La XXI Espartaqueada Deportiva Nacional del Movimiento Antorchista fue un evento histórico que demostró que el deporte es una herramienta poderosa para la formación integral de los seres humanos y para la transformación social. Más de 25 mil deportistas de todo el país se reunieron en Tecomatlán, Puebla, para competir en seis disciplinas deportivas, demostrando su talento, disciplina, esfuerzo y solidaridad.
La delegación yucateca tuvo una destacada participación, obteniendo siete medallas en atletismo y quedando en el lugar 16 del medallero general. Los deportistas demostraron que con voluntad y organización se pueden superar las adversidades y los obstáculos que impone el sistema capitalista en la actualidad.
Y es que, desde mi punto de vista, el sistema capitalista es el principal enemigo del deporte popular y de la cultura física. El capitalismo convierte al deporte en una mercancía, en un espectáculo que sirve para enriquecer a unos cuantos empresarios y para manipular a las masas. El capitalismo niega el derecho al deporte a millones de mexicanos que viven en la pobreza, marginación y explotación. El capitalismo desvía los recursos públicos que deberían destinarse al fomento del deporte hacia otros fines más lucrativos o a la corrupción.
La realidad yucateca es un ejemplo claro de esta situación. El gobierno estatal no apoyó en nada a los deportistas que asistieron a la Espartaqueada, a pesar de sus solicitudes y gestiones. Los deportistas tuvieron que buscar otras alternativas en sus municipios para costear su propio viaje y su estancia en Tecomatlán, con el apoyo del antorchismo del estado. El gobierno estatal no tiene interés en promover el deporte popular ni en mejorar las condiciones de vida de los yucatecos, al contrario, se dedica a favorecer a los grandes empresarios turísticos y agroindustriales que explotan los recursos naturales y humanos de la entidad, mientras que la mayor parte de la población trabajadora sufre el rezago en educación, cultura y deporte.
El Movimiento Antorchista tiene una visión diferente del deporte y de la sociedad. El antorchismo concibe al deporte como una actividad que contribuye al desarrollo físico, mental y moral de los individuos y de los pueblos, es por ello que, fomenta el deporte como una forma de educación popular, de recreación sana y de lucha social, que sea la base para construir una nueva nación donde el deporte sea un derecho de todos y no un privilegio de unos cuantos.
Por eso, la XXI Espartaqueada Deportiva Nacional fue un acto de protesta contra el sistema actual de gobierno, pero sobre todo, una muestra de lo que se puede lograr con la organización y la conciencia del pueblo. Los deportistas antorchistas son también luchadores sociales que buscan transformar la realidad injusta que vivimos. Los deportistas antorchistas son también portadores de una nueva cultura, una cultura del trabajo, estudio, arte y deporte.
La XXI Espartaqueada Deportiva Nacional fue un gran éxito que debe servirnos de inspiración y de ejemplo para seguir luchando por una sociedad más justa, más humana y más feliz.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario