México no es una nación pobre, pero lo parece porque la riqueza que crea su clase trabajadora se le arranca de las manos, pues las leyes lo permiten. En este país las leyes no protegen a los más pobres, sino a los más ricos; las leyes protegen a los dueños de las grandes empresas, a los banqueros, a los mineros, o sea, a los grandes capitalistas, pero al pueblo se le desprecia y se le mantiene en condiciones límites, incluso hay millones de casos de pobreza extrema. Como consecuencia, entre los pobres se generan muchos males, como el alcoholismo, la drogadicción, las enfermedades, un nivel muy bajo de cultura, etc.
Y esa situación del pueblo no es nada nuevo. Todos aquellos que saben algo de historia, saben que los males del pueblo vienen desde aquellos aciagos días de la conquista por parte de los españoles; esos extranjeros durante 300 años se encargaron de destruir los grandes avances de las culturas mesoamericanas: ciencia, arte, idioma, etc., y usaron su poder militar y religioso para someter y humillar al pueblo, hasta niveles de embrutecimiento.
La situación de humillación, miseria y abandono del pueblo no cambió cuando se logró la Independencia de México. Aunque algo mejoró después de la Revolución de 1910, los mexicanos pobres siguen esperando que la Revolución les haga justicia. La pobreza sigue habitando en los hogares de los pobres a pesar de que éstos, con su trabajo diario, crean tanta riqueza que México se encuentra entre los 15 países más ricos del mundo.
Los políticos de todos los partidos, que han ocupado cargos en los gobiernos estatales, municipales y en el gobierno federal, han mentido una y otra vez a la gente, pidiéndoles su voto para llegar al gobierno. Se han cansado de prometer trabajo, obras sociales, salud y bienestar, si llegan al poder. ¿Y qué ha pasado? Nada. Sólo demagogia; una y otra vez los políticos de todos los partidos se burlan de la ignorancia de la gente; desprecian a la gente pobre, pero la necesitan para alcanzar sus objetivos de tener cargos públicos. Y así seguirán si el pueblo no despierta, si no se decide a tomar su destino en sus manos.
¿Y por qué el pueblo permite que se le trate así, con tanto desprecio? Porque no está organizado. Porque no comprende el poder de su número. No comprende que nadie vendrá a salvarlo de su pobreza. Y porque los medios de comunicación se han encargado de difundir miles de ideas en contra de que la gente se organice.
Sin embargo, poco a poco, como la gota que rompe la roca, los pobres han venido construyendo su organización. Los pobres ya no están solos e inermes. Ya existe la organización fundada precisamente para la unificación de los pobres. Esa organización es el Movimiento Antorchista Nacional, fundado en 1974.
Antorcha está cumpliendo 45 años de existencia, y se ha desarrollado contra viento y marea, contra la voluntad de poderosos intereses políticos y económicos que han hecho todo lo que han podido, incluso el asesinato, para evitar que esta organización crezca. Antorcha se ha enfrentado contra caciques del campo y de la ciudad, quienes creen que los campesinos y trabajadores son de su propiedad; contra políticos demagogos y ladrones que al llegar a los cargos de poder a los que los lleva el pueblo con su voto, no sólo traicionan sus promesas, sino que hasta represores han resultado; contra la prensa vendida que difunde mentiras, calumnias y verdades a medias, pretendiendo desprestigiar a esta organización del pueblo. ¡Hoy, en el año 2019, en que gobierna un sedicente partido "de izquierda", el propio presidente de la república encabeza los ataques en contra de esta organización!
Ha sido tan intensa la campaña de desprestigio contra el Movimiento Antorchista Nacional, que mucha gente de entre los más pobres, cree que es mejor alejarse de esta organización, de su organización. Pero nada de eso: los pobres deben agruparse cada vez más con nosotros. ¿Qué organización o partido político ha beneficiado al pueblo? ¡Ninguno! Todos han demostrado su afán egoísta de servirse del pueblo para alcanzar su meta que no es otra que tener poder para robar, nada más.
En sus 45 años, Antorcha no sólo se ha defendido de sus enemigos, sino que ha contribuido al desarrollo de pueblos y colonias pobres del país entero, organizándose con colonos, campesino, estudiantes, obreros y amas de casa, con los que ha gestionado la dotación de una gran diversidad de servicios públicos: agua, electricidad, drenaje, escuelas, hospitales, carreteras, puentes, telefonía, etc., etc. ¡A lo largo y ancho del país existen obras que son fruto de la gestión y la fuerza del pueblo organizado en Antorcha!
Por eso, la clase trabajadora de México debe estar del lado del Movimiento Antorchista. El próximo 10 de noviembre se realizará la asamblea conmemorativa en los estadios "Cuauhtémoc" y "Hermanos Serdán" de Puebla. Ciento cincuenta mil antorchistas de Puebla, Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Tlaxcala, se reunirán para pasar lista de presentes y escuchar el mensaje del fundador y máximo dirigente de la organización: el Ing. Aquiles Córdova Morán.
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