas y registros en México recaben información sobre cualquier tipo de violencia a lo largo del ciclo de vida de los niños, niñas y adolescentes, desde los 0 hasta los 17 años.
Además, se destaca que la violencia no se limita a los centros educativos, sino que está presente en diversos entornos, como en casa, el trabajo, el transporte público y las calles.
Se enfatiza que la violencia se aprende por observación y mimesis, y se hace hincapié en la importancia de dejar de ser violentos. Se plantea que la solución a esta problemática comienza en la educación, que inicia en casa y continúa en la escuela.
En cuanto a la violencia de género, se refleja la creciente voz de las mujeres ante el asunto. La Marcha del Día Internacional de la Mujer de 2024 en la Ciudad de México atrajo a 90 mil mujeres que exigieron acciones ante los altos niveles de violencia de género en el país.
Se destaca la necesidad de datos más granulares para comprender la dinámica única que impulsa la violencia contra hombres y mujeres.
Tan sólo en 2023, se reportó que del total de estudiantes adolescentes en México, el 28 % comunicó haber sido víctima de acoso escolar en los últimos doce meses, lo que representa un preocupante número de 3.3 millones de estudiantes afectados por esta forma de violencia en el país y va en aumento.
La violencia en los centros educativos no sólo afecta a los estudiantes, sino que también tiene un impacto en el personal docente y administrativo. Es crucial abordar este problema de manera integral, considerando tanto las causas institucionales y escolares como las percepciones de estudiantes, docentes, familias y personal administrativo sobre las causas de la violencia escolar.
En resumen, la violencia en los centros educativos de México sigue siendo un desafío, y se requiere un plan nacional por parte del gobierno federal que tenga un enfoque integral que aborde tanto la violencia escolar como la violencia de género en todos los ámbitos de la sociedad.
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