"La esperanza de México" llegó al poder hace ya casi un año, el Presidente de la República también ya rindió su primer informe a los mexicanos, en el que según los resultados son alentadores. Sin embargo, la realidad nos dice que en los pueblos y colonias existe un gran rezago en materia de infraestructura social, de salud, alimentación, vivienda y educativo. Ante esta situación, en esta ocasión me remitiré a hablar sobre lo urgente y necesario que resulta para el país, que los jóvenes luchemos por contar con una educación de calidad.
Y es que aunque el artículo tercero constitucional mandata al Estado a brindar educación laica y gratuita, en los hechos, sólo el 23 por ciento de la población recibe el servicio sin pago de cuotas. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2017 que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que el 77 por ciento de la población en el estado tuvo que realizar algún tipo de desembolso para que sus hijas e hijos pudieran asistir a la escuela.
La gratuidad contemplada en la carta magna significa que todos los servicios educativos que otorgue el gobierno no tendrán costo; por eso, el trabajo de los maestros y las maestras, la construcción y mantenimiento de los edificios escolares, la entrega de libros de texto para los niños y las niñas no tendrá costo. Sin embargo, la realidad a la que se enfrentan madres y padres de familia, es que al inicio de cada ciclo escolar tienen que cooperar cuotas aunque sea mínimas porque en las instituciones no se cuentan con la infraestructura necesaria debido al recorte presupuestal que el gobierno de la 4T ha llegado a implementar.
La misma ENCIG detalla que en el estado de Oaxaca en 2017, el 82.4 por ciento de la población usuaria de servicios de educación pública en primaria, secundaria o bachillerato, refirió que se contó con personal docente suficiente, el resto consideró lo contrario. El 17.3 por ciento que el personal docente está capacitado, el 74.1 por ciento tuvo acceso a siguiente nivel o buen trabajo, el 73.5 contó con instalaciones limpias y ordenadas, el 55.6 por ciento instalaciones y mobiliario adecuado, el 53.0 por ciento salones sin saturación de estudiantes y 49.0 por ciento cumplimiento de días clase.
Pero esto no es todo, también de acuerdo con la Encuesta de los Hogares en el 2015, elaborada por el INEGI, en México, el 35.5 por ciento de los integrantes del hogar se encuentran en rezago educativo. En la encuesta se observa que, entre los tres y los 14 años, casi el 90 por ciento de los mexicanos asiste a la escuela pero de los 15 a los 19 ese porcentaje se reduce hasta el 63 por ciento. Mientras que sólo el 17 por ciento de los mexicanos entre los 20 y 30 años, estudia. También se señaló que el principal motivo reportado para abandonar los estudios es la falta de recursos económicos y en las mujeres es más común que los motivos sean porque se casaron o se unieron, o bien porque se embarazaron.
Oaxaca y Chiapas, fueron las entidades que tuvieron los mayores porcentajes de personas en rezago educativo con el 52.7 por ciento y 51.4 por ciento de su población de 15 años en adelante, respectivamente. Lo grave de todo esto es que a pesar de estos datos, el gobierno de la "Cuarta Transformación" nada ha implementado para solucionar a fondo el problema tan grave que tenemos y dice que "vamos bien". Si nos preguntamos ¿por qué el gobierno no hace nada? La respuesta se derivaría de que al sistema económico neoliberal en el que vivimos le conviene que exista mucha gente sin educación.
Y es aquí donde quiero rescatar que, en estos tiempos en el que el país está en crisis por el mal gobierno del nuevo poder político federal, es tiempo de reforzar la lucha antorchista, pues la organización social que fundó el ingeniero Aquiles Córdova Morán junto a no más de 30 campesinos en el año 1974, es hoy la salida y cambio verdadero de México. Pues a lo largo de 45 años de existencia ha consolidado una estructura política completa y amplia que en los próximos años gobernará el país para sacarlo del gran atraso al que se enfrenta. El Movimiento Antorchista pretende llevar al pueblo pobre al poder político, pero no a un pueblo ciego, sino preparado, concientizado y conocedor que ha formado a través del estudio.
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