Xalapa, fue la primera ciudad importante que Morena ganó a nivel nacional y fue la punta de lanza para animar a los morenistas de las posibilidades reales para una alternancia en el gobierno. Por ello, Xalapa ha sido un referente nacional para la democracia contemporánea, también, es un referente porque los xalapeños fueron los primeros en aceptar que el problema de todos los males era la corrupción. Así, Morena vendió como pan caliente el discurso de la corrupción en el gobierno de Javier Duarte, por ello, los xalapeños le dieron el voto de confianza tras prometer que acabaría con la corrupción.
Esta situación se dio al término de una administración priista, cuyos logros en obras y servicios habían beneficiado a los más marginados de la ciudad, sin embargo, el fenómeno de la corrupción duartista tuvo alcance nacional y tuvo mayor efecto que los beneficios obtenidos, todo este clima generó desconfianza en los veracruzanos que no dudaron en cambiar de partido. En esta coyuntura política apareció Pedro Hipólito Rodríguez Herrero quien aprovechó su perfil académico de la Universidad Veracruzana; así nació la nueva esperanza de los xalapeños con un político de nuevo tipo y un partido que atacaba la corrupción.
A tres años de su gobierno, estas esperanzas y sueños de los xalapeños han quedado desvanecidos, pues, se han dado cuenta que no basta ser académico y gritar a los cuatro vientos que se lucha contra la corrupción, porque al final no se puede estar improvisando el quehacer de las políticas públicas, ya que la clase trabajadora necesita empleo, seguridad, vivienda, salud, obras y servicios. Pues, todas estas necesidades han sido negadas por el propio Hipólito Rodríguez a sus gobernados como ha sucedido con diversas organizaciones sociales a quienes reprime administrativamente para sofocarlas y exterminarlas.
Lo antes dicho se hizo patente en su Tercer Informe de Gobierno, pues carece de obras y servicios de primera necesidad, además, que ha devuelto 170 millones de pesos al Gobierno federal por no invertirlos en tiempo y forma, dinero que hace falta para los xalapeños en agua, electrificación, vivienda, salud, seguridad y empleo. Pero Hipólito no tiene proyecto para Xalapa, ya que es un improvisado en la función pública y su torpeza ha generado repudio entre la población, así como lo demuestra la casa Encuestadora Caudae Estrategias quien publicó que el 73.5% de la población reprueba la gestión del alcalde Xalapeño.
Otro aspecto importante del tercer informe del alcalde fue el énfasis que puso en toda su relatoría que en Xalapa se terminó la corrupción y que estaba cumpliendo como una promesa de campaña; sin embargo, los medios de comunicación lo cuestionaron, pues, en diversas direcciones del ayuntamiento se han denunciado actos de corrupción, por tanto, al alcalde no le quedó más remedio que retractarse de lo que había dicho cinco minutos antes para aceptar que seguían diversos actos de corrupción en la dirección de Desarrollo Urbano y en la Subdirección de Comercio a lo que dijo: «Todavía tenemos, por desgracia, nichos de oportunidad para que las prácticas irregulares se estén presentando, en áreas de inspectores que no atienden la exigencia ciudadana de evitar cualquier tipo de irregularidad».
Ante estos dichos, los medios de comunicación y la ciudadanía se preguntan:
¿Quién puso a los directores de Desarrollo Urbano y Comercio? Los puso Morena y los avaló Hipólito Rodríguez Herrero.
Entonces, ¿por qué el alcalde dice que combate a la corrupción cuando en los hechos la impulsa? Cuando en realidad sabe los departamentos, el nombre de los directores e inspectores de esas áreas donde está floreciendo la corrupción.
Tal vez, el alcalde xalapeño piense que sus gobernados son tontos o ignorantes para tratarlos de esa manera, en un verdadero acto de burla a la inteligencia de la clase trabajadora. Pero se equivoca, sus gobernados son gente inteligente, bien informada y sabe contrastar las obras de las palabras. En todo caso, las declaraciones del presidente municipal comprueba el cinismo y arrogancia que tiene por los más humildes; y tal vez por ello, los xalapeños están pensando cambiar de gobierno estas elecciones del 2021, ya que el mal desempeño del alcalde en la capital veracruzana sólo le da el 23% de las intenciones del voto para Morena de acuerdo a la casa encuestadora Marketing Integra. Al parecer los ascetas de Morena están cavando su propia tumba.
En Xalapa florece la corrupción en manos de Morena y el tercer informe de gobierno viene a remachar los que la vox populi viene manejando desde que inició esta administración. La corrupción no se ha terminado con Morena, la corrupción está en su máximo florecimiento y con el respaldo de sus gobernantes. No es bipolaridad la que sufre el Gobierno xalapeño, sino el cinismo abierto y descarado de la clase opresora hacia los oprimidos. Es el verdadero proyecto de Morena para los mexicanos que Hipólito Rodríguez repite para emular a Andrés Manuel López Obrador.
Los veracruzanos deben tomar como lección que el cambio de gobiernos o colores no le darán un cambio de fondo a nuestra sociedad. La realidad exige un verdadero proyecto de nación que contemple en primer lugar a la clase trabajadora, que sus demandas más sentidas se resuelvan de manera definitiva. Sin embargo, este cambio no será posible si el pueblo trabajador no se organiza para impulsar a sus verdaderos representantes emergidos de las masas populares y con un proyecto claro que le diga cómo y hacia dónde llegar. Este proyecto sólo lo tiene el Movimiento Antorchista Nacional que con sus obras ha dicho a todos los mexicanos que un mundo mejor es posible y necesario.
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