"…han pronunciado su propia sentencia.
Recuerdan a aquel anciano que, queriendo
recobrar su fuerza juvenil, sacó sus ropas de
niño y se puso a querer forzar dentro de ellas
sus miembros decrépitos.Su república no te-
nía más que un mérito: el de ser
la estufa de la revolución".
CM
Los recortes brutales por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Miguel Barbosa Huerta a las participaciones de los municipios en el estado de Puebla, significan un golpe demoledor a los gobiernos municipales, afectando el funcionamiento de los servicios comunales y perjudicando a millones de ciudadanos en toda la entidad.Quitarles el 57 por ciento de las participaciones implica que las autoridades municipales no van a poder cubrir el funcionamiento de las áreas de salud, seguridad, limpia, alumbrado público, apoyo a las juntas auxiliares, pueblos, escuelas, salarios del personal, etc.Los municipios que carecen de ingresos propios, que son la mayoría, especialmente los de la Mixteca, pero también los de la Sierra Negra y la Sierra Norte, están condenados a la paralización total, abandonando a su suerte a los miles de ciudadanos que dependen de los apoyos de las comunas municipales para sobrevivir.
La medida del presidente y del gobernador se da en un momento crucial para el Estado de Puebla: cuando la pandemia de covid-19 está en su máximo apogeo (los hospitales públicos están colapsados por los enfermos infectados, según declaraciones del Secretario de Salud José Antonio Martínez García) y la economía se encuentra paralizada.
Los reportes del 10 de julio indican que en el estado de Puebla había ya 12 mil 748 personas contagiadas (319 en las últimas 24 horas); y, mil 879 decesos (59 en las últimas horas).Al respecto, es necesario destacar, que en todo el período que lleva la pandemia, ambos mandatarios se negaron a canalizar recursos extraordinarios a los Ayuntamientos para apoyar a la población con medicamentos y alimentos.Los presidentes municipales antorchistas solicitaron urgentemente el auxilio de los gobiernos de la 4T para equipar hospitales con equipo médico, medicinas, personal, y todo lo indispensable para enfrentar la pandemia, encontrando por respuesta la indiferencia total.Así mismo, les solicitaron la implementación de un programa alimentario para apoyar a las familias que obedecieron la orden gubernamental de guardar la cuarentena, que se transformó en más de 90 días de reclusión forzosa, para evitar el contagio.La respuesta también fue negativa.
Los presidentes municipales antorchistas, en un acto que refleja su humanitarismo y la filosofía de Antorcha, pusieron al servicio de sus gobernados sus escasos recursos e implementaron un programa de distribución de despensas para mitigar el hambre de la población.Dispusieron de sus vehículos para el traslado de los enfermos a los centros covid; resolvieron con recursos propios el surtimiento de recetas a las familias más necesitadas; y, todo ello, utilizando las participaciones municipales.
Y ahora, AMLO y Miguel Barbosa Huerta, que no acudieron en apoyo de los municipios cuando éstos se lo solicitaron para enfrentar la pandemia, dan un paso más en el camino de la infamia como gobernantes, y en un acto de locura que justifica ampliamente el por qué se han ganado a pulso el repudio del pueblo, y Barbosa Huerta la calificación como el peor gobernador del país, recortan el 57 por ciento de las participaciones a los municipios poblanos.
Un estudio realizado por el investigador Anselmo Chávez Capó, de la Escuela de Negocios de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), arroja que antes de la pandemia ya había en la entidad cuatro millones 200 mil personas en pobreza alimentaria y que esa cifra lleva riesgo de aumentar con otros 250 mil poblanos, para totalizar 4.5 millones de personas en pobreza alimentaria (el 72 por ciento de la población total), debido a la suspensión de las actividades económicas por la pandemia del coronavirus.Se considera en pobreza alimentaria a las familias que no les alcanza para adquirir los alimentos de la canasta básica a pesar de sumar todos sus ingresos.O sea, 4.5 millones de personas que pasarán hambre, no tendrán para satisfacer el resto de sus necesidades (porque no sólo de pan vive el hombre), y menos podrán adquirir el cuadro de medicamentos si llegan a infectarse, cuyo costo en la fase inicial es de 3 mil pesos.El investigador recomendó para combatir la crisis económica, políticas públicas para la reactivación de la economía.O sea, inversión de los gobiernos federal y estatal.Y, la respuesta oficial es precisamente, la contraria: cero inversiones públicas, agravando el hecho con el recorte de los recursos a los municipios.
Cabe preguntarse, a dónde van a ir a parar los recursos secuestrados por la 4T, que por derecho le corresponden a los municipios; y la respuesta es más que evidente: a la compra de votos que AMLO y Morena están preparando para el 2021, sabedores del desprestigio en que han caído por el desastre económico y sanitario a donde han llevado al país.
Hasta el momento, los presidentes municipales antorchistas se han puesto a la vanguardia de la denuncia pública contra el golpe represivo económico propiciado por la 4T a los municipios poblanos.La lucha apenas empieza.
Los pobres de todo el país deberán arreciar la campaña de denuncia contra los actos represivos del presidente y del gobernador, acrecentando su unidad y su organización, para que en 2021 derroten a Morena en las urnas, y, como un torrente, limpien los establos de Augías en que AMLO y la 4T tienen convertido al país.
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