En política sólo se intenta derrotar al oponente que se considera como un peligro para mantenerse en el poder. Pienso que a eso se debe la campaña mediática impulsada desde las altas esferas del poder político federal en contra del Movimiento Antorchista y de sus más destacados dirigentes, ataques que se han publicado en Televisa y la revista Proceso en las últimas semanas.
Campaña que repiten, como muñecos de ventrílocuo sin cerebro, algunos medios de información de poca importancia, pero que destilan un odio irracional en contra de la lucha honrada y justa, que en favor de las clases trabajadoras ha realizado antorcha durante 45 años.
Esta campaña liquidacionista busca crear confusión, desconfianza y desaliento; dos son sus objetivos fundamentales: primero, disminuir el número de integrantes de la organización mediante la intimidación, generando una desbandada de las filas de los antorchistas y alejando a quienes simpatizan con los ideales de esta lucha para evitar que se sumen, es decir, que pretende aplicar la máxima maquiavélica de "divide para reinar"; hacer frágil y débil al oponente, dejarlo solo para poder gobernar sin obstáculos.
El segundo propósito es negar la solución a cualquier petición de obras y servicios realizada por los antorchistas para que la organización no muestre efectividad, en su lucha por mejorar la vida de la gente humilde que representa.
Así, por estas dos vías derrotar a la organización mejor estructurada, con mayor membresía política en México, autosuficiente económicamente y que le puede competir el poder político con posibilidades de triunfo a los partidos políticos enquistados en el gobierno, que históricamente han medrado del erario público y despilfarrado a manos llenas en campañas electorales de oropel los recursos creados con el trabajo del pueblo.
En esta embestida mediática contra Antorcha sólo hay acusaciones sin fundamento y amenazas de que se está "investigando", como una forma de preparar a la opinión pública, para que después, no se sorprendan de que en un futuro no muy lejano encarcelen a quienes han encabezado las justas demandas de los mexicanos pobres, acusados de delitos inventados.
La historia da cuenta de que, en la Edad Media, quien era acusado de un delito, aunque no lo hubiera cometido, estaba perdido y era condenado; no se le daba oportunidad de defenderse y era castigado públicamente en la horca o la hoguera, recordemos la historia de Juana de Arco y de Giordano Bruno. Este tipo de enjuiciamiento en tiempos del oscurantismo los llevó a cabo la Santa Inquisición y hoy como verdaderos Torquemadas en la prensa quieren enjuiciar públicamente a los líderes antorchistas sin darles oportunidad de defenderse.
Pero, en la actualidad, es un principio de derecho elemental que sí te acusan de algún delito tengas la oportunidad de defenderte y a este precepto legal se debe apelar en favor de los dirigentes antorchistas que hoy están siendo acusados de delitos inexistentes y como las acusaciones se han hecho en la prensa, en esta misma tribuna le informamos al pueblo de México, que los dirigentes antorchistas son gente honrada, están siendo acusados sin fundamento y alertamos de que su libertad y su vida corre peligro pues se están preparando las condiciones para encarcelarlos y reprimirlos.
No obstante, por la justeza de sus ideales, crecerá con mayor vigor hasta enraizarse en la conciencia del pueblo, la lucha del Movimiento Antorchista; será este pueblo quien defienda por convicción a su organización y a sus dirigentes, lucha que como "el Ave Fénix a veces tocada, nunca vencida".
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