Julio César, gran conquistador que logró expandir a su máxima expresión al Imperio Romano, reconoció la importancia de la opinión pública.Se sabe que fue durante su consulado que en el año 59 a.C.mandó a crear el Diario Romano, con el propósito de informar para que el pueblo quedara influido en el sentido que su gobierno deseaba.De entonces a la fecha han pasado muchos acontecimientos: La invención de la imprenta, la radio, la televisión y, finalmente, el surgimiento de los medios digitales y las redes sociales que han revolucionado mucho la forma de hacer periodismo, pero su propósito original no ha cambiado mucho.Y si bien es cierto que no todos los periodistas son netamente voceros del gobierno en turno y hay ejemplos de verdaderos profesionales de la pluma que han dejado huella, como informadores de la realidad social de su época, también los hay que han hecho de este importante oficio, un medio para medrar e incluso para promover la comisión de crímenes de lesa humanidad.
Víctor Hugo, Charles Dickens, Nellie Bly, John Reed, Ernest Hemingway, Gabriel García Márquez y los mexicanos Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Salvador Díaz Mirón, Francisco Zarco, Filomeno Mata, entre otros, dignificaron el oficio periodístico, no se limitaron a expresar el sentir gubernamental, también brindaron voz al pueblo.Pero históricamente del lado opuesto, el grupo siempre fue más numeroso, aunque no todos en el mismo grado, pues no se puede equiparar al periodista poco calificado con el mercenario mediático a sueldo o con un demente manipulador mediático que condujo a crímenes de lesa humanidad, como el caso de Joseph Göebbels en la Alemania de la época hitleriana.
Hoy, esa tendencia histórica no ha cambiado.Por excepción, hay periodistas serios, que investigan, aportan datos y procuran sustentar sus afirmaciones de manera lógica y apegada a la realidad; pero un gran número de ellos, han convertido a este noble oficio en un instrumento de extorsión, chantaje y amedrentamiento tanto para obtener dinero como para vengarse de quienes exhiben ese proceder tan deleznable que los caracteriza.Hay veces que las acciones de estos mercenarios son tan ridículas que sería preciso carcajearse, de no ser por que, lamentablemente pueden propiciar graves consecuencias, pues actúan como carroñeros en busca de cadáveres.Veamos:
Debido a que el Movimiento Antorchista Nacional siempre sostuvo una visión distinta al Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respecto de la causa esencial de los grandes problemas nacionales y que, por tanto, un cambio de rumbo del país no dependería de la llegada de un personaje mesiánico, aunque jurase por todos los entes que lo lograría.Con claridad expresamos que mientras él se presentaba como un mesías con la panacea para corregir el rumbo (el combate a la corrupción), nuestra lucha emprendida de muchos años, nos había llevado a la conclusión de que las dificultades del país se deben a la injusta distribución de la riqueza social y a la gran brecha que ella había provocado y, que el cambio de rumbo hacia una nación más justa y soberana era (y es) la educación política, la organización y la lucha del pueblo contra ese problema central: la gran inequidad existente entre los que tienen mucho y los que carecen de casi todo.Esto generó la animadversión del hoy mandatario federal y sus partidarios contra nuestra organización.
Antorcha tampoco apoyó a Miguel Barbosa en su lucha por la gubernatura de Puebla, no sólo porque no esbozaba en su plataforma política alguna propuesta clara de acción en beneficio de las clases trabajadoras ni de desarrollo social y porque su trayectoria política misma, dejaba claro que era capaz de vender a su conciencia al mejor postor, por un coto de poder.Si alguien duda de esto, puede investigar la historia de trasfuguismo de Barbosa y de cómo ha cambiado su discurso para acoplarse al poderoso en turno, amén de que no se ve qué haya aportado a la vida nacional, estatal o siquiera a su tierra natal.Hoy, ocupa el último lugar en aprobación de entre todos los gobernadores por su incapacidad y el pésimo manejo de la economía y de la salud ante la pandemia.
Y luego de denunciar la nula atención a los sectores más vulnerables, la falta de trabajo y de sensibilidad para resolver la problemática de inseguridad, de educación, de salud, de alimentación, entre otras cuestiones el gobernador poblano ha emprendido una campaña de terror contra el antorchismo poblano, al parecer, alentado por el discurso anti antorchista del Gobierno federal.La abyección de que fuimos objetos por parte del Instituto Electoral de Puebla y de todas las instancias judiciales en la materia para bloquear la creación de nuestro partido político y, recientemente, la persecución contra varios de nuestros dirigentes y la congelación de cuentas de varios compañeros, sin el debido procedimiento y sin ninguna notificación, violando las garantías individuales consagradas en la Constitución Política Nacional, son parte de esa "Santa Inquisición" moderna que impulsa Barbosa contra sus opositores.Todo ello es del conocimiento público.
Pero, junto con el anuncio de Santiago Nieto Castillo titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del Gobierno federal, en el sentido de que se habían congelado las cuentas de "cientos de millones" (según él) de los líderes antorchistas, se soltó toda la jauría mediática progubernamental que por enésima vez declaró nuestra muerte como organización y en Puebla destacó el panfleto vomitivo de un tal Arturo Rueda Sánchez, director del Diario Cambio, que luego de alabar y ensalzar a más no poder al "inmejorable" Miguel Barbosa por su persecución contra el antorchismo, culminó con esta frase: "el final de Antorcha se acerca ya, lo esperaré, serenamente", frase que seguramente pasará a la historia como una de las mayores estupideces que ha dicho.
Dos datos bastan para saber de qué tipo de reptil hablamos: El 27 de mayo de 2015 fue publicado un video en la plataforma de youtube.com, mismo que se conserva hoy en línea, en donde Arturo Rueda expresamente dice que su negocio es "administrar la reputación de los políticos" y exige al entonces candidato a diputado federal, Jorge Estefan Chidiac, la simbólica cantidad de 10 millones de pesos a cambio de no revelar una grabación con el que se "dañaría la imagen" de dicho político priísta, por esos mismo días Chidiac denunció penalmente a Rueda.Tres años después, en una nota de Berenice Martínez, publicada el 28 de junio de 2018 en el portal del Diario Cambio se consignaba una declaración del entonces candidato a gobernador, Miguel Barbosa Huerta en respuesta al director de ese periódico en los términos siguientes: "Así se entiende su comportamiento y la línea editorial de CAMBIO en este proceso electoral; para usted y el periódico CAMBIO, los procesos electorales son temporadas de ganar dinero, no me diga que es periodismo, nadie se lo cree".
Este es Rueda Sánchez, un pseudoperiodista que prostituye su pluma al mejor postor, siempre en busca de su tapabocas preferido: un buen fajo de billetes.Por eso, para él, Barbosa de corruptazo evidente ha pasado a ser el esperado "héroe" que Puebla "necesitaba".Le causa urticaria varias plumas antorchistas han ridiculizado sus escritos y lo han exhibido como un infecto chacal y extorsionador sin escrúpulos.Nuestra organización no maneja de los tapabocas que busca; los escasos recursos de Antorcha se usan en para la educación y la organización del pueblo trabajador, precisamente para combatir este tipo de personajes hediondos: los gorilas represores del pueblo y sus corifeos, mercenarios de la pluma.Mientras Antorcha educa al pueblo trabajador, ese chacal, pseudoperiodista extorsionador, puede quedarse esperando sentado "serenamente".
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