De acuerdo con el censo 2020 del Inegi, en México somos 126 millones 014 mil 24 mexicanos, y de ese número, el 48.8% son hombres y el 51.2% son mujeres; también menciona el mismo organismo que al mes de diciembre de 2021 la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 59 millones de personas, mientras la Población No Económicamente Activa (PNEA) fue de 40.1 millones de personas, lo que nos da una idea más o menos clara de lo alarmante y preocupante del número de personas en desempleo, que tuvieron que ingeniárselas para poder llevar el pan a sus casas, para poder mantener a sus familias, para vestirla, para calzarla, curarla, para pagar servicios, etc., y muchos de ellos trabajaron en el comercio informal o vendiendo dulces, aguas, limpiando parabrisas, vistiéndose de payasitos, etc. , y otros más se dedicaron a delinquir.
Los datos oficiales del Coneval en su informe sobre “Medición Multidimensional de la Pobreza en México” informa que en México de 2018 a 2020 la pobreza aumentó de 51.9 a 55.7 millones de mexicanos, pero también informa que la pobreza extrema aumentó en 2.1 millones de mexicanos, al pasar de 8.7 a 10.8 millones de mexicanos en pobreza extrema; El número de personas que padecen algún tipo de pobreza suma un total de 57.8 millones de mexicanos. Aunque estos números harían que un gobierno preocupado por el bienestar de su pueblo instrumentara un plan urgente para atender las necesidades más urgentes, lo que en México es preocupante y alarmante es que el gobierno redujo su presupuesto en gasto social, incluso muy a pesar de la pandemia por Covid-19. Dice el periódico -El Economista del 24/enero/2022- que: de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI) una proporción de mexicanos (o sea los 57.8 millones de mexicanos) tenemos seis tipos de carencias “…que son: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacio de vivienda y acceso a la alimentación; pasó de 41.9% del total de la población en México en 2018, a 43.9% en 2020”. Efectivamente, ese análisis que hace el FMI sobre las carencias de millones de mexicanos es totalmente cierto, pues basta con darse una vuelta con el vecino, con el amigo, darse una vuelta por las colonias populares y pueblos y vamos a encontrar un sinfín de necesidades y demandas de la gente, y esas necesidades todos las conocemos y sentimos en carne propia, como por ejemplo: la falta de espacios educativos y en los que existen se aprecia la falta de infraestructura, conectividad, programa de tiempo completo, comedores escolares, becas, etc. Las olas de contagios por Covid-19 ha evidenciado las carencias en el sector salud: la falta de hospitales, de medicamentos, de equipos de especialidades, incluso de personal médico. La nueva política del gobierno ha descartado las obras básicas como: agua potable, drenaje, electrificaciones, alumbrado público, no se arreglan calles, no hay programas para la ampliación y mejoramiento de la vivienda popular, los precios de la canasta básica están por las nubes y prácticamente son inalcanzables comparados con los sueldos de hambre de los trabajadores. Por otra parte, el gobierno nos quiere dorar la píldora creyendo que, con sus programas económicos para los jóvenes, a los ninis, a los adultos mayores y sembrando vida, se va acabar la pobreza de los mexicanos. El Economista 24/enero/2022 …el gasto social de México cayó del 12.1% del PIB que representaba en 2015 al 10.9% del Producto que se dedicaba en 2019. Precisan que el 40% de este gasto se destina a la protección social mientras educación y salud reciben 27 y 23% respectivamente.
El recorte al gasto social demuestra la verdadera política del gobierno de la 4T a las necesidades del pueblo mexicano. Demuestra su verdadero desinterés a los problemas nacionales. Urge que los mexicanos nos quitemos la venda de los ojos y juntos nos organicemos y luchemos por un México más equitativo y próspero, donde no se nos engañe con cantos de sirena.
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