Hace unos días, el Movimiento Antorchista Nacional anunció que este año 2019 cumple 45 años de lucha contra la pobreza, y que por tal motivo, realizará diversas concentraciones multitudinarias por todo el territorio nacional donde se reunirán más de 500 mil mexicanos en los eventos político-culturales que se realizarán a partir del mes de agosto. Sin duda, la lucha que se inició en 1974, hoy sigue estando vigente, pues el día de hoy son más de 100 millones de mexicanos que viven en condiciones de miseria y es necesario cambiar el rumbo que lleva el país, haciendo una repartición más justa y equitativa de la riqueza nacional.
Hay que señalar que, si bien es cierto, que durante todos estos años son miles de obras las que con su lucha tenaz y perseverante de todos los antorchistas, se han logrado conseguir para cientos de comunidades de las 32 entidades federativas, y que con ello, hoy millones de mexicanos tienen agua potable, luz eléctrica, drenaje, caminos, centros de salud, lecherías, espacios educativos, mejoramientos de vivienda y apoyos para los productores agrícolas, y que todos estos logros han mejorado sus condiciones de vida, año con año se incrementa el número pobres y su situación de pobreza se agudiza a consecuencia de la aplicación de un modelo económico que es bastante bueno para producir riqueza, pero muy malo para distribuirla entre todos los mexicanos, por lo que es necesario cambiar la política económica que se aplica en el país, y para ello, es necesario la organización y educación del pueblo trabajador para que tome conciencia de la realidad que vive y se decida de una vez por todas a tomar las riendas de nuestra patria y se disponga a construir una sociedad más justa para todos.
El gobierno de López Obrador se equivoca cuando plantea que con sus programas de transferencia monetaria se erradicará la pobreza y que lo único que hay que hacer es garantizar que estos apoyos lleguen de manera directa a los beneficiarios para evitar que "organizaciones intermediarias", entre ellas, la "Antorcha mundial" como de manera despectiva nos señala, se queden con la mayor parte de dichos apoyos, ya que hasta los sexenios anteriores fue la corrupción la que impidió el éxito de dichos programas y con ese argumento ha anulado programas como estancias infantiles, comedores comunitarios, seguro popular y Prospera que de algo servían para paliar la miseria de millones de familias, pero es claro que dicho planteamiento es incorrecto, ya que ha quedado demostrado que quienes repartían estos apoyos eran funcionarios del Gobierno Federal y no los "intermediarios" como él dice, sin dar pruebas para demostrar su dicho. Y aún más, en el mejor de los casos (porque hay ejemplos como el de la entrega de las becas "Benito Juárez", donde se ha dejado a más de la mitad de los estudiantes del país, que deberían recibirla, fuera), estos apoyos no terminarán con la pobreza de los mexicanos, no hay que olvidar que desde hace más de veinte años se reparten, aunque cada sexenio se les cambie de nombre, pero la miseria, en vez de disminuir, se incrementa.
Si se quiere acabar realmente con la pobreza, hemos planteado, es necesario la aplicación de cuatro ejes fundamentales: una política fiscal progresiva, que consiste en que paguen más quienes más recursos tienen y no como hasta ahora, que son los que menos lo hacen; reorientación del gasto social hacia las clases trabajadoras que les permitan tener los servicios básicos, y, además, de buena calidad; empleo para todos los mexicanos en edad de trabajar y que a todos se les paguen salarios bien remunerados que permitan que todas las familias puedan adquirir lo necesario para tener una vida mejor.
Y también ha quedado demostrado que la clase política mexicana, y con ella sus partidos políticos, sólo han usado el combate a la pobreza como un slogan para ganar adeptos que les permitan llegar al poder de la nación, pero una vez que lo logran siguen sirviendo a los poderosos de nuestra patria. Es por ello que la realización de los eventos de aniversario de nuestra organización cobra una importancia mayúscula porque serán un grito de protesta contra la desigualdad e injusticia social y serán un llamado fraterno y cariñoso a todos los desposeídos para que se unan a nosotros y juntos nos dispongamos a construir una sociedad más equitativa para todos. Finalmente, les recuerdo a mis compañeros nayaritas que el próximo 25 de agosto, corresponde a nosotros la realización de nuestro evento y les hago una atenta y cordial invitación para que ese día nos acompañen, y, junto a nuestros camaradas de los estados de Michoacán, Jalisco, Colima y Guanajuato, reafirmemos nuestro compromiso de lucha por un mundo mejor.
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